Cuarta ronda de Pueblos Originarios en Plaza de Mayo
Por Liliana Giambelluca
El miércoles 26 de junio se cumplió el plazo previsto para que la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, reciba a los pueblos originarios según la audiencia solicitada el 6 de ese mes. “Como respuesta sólo el silencio, la indiferencia, la descalificación a manos de sus funcionarios. Ni siquiera el llamado del Papa a dialogar la ha conmovido”, dice el pronunciamiento leído en Plaza de Mayo por Ofelia Morales y Sisquito Flores.
Acompañaron la ronda representantes del Servicio Paz y Justicia (Serpaj), de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) Nacional, APDH La Matanza, las agrupaciones Resistencia Qom y Aymuray, y ciudadanos que apoyan la causa indígena.
Encabezaron la columna el qarashe qom formoseño Félix Díaz, su esposa Amanda Asijak y dos de sus hijos, Ofelia Morales (qom de Rosario), Sandra Ceballos (abogada kolla de Jujuy), Roberto Aramayo (diaguita salteño), Nilo Cayuqueo (mapuche de la ciudad de Los Toldos), Miguel Ángel Saulo (cacique tehuelche de Santa Cruz), Sisquito Flores (kolla de Jujuy), Rubén Curricoy (mapuche de Bariloche), José Cuenca Cruz (de la nación quechua-aymara), Benito Espíndola (abogado diaguita calchaquí, provincia de Buenos Aires), Ashkco Iana y Jorge Acuña (quichuas del Chaco), entre otros.
Tras la ronda, Roberto Aramayo abrió el acto y dijo que también se estaban realizando manifestaciones de originarios en el Chaco, Pampa del Indio, Santa Fe, La Pampa, Tucumán, Río Negro, Santa Cruz, Mar del Plata, Bahía Blanca, Bolívar, Olavarría, Córdoba y Posadas.
“Esta lucha no va a parar”
Félix Díaz agradeció a la Presidenta de la Nación “por darnos esta fortaleza de seguir esperando que nos convoque a un diálogo y porque hace más visibles nuestros derechos violados. Nosotros no despreciamos a nadie pero el Estado argentino menosprecia la fuerza indígena”.
Dijo que “ya es momento” de terminar con “los atropellos a los derechos humanos de los pueblos originarios del país” y de “generar un cambio, no un cambio político partidario, sino de vida”.
Comparó la pérdida de autonomía de las palomas de la plaza con la de los aborígenes. Dijo que a estas aves de ciudad “las sacaron de su naturaleza y ahora dependen de la migaja y de la generosidad de la gente”. Preguntó “¿qué pasaría si ocurriese un desastre natural y las personas que comparten su amor por estas palomas no puedan salir de sus hogares? Estas aves se morirán de hambre sin el amor de la gente. No queremos que nos pase eso. Queremos una vida digna, ser autónomos y demostrar nuestra capacidad”.
Luego recordó los inicios de la lucha de su comunidad en julio de 2010, en la ruta nacional 86. “Fuimos expulsados de nuestro territorio, la policía de Formosa quemó nuestras pequeñas casas, nuestros documento de identidad, mataron a un hermano y el hermano Samuel Garcete está en sillas de ruedas y no tiene asistencia médica. ¿De qué derechos humanos hablamos cuando somos ignorados?”
“Hemos llegado hasta el Vaticano buscando justicia, pero la justicia no está allí. Queremos ir a la Casa Rosada, pero tampoco se encuentra allí la justicia. Acudimos a los poderes judiciales, pero tampoco están nuestros derechos. ¿Dónde están esos derechos? Hoy estamos acá para exigir su cumplimiento”, remarcó.
Dijo que cada uno regresará a su comunidad, donde los esperan los ancianos que tenían “mucha esperanza que seamos escuchados, pero sólo llevaremos el mensaje de la resistencia”. No obstante, “esta lucha no va a parar, esté o no esté yo al frente, porque muchos jóvenes están entendiendo que la lucha no se cambia por dinero, que los territorios no tienen precio y que ahí está la vida de nuestros ancestros”.
