Bauen. La Legislatura se mostró «preocupada» ante el inminente desalojo
Los legisladores porteños expresaron hoy su “preocupación” ante el “inminente desalojo” del Hotel Bauen y manifestaron el acompañamiento a quienes “organizados en forma cooperativa, defienden sus puestos de trabajo”.
“El desalojo podría significar la pérdida de 130 puestos de trabajo y, también, la interrupción de un proceso que demuestra y hace posible una forma alternativa de gestión empresarial desde una mirada social y colectiva”, advirtieron los legisladores en la declaración aprobada en el marco de la sesión ordinaria.
Allí, por iniciativa de los diputados de Nuevo Encuentro José Cruz Campagnoli y Edgardo Form, destacaron que “los trabajadores llevan años de lucha y autogestión, son exactamente 11 años de consolidación que dejan ver los grandes resultados de un esfuerzo colectivo por preservar los puestos de trabajo”.
El Bauen había cerrado sus puertas el 28 de diciembre de 2001 y sus trabajadores lo ocuparon para volver a ponerlo en marcha el 11 de marzo de 2003, conformando la cooperativa Buenos Aires una Empresa Nacional.
Hace dos semanas, durante el festejo del undécimo aniversario de autogestión, fueron notificados de que el inmueble deberá ser restituido a fines de abril a la empresa Mercoteles, que suponen relacionada con los dueños originales del establecimiento.
Vale recordar que la Legislatura porteña tuvo en sus manos varias oportunidades de una solución definitiva a este conflicto de haber aprobado las leyes de expropiación del inmueble. Varios de esos proyectos, por desidia o por conveniencia, fenecieron en los escritorios de las secretarías parlamentarias.
Plan de Lucha
En tanto, el jueves pasado, los trabajadores del Bauen se reunieron con miembros de organizaciones sociales, sindicales, políticas y culturales para establecer un plan de lucha contra el desalojo. Participaron del encuentro representantes de empresas recuperadas por sus trabajadores, que transmitieron su solidaridad y propusieron sumarse de distintas maneras a la campaña.
Federico Tonarelli, vicepresidente de BAUEN, dijo que “con todas las instancias judiciales agotadas sólo queda poner en marcha a la inmensa maquinaria de solidaridad que conforman todos aquellos que bancan nuestra experiencia cómo empresa autogestionada”. Y remarcó la necesidad de visibilizar el conflicto, “que todos aquellos que creían que esto ya estaba resuelto se den cuenta que hace falta dar esta última batalla, y que todos los que todavía no saben qué pasa acá se enteren”, señaló.
El integrante de la cooperativa apuntó “acá no sólo se discute nuestro derecho a trabajar, acá también queremos discutir la propiedad del inmueble, porque este hotel se construyó con créditos del estado nacional otorgados por la dictadura que nunca se pagaron”.
“Si le devuelven el hotel a los tipos que lo quebraron no sólo vamos a quedar 130 familias sin sostén, todos los trabajadores van a perder un ejemplo histórico de autogestión”, concluyó.
Por su parte, el abogado de la cooperativa, Diego Carbone, explicó que “la situación judicial es compleja porque hay un fallo del 2001 que ordena restituir el inmueble a la firma Mercoteles, y la cooperativa funciona desde 2003 con ese fallo encima”.
“En 2007 ese desalojo fue confirmado en segunda instancia, y desde entonces se sabía que era probable que llegue este momento, y aunque vamos a seguir buscando todos los mecanismos judiciales disponibles lo que hace falta es hacer visible esto a toda la sociedad”, añadió.
Carbone señaló que los propietarios cerraron el Bauen “en 2001 aduciendo que daba pérdidas, pero en 2003 los trabajadores entraron a un edificio arruinado y con su esfuerzo lo fueron convirtiendo en un hotel que hoy es claramente viable y le da de comer a 130 familias”.
Los cooperativistas de BAUEN comenzaron esta semana una campaña en la vía pública, medios de transporte y de comunicación para pedir que no se desaloje el hotel y se abra una instancia de negociación, en la que puedan tener la opción de comprar o alquilar el inmueble.