Argentina, una sombra ya pronto serás
por Federico Coguzza Osvaldo Soriano trabaja en una narración que un par de años después verá la luz como El ojo de la patria: un espía argentino en París al que le encomiendan la tarea de repatriar un prócer robotizado, algo así como una momia restaurada que lo único que hace es putear a Rivadavia y Saavedra. Es 1990 y una serie de cortocircuitos en la redacción lo alejan de Página /12 durante la segunda mitad del año. En ese tiempo cubre para Il Manifesto el Mundial de Italia, y (Leer más…)