Pedro José Agrelo “El Campomanes argentino”
por Norberto Galasso*
( 1776 – 1846 )
Nace en Bs.As., el 28 de junio de 1776. Rebelde y cuestionador desde muy joven, origina preocupación en maestros y familiares pues, registrado como alumno del Colegio Real de San Carlos, se fuga en cinco oportunidades. En 1804, trasladado a Chuquisaca, ingresa como seminarista con el propósito de convertirse en sacerdote, pero contrae matrimonio con la hija del fiscal de la Audiencia, otro hecho escandaloso pues el casamiento se produce contrariando la opinión de gente prestigiosa y de manera clandestina. En 1810, ya con el título de abogado, regresa a Buenos Aires para adherir a la Revolución y según su propio relato, la primera persona que le saludó fue su gran amigo Mariano Moreno. En 1811, se desempeña durante muy poco tiempo como redactor de “La Gaceta”. Fiel al ideario morenista, se incorpora a la Sociedad Patriótica, impulsada, por entonces, por Bernardo de Monteagudo. Como Juez sumariante, se expide con motivo de la conspiración Álzaga, con argumentos que determinan el fusilamiento. Junto a los otros patriotas que provienen del morenismo, participa en la Asamblea del año XIII. En 1815, es desterrado “por la exaltación de ideas con que ha explicado constantemente sus sentimientos patrióticos”. A su regreso, en 1816 escribe en “La Crónica Argentina” y más tarde, funda “El abogado nacional”. En 1817, permanece inquebrantable en la defensa de posiciones revolucionarias, uniéndose a French, Dorrego y Manuel Moreno para combatir a Pueyrredón, siendo deportado nuevamente. Las ideas contestarias de Agrelo lo convierten en personaje molesto para la élite dominante. Sus posiciones escandalizan a la minoría reaccionaria y tan es así, que cuando logra reintroducirse en el país, nuevamente es detenido y posteriormente, confinado en la isla Martín García. En 1820, se encuentra combatiendo otra vez a los directoriales desde su periódico “La ilustración política con la flor y nata de la filosofía”. Luego pasa a colaborar con el gobierno de Entre Ríos presidido por Mansilla y “satirizó, con gracejo inimitable, las ideas monárquicas”. Más tarde, vuelve a Buenos Aires, donde ejerce como abogado y dicta clases de economía política. En la época del 30, se define federal, lo cual resulta consecuente con su militancia junto a Dorrego, pero no rosista, siendo nuevamente encarcelado, ahora por el gobierno de Rosas. Luego se exilia en Montevideo, donde vive con su familia en extrema pobreza. Como jusrisconsulto, publica varias obras, entre ellas, el “Memorial ajustado, sobre las relaciones entre la iglesia y el Estado”, en posición crítica a la institución religiosa, lo cual le valdrá el apodo de “El Campomanes argentino”. Luego, escribe sus “Memorias” para defenderse de los ataques sufridos, de las cuales sólo se conocen algunos fragmentos. Para la gente sensata era “uno de esos hombres tremendos y excesivos, dotado de una actividad que se templaba a medida que más la usaba”. Probablemente, junto con French, haya sido quien mantuvo mayor lealtad al ideario revolucionario de Moreno. Y eso se lo hicieron pagar con creces. “Pobre, ignorado aún de sus mismos amigos” – sostiene Florencio Varela – muere, en Montevideo, el 23 de julio de 1846, habiendo sido “una de las más importantes mentalidades del foro y la magistratura de Buenos Aires”. Otro autor señala: “Murió sacrificado por la entereza indomable de sus convicciones”. Es cierto que una calle lo recuerda, pero su lucha y sus ideas son desconocidas para la mayor parte de los argentinos.
*N. GALASSO – “LOS MALDITOS” – Vol. II – Pág. 59 – Ed. Madres Plaza de Mayo
Gracias por «regalar» ésta biografía. Mi apellido es Agrello, estudió Cs. De la educación y mi interés por conocer dicho personaje, fue gracias a mi profesor de historia de la Universidad. Realmente, quedé sorprendida de descubrir las mismas afinidades ideológicas que tengo con «Agrelo»!!!…
Uno de nuestros mayores patriotas olvidados por la mentira oficial mitrista