“Mostrar la violencia sistémica es distribuir responsabilidades”
por Maia Kiszkiewicz El ruido de la reja. Olor a orina. Unas cuantas camas de cemento. La muerte de un alumno. De otro chico. Sus nombres: Lucas Simone, Diego Borjas… Verónica Velásquez, también conocida como Veroka, vivía y anotaba. Sus cuadernos de crónicas manuscritas se volvieron, desde 2011, testigos de la desidia, el dolor y la negligencia que sintió durante y después de coordinar talleres en institutos de menores. Espacios que hasta 2016 dependían de Nación, luego pasaron a manos de Ciudad. Los trazos en el papel eran una herida (Leer más…)