Radiografía de la Salud en la Ciudad
El gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuenta con una poderosa estructura para la prestación de servicios de salud. Por su cantidad, diversidad y cobertura geográfica, tiene pocos antecedentes en el mundo: dispone de 33 establecimientos hospitalarios que cubren 14 especialidades, incluyendo medicina general.
Para la atención primaria, existen con 47 centros de salud y 38 centros médicos barriales. también cuenta con presupuesto para hacer funcionar esa extendida red de efectores de salud pública no le falta. A fines de noviembre del año pasado, la legislatura porteña aprobó un Presupuesto para toda la Ciudad de gasto de 32.500 millones de pesos para 2012. El presupuesto es el programa de un gobierno. Su ejecución es el compromiso de los gobernantes con ese programa.
A principios del mes de julio del corriente año, Mauricio Macri logró que sus legisladores y algunos aliados le ampliaran en 3.348 millones de pesos dicha cifra, es decir, la Ciudad cuenta con un presupuesto de 35.848 millones de pesos, el tercero en importancia del país. Una de las justificaciones del gobierno la actual gestión de gobierno para obtener esta ampliación, fue que 1.646 millones de pesos se destinarían a gastos de personal, incluyendo aportes a la Carrera de Médico Hospitalaria y a reajuste en gastos en insumos hospitalarios. En el aumento de gasto obtenido en julio, la recolección de basura fue el rubro estrella, mientras que lo destinado a salud, inocuo.
Antes de la ampliación presupuestaria, la partida destinada en el 2012 al Ministerio de Salud representaba el 20,48% del presupuesto anual. Es el mínimo desde el año 2000. El promedio para los 13 años anteriores fue del 24 por ciento. El máximo se alcanzó en 2002 con 28,79 por ciento.
Las auditorías realizadas en 12 establecimientos hospitalarios por el Organismo de control de la Ciudad Autónoma, muestran que el presupuesto destinado a infraestructura hospitalaria en el período 2009-2011, tuvo una ejecución del 84,54% sobre el crédito vigente.
En lo referido al equipamiento hospitalario, las inspecciones comprobaron que en ese rubro se ejecutó el 23,47% durante el período 2009/2011.
Según fuentes de la Auditoría General de la Ciudad (AGC), la falta de quirófanos, salas y consultorios “dificultan la asignación de turnos en un tiempo prudencial y extienden los turnos en cirugías programadas hasta casos que exceden el año de espera”.
La AGC sostiene además que “en todos los efectores se identifican falencias estructurales y de infraestructura graves”. El abandono se registra en la falta de salidas de emergencia y en “problemas de quirófano y deficiencias de mantenimiento en general”.
Las fallas encontradas “implican falta de seguridad e higiene tanto para los trabajadores del sistema de salud como para los pacientes”, dice el informe del Organismo.
Expertos en gestión de salud recuerdan que el reelecto Jefe de Gobierno proclamaba en el 2008 que eran necesarios 150 millones de pesos para equipar a los hospitales. Para el trienio 2009/2011, los fondos disponibles ascendieron a 300 millones, de los cuales ejecutó solamente 70.
La Auditoría comprobó que en los establecimientos hospitalarios inspeccionados, “son manifiestos los problemas que se registran en cuanto a mantenimiento, obsolescencia e insuficiencia del equipamiento”.
Por otra parte, la gestión de los recursos humanos dedicados a la prestación del servicio de salud pública no le va a la zaga. Existe un alto grado de informalidad en las estructuras organizativas: “En todos los efectores hay problemas con los nombramientos y las estructuras”, afirman los auditores.
La designación de responsables en el sistema hospitalario “sin el correspondiente nombramiento”, genera problemas. “Hay retrasos en la realización de los concursos”, sostiene la Auditoría, por lo que la efectivización se traduce en que “aquellos que son designados desistan del puesto”.
La política de personal en el área de la salud del Pro es funcional a organizaciones destinadas a gerenciar servicios de terceros antes que a hacerse cargo de la salud pública. “Es notoria la falta de personal de enfermería y anestesiología en la gran mayoría de los efectores”, dice la Auditoría.
El déficit de personal especializado, “provoca que se produzcan retrasos en la asignación de turnos para cirugías programadas”, advierten los informes. Entre el funcionamiento eficiente de los hospitales públicos y la subcontratación a privados del servicio de salud, el gobierno de Macri ha optado por una política de personal que va en dirección a la segunda alternativa.
Para el período 2008-2012 el gobierno del PRO aumentó 100% el número de empleados asignados a autoridades superiores, planta de gabinete y carrera gerencial. La planta permanente, en cambio, así como la carrera profesional hospitalaria y el personal docente, crecieron 10 %, dicen los auditores.