Crónicas VAStardas
Sadako por Gustavo Zanella Tren Roca mano a capital. Pego asiento al lado de un trajeado que lleva un ramo de rosas rojas que debe valer un potosí. En alguna estación entre Bernal y Sarandí sube un chabón con una especie de changuito tuneado. Lleva un parlantito chico, pero pulenta, con lucecitas de colores. Entra al vagón al grito de -Vamos a romperla, chiques.- Y empieza a cantar como si estuviese solo en la ducha de una casa en mitad del desierto de Negev. El tipo tiene una facha de (Leer más…)