24M. La Marcha por la Vida

por Rafael Gómez

Las columnas y los independientes iban sumándose a la avenida de Mayo por todas las transversales y eran más los independientes y había muchas columnas, algunas de partidos políticos, de sindicatos, organizaciones de derechos humanos, del movimiento de mujeres, y otras de asociaciones diversas, de centros culturales, de centros indígenas, de músicos, de actores, de docentes, de médicos, de estudiantes, de asambleas barriales, y eran más los diversos.

Morochos y rubios, pobres y clases medias, profesionales y obreros, empleados, cuentapropistas, desempleados, empresarios, indigentes, familias, muchos chicos, grupos de amigos, amigas, gente sola. Todos, desde el Congreso y las transversales confluían en avenida de Mayo para marchar hacia la Casa Rosada, la sede de Gobierno. A las 16 horas había colapsado la avenida, a la altura de la calle San José ya no se podía avanzar a pie ni por la calzada, ni por la vereda, y esto ocurría a 8 cuadras de la Casa Rosada. Varias columnas de organizaciones e independientes avanzaban por las calles laterales a la avenida, Alsina y Mitre, los autos quedaban detenidos entre la marea de peatones, pancartas, telones, redoblantes y trompetas.

   

Nunca, desde 1977 hasta ahora hubo una marcha tan grande. Nunca hubo tanto acuerdo entre los diversos y tanta solidaridad entre los marchantes que desbordaron y paralizaron las calles. Hubo una comunión y un acuerdo. ¿Qué ocurrió esta vez? ¿Por qué millones dejaron sus casas un día feriado, un viernes apacible y se hermanó en las calles?

Fue por la vida. La gente marchó contra el exterminio. La gente marchó contra un Gobierno que, como aquel Gobierno de Videla, propone el exterminio para aumentar los negocios de unos pocos (que además no lo necesitan). La marcha es elocuente. Si tuviera solamente un rasgo de humanismo y de  solidaridad (la solidaridad impostada en la “pobreza cero”), Macri debería renunciar. Y aunque no tuviera ese rasgo, aunque no supiera hacer otra cosa que negocios y acumulaciones, Macri debería renunciar, por inteligencia, por lo que se está claramente generando, porque a los muertos no les sirven las acumulaciones.     

 

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