Finalmente agradeció el acompañamiento de los presentes y de Adolfo Pérez Esquivel, Pablo Pimentel, Aldo Echegoyen, Mirta Baravalle, Nora de Cortiñas y Elia Espen (Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora). Dijo que admiraba a “esas Madres valientes” y que los pueblos originarios siguen “las huellas de su lucha”.
“Nuestros desaparecidos hoy estarían acá presentes”
A continuación Mirta Baravalle consideró que “nuestros desaparecidos hoy estarían acá presentes”. Recordó que a su hija Ana María “le preocupada llegar al pueblo para que supieran cuáles eran sus derechos”, porque ‘en treinta años el país va a estar en manos de tres o cuatro familias que serán propietarias de todo nuestro territorio’, me decía”.
“Mientras escuchaba a Félix pensaba, y con alegría, ¿cómo reaccionaría mi hija ahora que las comunidades salen a defender sus tierras, sus derechos y a exigir esa justicia que se les niega desde hace siglos?”, agregó.
“No hemos reivindicado a miles de hermanos indígenas asesinados”
Ofelia Morales dijo “Somos tolerantes. No somos salvajes, ¿por qué no nos sentamos a entablar un diálogo serio?”. Agregó que “los legisladores escriben y aprueban leyes y luego las olvidan. El Poder Ejecutivo también las aprueba, ¿por qué no las cumplen?”.
Consideró que “las Madres piden justicia por sus 30 mil desaparecidos y nosotros todavía no hemos reivindicado a miles de hermanos indígenas asesinados”.
Luego hablaron Pablo Pimentel, Nilo Cayuqueo, Benito Espíndola, José Cuenca Cruz y Sandra Ceballos.
Al finalizar el acto de la última ronda de pueblos originarios en Plaza de Mayo, se marchó hacia el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), en el barrio de Once, donde un grupo de mapuches de la comunidad Tuwun Kupalmeo Maliqueo del Distrito de Zapala, reclaman desde el 24 de junio la personería jurídica comunitaria.
En el edificio se encontraban reunidos autoridades del INAI con los referentes mapuches, acompañados por los garantes del diálogo, Nora de Cortiñas (Madre de Plaza de Mayo-Línea Fundadora) y Pablo Pimentel (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Matanza). (Ver último comunicado de la comunidad en nota aparte).
Desde la calle, el qarashe Félix Díaz les dirigió el siguiente mensaje a sus hermanos mapuches:
“Sabemos que este padecimiento no es nuevo para nosotros porque históricamente el Estado se encarga de silenciar nuestra voz. Como pueblo qom, como pueblo indígena estamos con ustedes, hermanos. No aflojen. Seguro que nos van a denunciar porque somos los malos; sin embargo, el Estado nacional no se hace cargo del problema que ustedes tienen, al igual que con nosotros en Formosa. Por eso les animamos hermanos a que tengan mucha fuerza. Sepan que no están solos. Estamos con ustedes.
Los pueblos originarios de la Argentina estamos molestos con esta política destructiva hacia los pueblos originarios. No tenemos derecho de exigir que se apliquen los derechos constitucionales que nos favorecen.
El Instituto Nacional de Asuntos Indígenas tendría que estar resolviendo el problema y no lo hace porque saben que le estamos tocando los intereses de este patronato. El INAI no es el representante de los pueblos originarios, es un patronato que quiere mantener el beneficio de sus empleados.
Por eso estamos con ustedes, porque nosotros no dependemos de nadie. Queremos vivir en libertad y con dignidad. Queremos que los territorios estén en nuestras manos y que los pueblos indígenas administremos los recursos naturales y nuestras propias organizaciones.
Sé que la situación es muy difícil, pero recuerden siempre que es la vida que hemos vivido históricamente y nuestros ancestros reclaman justicia. Ustedes están ahí porque los ancestros nos piden que hagamos este esfuerzo para encontrar la dignidad de los pueblos indígenas.
Mucha fuerza, hermanos. Estamos con ustedes y ustedes están con nosotros en cada corazón. Les deseamos mucha fuerza y que sigan dignificando la lucha de los pueblos indígenas.
¡Jallalla hermanos! ¡Marichi weu!”
Fuente: Agencia Walsh
Foto: Ricardo Ortega