La Otra Historia de Buenos Aires

Segundo Libro PARTE XIV por Gabriel Luna Pese a los compulsivos rapados de cabellos, cejas, bigotes y barbas, pese a la cuarentena, a la provisión de alimentos hecha por el gobernador, pese a los afanes del médico y al humo de los altares, la peste duró once meses en Bue­nos Ayres.