Eso que llaman amor al arte, también es trabajo no remunerado
por Maia Kiszkiewicz El reconocimiento de la labor cultural como trabajo es una deuda que se sigue traduciendo en precarización. Esto, incluso, influye en la propia percepción de quienes le ponen el cuerpo a las práctica. “A raíz de la situación económica que devino de la pandemia, entendimos que somos trabajadoras. Algunas no habíamos caído en la cuenta. Y, en eso, nos dimos cuenta de que somos un sector súper precarizado y de que vamos a tener que trabajar juntos fuertemente”, contaba, en 2020, en comunicación con Periódico VAS, Marisa (Leer más…)