La violencia institucional NO PARA
por Federico Coguzza Cuando veníamos marchando, una mujer nos insultaba desde el auto. No pude evitar preguntarme qué piensan todos los que están alrededor y lo cierto es que no nos piensan, no nos miran. Al mismo tiempo, me pregunté qué teníamos y supe que si bien no tenemos nada, siempre hay un compañero y una compañera al lado, y que seguirán, seguiremos estando hasta que no haya nadie más en la calle”. Cubierto con una manta, micrófono en mano, Sebastián -de la agrupación social No seas Pavote- describe en pocas palabras la atmósfera que sobrevuela (Leer más…)