
Martín Fierro y el desacuerdo argentino
por Ezequiel Adamovsky* Como obra elegida para representar la nación, hay que decir que el Martín Fierro desentona. Porque la historia que propuso Hernández -al menos la primera parte- impugna la legitimidad de la ley y del Estado, presentadas como esencialmente injustas. No es una obra que presente la visión feliz de una comunidad que progresa: tematiza más bien las amenazas que representan el progreso y el Estado para la comunidad. Como tal, es más rica en potencialidades disidentes que en invitaciones a la concordia. Jorge Luis Borges no se (Leer más…)