Ariel Prat: «La murga no debe perder su costado salvaje»
El cantautor porteño Ariel Prat abre mañana el Festival de Baradero, que se extiende hasta el domingo próximo, volviendo al escenario que lo consagró Revelación en 2011, al tiempo que prepara un año a pura murga, con una serie de proyectos culturales alternativos desde la Universidad de Avellaneda y con la idea de grabar un disco en vivo.
Autor de temas como «Al olor del hogar», y con una extensa carrera vinculando la canción y la murga porteña, con discos como «Los trasplantados de Madrid» y «Negro y murguero», Prat, que se define como un «vehículo entre la calle y el escenario», asegura que «la murga no debe perder su costado salvaje» y critica ciertos gestos racistas que desprecian a la expresión carnavalera porteña.
«A nivel cultural, venimos de una década ganada en la que hemos logrado cosas maravillosas, con un crecimiento del género murguero en muchos aspectos pero también creo que todavía hay que luchar contra un montón de barreras, que habla de la marginación que sufrió durante años la murga, y en este sentido se utiliza una comparación a veces odiosa entre la murga uruguaya y la argentina en la cual no se clarifica sino que se oscurece el panorama», asegura el músico.
Prat junto a su actual banda, integrada por Horacio «el Mono» Hurtado en contrabajo, Alejandro Caraballo en bombo con platillo y percusión; Hernán Kalis en guitarra y Martín Hernández en armónica, será el encargado de abrir mañana el Festival de Música Popular de Baradero.
Mientras prepara para el viernes 20 un baile de carnaval en el Club Agronomía Central (en Baunes y Chorroarín en Parque Chas) que lleva por nombre Carnaprateada y donde compartirá la noche con la orquesta de tango Misteriosa Buenos Aires, que dará color a la milonga, el grupo de cumbia La Burrita, con un explosivo cóctel bailable, y las murgas Iluminados por Urquiza y Los Elegantes de Palermo.
«Hay que entender que los uruguayos tienen unos modos carnavaleros y nosotros tenemos una tradición y unos modos distintos, con nuestra propia manera de hacer las cosas», dice volviendo sobre una polémica que a veces desde una supuesta lectura estética enfrenta dos tradiciones diversas y privilegia, asegura, una sobre la otra.
«A veces -dice- se nos pone en una situacion despareja en cuanto a difusión, a reflejarnos masivamente, todavía estamos como pidiendo permiso; todavía hay que pelear un espacio muy grande porque hay como una cultura hegemónica oficial que embarcó por izquierda y derecha a la progresía argentina con preconceptos acerca de nuestra murga y nuestra afroargentinidad».
«Yo defiendo la murga -asegura- como una cosa de base inclusiva de esquina, de barrio; a veces me interesa poco si cantan mejor o peor sino que priorizo que transmitan esa fuerza que es parte de nuestra raíz, porque si se pierde eso no va a servir de nada tener un buen coro o una buena presentación; la murga no debe perder ese costado salvaje».
Prat remata la cuestión diciendo que cree que «acá hay gente que no quiere a la murga porteña por una cuestión racista, les caen más simpáticos los negros de otros lugares pero no se dan cuenta que los nuestros son estos».
Además de estas cuestiones política, estéticas y artísticas, Prat que promete grabar un disco en vivo a lo largo del año en el Café Vinilo con el título «No solo murga» y que recorre su faceta más abarcativa como cantautor, pone en marcha este año una serie de proyectos y programas culturales en relación con el carnaval de Buenos Aires.
Uno de ellos es la edición del disco que realizó en colaboración con Diego Robacio, «De este lado del Plata, cantos y ritmos de murga argentina», que es un compilado de canciones murgueras interpetadas por los mismos grupos y otras de artistas como Juan Carlos Cáceres, Flavio Cianciarulo, él mismo, Omar Gianmarco y grupos como Los Habitués y La flor y nata, vinculados al género.
Este disco, promovido por la Universidad Nacional de Avellaneda y el Ministerio de Eduación de la Nación saldrá en el marco del programa “La murga hace escuela”, y será repartido y presentado en unidades educativas de todo el país.
Al mismo tiempo y también en la Universidad de Avellaneda, Prat continúa este año el dictado de la materia Cultura popular y carnaval en Buenos Aires, en una cátedra que lidera junto a Leticia Maronese y que forma parte de la carrera de Gestión Cultural.
También espera la puesta en marcha del Museo del Carnaval bonaerense, del que será director y que funcionará en Avellaneda, dictando charlas y seminarios e integrando material virtual y audiovisual del carnaval metropolitano.