Relatos Indómitos

Suspendidas por Marta García De un día para otro, una de nuestras vecinas dejó de pisar el suelo. Flotaba feliz sin helio. Como cuando volvíamos con el changuito del super lleno de ofertas. Nunca la molestamos con preguntas indiscretas sobre su nueva condición y ella dejó de enojarse por el poco alumbrado público y la cantidad de baches que había en nuestra calle. Cada quien hacía sus vidas desentendiéndose del deterioro comunal. Solo teníamos curiosidad por saber cómo podía flotar sin helio y sin ofertas. Y ella se preguntaba cómo (Leer más…)