
Héctor Germán Oesterheld
Una vida como metáfora del héroe colectivo
por Leonardo Castillo
Héctor Germán Oesterheld, escritor, guionista y militante, creador de «El Eternauta» –mítica historieta sobre la resistencia y el heroísmo colectivo–, fue secuestrado en La Plata el 27 de abril de 1977 por un grupo de tareas de la última dictadura cívico-militar y permanece desaparecido. Reconocido historietista desde los años ’50, con obras en revistas como Frontera, Hora Cero y Misterix, Oesterheld se incorporó a la militancia en los años ’70, impulsado por su compromiso con una visión particular del mundo.
Para apoyar la militancia de sus hijas Estela, Beatriz, Diana y Marina, Oesterheld se unió como correo a Montoneros. Junto con Héctor, sus hijas, yernos y los dos niños que se presume nacieron en cautiverio, dado que dos de sus hijas estaban embarazadas al momento de ser secuestradas, suman diez víctimas del terrorismo de Estado, en una sola familia. Solo Elsa Suárez, esposa de Oesterheld (fallecida en 2015), sobrevivió y se unió a Abuelas de Plaza de Mayo para criar a Martín Miguel, uno de sus nietos y actual cineasta.
El interés de Oesterheld por cambiar la realidad surgió durante sus estudios de Geología en la UBA y su participación en el Centro de Estudiantes, así como en sus trabajos de campo para YPF. A fines de los ’40, abandonó la geología para escribir cuentos, y en la década siguiente, guionó historietas que influyeron en la sensibilidad de la generación que luego se sumaría a la militancia revolucionaria. En 1957, fundó su propia editorial y creó «El Eternauta», una obra sobre una invasión extraterrestre en Buenos Aires, iniciada por una nevada mortal y seguida por la resistencia liderada por Juan Salvo, quien comprendía que «el único héroe válido es aquel que actúa en grupo». Las diversas ediciones de El Eternauta, según los críticos, reflejan la evolución política de Oesterheld.
En la primera edición, la dibujada por Francisco Solano López, la resistencia estaba formada por gente de clase media, trabajadores que se unían con efectivos militares. En 1969, se publicó en la revista Gente una versión ilustrada por Alberto Breccia, donde Sudamérica es entregada a los extraterrestres por las potencias del Norte, lo que implicaba una lectura más radicalizada y marcadamente antimperialista. Durante su militancia, Héctor Oesterheld también escribe los guiones de «La vida del Che Guevara» y otras versiones de «El Eternauta», que se difunden cuando se encontraba en la clandestinidad.
Secuestrado el 27 de abril de 1977 en La Plata, cuando sus cuatro hijas estaban desaparecidas, fue llevado a los centros clandestinos de detención Campo de Mayo, El Vesubio y Sheraton (comisaría de Villa Insuperable, La Matanza), donde se perdió su rastro en 1978. En cautiverio, sus captores lo torturaron psicológicamente, revelándole detalles sobre la suerte de sus hijas para minar su moral.
«Lo recuerdo como un hombre que nos pasaba cosas que escribía y trataba de darnos valor para sobrellevar todo lo que estábamos pasando. Estaba enfermo, le costaba respirar y andaba siempre con un sobretodo. Cada tanto se lo llevaban a la jefatura, donde le hacían escribir una historia de San Martín», recordó la docente Susana Reyes, sobreviviente de El Vesubio, que afirma haber visto a Oesterheld con vida en 1977.
En ese centro clandestino, el psicólogo Eduardo Arias también vio a Oesterheld, testimonio que luego brindó. En 1983, Arias contactó al periodista Juan Sasturian, entonces en la revista Feriado Nacional (dirigida por Martín García y concebida como una alternativa peronista a Humor, más afín al radicalismo alfonsinista).
«Arias se juntó con Juan (Sasturian) y la verdad que en principio teníamos miedo. Pensábamos que podía tratarse de una provocación de los servicios, pero no. Era el testimonio de un sobreviviente de la dictadura y en base a eso se escribió una nota que se publicó en octubre del ’83, en el número anterior a las elecciones que ganaría Alfonsín», recordó García.
La nota fue ilustrada por un dibujo emblemático, que se convirtió en un ícono de la cultura de la historieta argentina y que elaboró el dibujante Félix Saborido, quien falleció en febrero del año pasado. En la imagen, varios de los personajes creados por el autor aparecían portando una pancarta, en la cual interrogaban a las autoridades de aquella dictadura en fuga con una contundente consigna: «¿Dónde está Oesterheld?».
«Saborido respetó el estilo de cada uno de los dibujantes que trabajaron con Oesterheld y compuso un gran trabajo», señaló García en referencia a ese dibujo en el que aparecían el Sargento Kirk, Ernie Pike, Bull Rocket, Mort Cinder y Juan Salvo, protagonista de «El Eternauta».
La obra también incluía a Elena, la esposa de Salvo (con el pañuelo blanco de las Madres de Plaza de Mayo), el profesor Mosca, Favalli y un Mano, de la raza extraterrestre invasora que combatía en Buenos Aires, especialmente en la General Paz y la cancha de River. Suárez testificó ante la Conadep sobre el cautiverio de Oesterheld, testimonio recogido en el informe «Nunca Más».