José María Pérez Urdininea
por Norberto Galasso
(1782 – 1865)
Nació en el Alto Perú, el 26 de noviembre de 1782. Desde muy joven participó en las grandes patriadas por la liberación: intervino contra los invasores ingleses en 1806 y 1807, colaboró con Murillo en el levantamiento de 1809 en La Paz, fue hombre importante en las fuerzas de Güemes defendiendo la frontera norte y también actuó en el regimiento de granaderos a caballo de San Martín. Pero su actuación más importante –que ha quedado en el olvido junto a su figura- es su acuerdo con San Martín para colaborar en la lucha contra el absolutismo, en el Perú. Se desempeñaba, por entonces, como gobernador de San Juan y organizó una fuerza militar que avanzaría por Jujuy para encerrar a los realistas en un juego de pinzas. Mientras el Libertador –y especialmente a través de Arenales- avanzaba hacia el interior desde la costa del Atlántico. Sin embargo, ese proyecto se frustró por la negativa de Rivadavia de dar su apoyo (frustración de la misión Gutiérrez de la Fuente, en Buenos Aires). Tiempo después, Urdininea logró ingresar al Perú y allí dar batalla a los últimos restos del ejército absolutista que aún operaban bajo el mando de Olañeta, en 1825 (aún después de Ayacucho). Bolívar lo premió por su acción con medalla de oro y Sucre lo incorporó a su ejército como general.
Ya constituida Bolivia como país independiente, Pérez de Urdininea ocupó provisoriamente la presidencia en reemplazo de Sucre, ocupando luego diversos cargos entre ellos prefecto de Potosí y de Santa Cruz y senador de la República.
Falleció en La Paz el 14 de julio de 1865, a los 83 años.
Cuando se escriba la verdadera historia de la Patria Grande, Pérez de Urdininea será reconocido como una de sus figuras importantes por su actuación tanto en la Argentina como en Bolivia.
*N. GALASSO – LOS MALDITOS DE LA HISTORIA ARGENTINA– Vol. IV – Pág. 263 – Ed. Madres Plaza de Mayo