Carpa Villera: el apoyo de los comuneros
¿Qué dice Macri con la Carpa Villera? Hasta ahora, parece que no la vio. Esta es la tercera semana que una inmensa carpa integra la postal más porteña de Buenos Aires. Apostada frente al Obelisco, no pasa desapercibida para nadie. Excepto para Macri, sus funcionarios y los juntistas de la Comuna 1.
La ve la gente que se acerca, estampa su firma en el petitorio por la urbanización de las villas, se toma una foto apoyando la Carpa Villera, deja una moneda en la alcancía o dona yerba y azúcar para el mate. El mate es lo único que nutre a los huelguistas que se recambian cada cinco días.
En turnos de 5, 6 y hasta 7 personas, desde el 21 de abril, los vecinos nucleados en la Corriente Villera Independiente realizan una huelga de hambre líquida. Una protesta pacífica para reclamar que se cumpla con la Ley de urbanización de sus barrios.
Recambio de huelguistas
Martes 6 de mayo. Mediodía. Se inicia el recambio de los huelguistas. Rafael Klejzer, referente de la Corriente Villera Independiente, agradece el apoyo recibido de la comunidad, de partidos políticos y de organizaciones sociales. Luego denuncia a los funcionarios del Gobierno porteño que “no han atendido nuestro reclamo, no se han acercado. Pero sí enviaron a sus secuaces a los barrios a amedrentar a los vecinos. Amenazan que van a parar las pocas obras que se están haciendo, que van cerrar los jardines maternales y los comedores. Apedrean las casas de los referentes de la Corriente Villera”, relata y luego exclama: ¡No nos van a meter miedo! Ahora estamos más convencidos que nunca de la necesidad de transformar nuestros barrios y, en ese proceso, también transformar la realidad”.
A continuación, los huelguistas de la tercera camada entran cantando y entregan los pañuelos de la Corriente Villera Independiente a los siete compañeros que inician el ayuno. Cada uno tiene algo para decir.
«Por primera vez los villeros nos sentimos protagonistas, no porque hubo un operativo policial o un enfrentamiento entre narcos, sino porque salimos en los medios mostrando la realidad de nuestros barrios», relata emocionada Natalia, vecina de la villa 21-24 (Barracas). Luego le da la palabra al «Gitano», vecino de los monoblocks de Lugano y trabajador de una cooperativa, que se sumó a la huelga de hambre, «porque sé cómo se vive en estos barrios, que hay necesidades básicas como el agua, las cloacas o la luz».
«Hoy estamos aquí por la urbanización de las villas con radicación, es decir, queremos que se generen las condiciones de vivienda digna en los propios territorios», explica y asegura que «nunca había vivido una experiencia igual de solidaridad y compañerismo».
Le siguen las palabras de Victoria, María, Mónica y Susana, que rescatan la solidaridad, la contención, el cuidado de los médicos y agradecen a las personas que se acercan a la Carpa para expresar su apoyo.
El Grito de la Poderosa
La nueva tanda de huelguistas está integrada cuatro vecinos de las distintas villas porteñas, un militante de Marea Popular y dos miembros de La Poderosa, colectivo que edita la revista La Garganta Poderosa, «que se hizo con el mismo objetivo de la Carpa Villera: lograr que todos hablen de la urbanización», señalan.
“Entramos en la huelga de hambre porque sentimos que hay que profundizar la lucha que está dando la Corriente Villera. Que es un acierto histórico, que quedará grabado en la historia de la Ciudad”, dicen y agregan: “Hace dos semanas que no nos pueden acusar de hacer un piquete o un corte de calle. Esta es la comprobación de lo que sucede cuando no tienen argumentos para desviar la discusión ¡Ningún funcionario se acercó! Y la respuesta no es endurecer la medida, sino aumentar el número de huelguistas. Abrir las puertas para que seamos más los que gritamos desde este lugar legítimo. Sin banderías políticas ni intereses mezquinos”.
Finalmente, recordaron acongojados a Kevin Molina, el niño de ocho años asesinado durante tiroteo en el barrio Zavaleta. “Kevin no habría muerto si hubiese vivido en un barrio urbanizado. Él estaba en su casa, refugíandose de las balas, cuando una lo alcanzó. Hace ocho meses que nos mataron a Kevin y nadie nos da una respuesta”, aseguran.
La voz de las Comunas
La Comuna 1, donde se aloja la Carpa Villera, está integrada por una notable disparidad de barrios: Puerto Madero, Constitución, Monserrat, San Nicolás, San Telmo, Retiro y el barrio Padre Carlos Múgica o Villa 31.
La Villa 31 se emplaza a escasas cuadras del Obelisco, al igual que la Jefatura de Gobierno porteña y la sede de la Comuna 1. Es uno de los asentamientos más grandes de la Ciudad, donde habitan alrededor de 70.000 personas. Es también un bastión político por excelencia: el clientelismo se revela obscenamente y los votos se disputan palmo a palmo. Las promesas de urbanización datan de tiempos lejanos. Por este sueño, la triple A, arrebató la vida del Padre Carlos Múgica en la década del 70 y decenas de militantes villeros desaparecieron durante de la Dictadura Cívico-Militar.
Desde el 2009. la Ley de urbanización trata de sortear el entramado burocrático para ponerse en marcha, pero no la dejan. Mientras tanto, sus habitantes deben soportar condiciones de vida deplorables.
Las flamantes juntas comunales, estrenadas en 2010 no son ajenas a esta realidad: cada comuna tiene su villa. Por esta razón, algunos juntistas se solidarizaron con la Carpa Villera. Estuvieron presentes: Paula Ressels miembro de la Comuna 11; Miguel Bayo, de la Comuna 4; Patricia Machado, de la Comuna 5; Martin Iommi, de la Comuna 6; Jorge Sanmartino, de la Comuna 7, Basilio Soutis, de la Comuna 13; Carlos Mendez, de la Comuna 15; Marcelo Charlon, de la Comuna 14; Luciano Umerez, de la Comuna 2 y Alejandra Camiña, de Comuna 8. Y ningún juntista de la Comuna 1, donde está emplazada la Carpa.
«Estamos en una ciudad que excluye, que intenta hacer constantemente negocios privados en los espacios públicos, como pretende ahora hacer con los bares en las plazas», indica Paula Ressels y se compromete a acompañar la lucha poniendo el cuerpo en la huelga de hambre.
Resistencia contínua
Los integrantes de la Carpa Villera permanecerán acampando en el Obelisco por tiempo indeterminado, en reclamo de la urbanización de las villas, con debates y la actuación de grupos musicales, como lo hacen desde hace 17 días.
«Vamos a permanecer hasta que nos den una respuesta», afirman y aseguran que continúan «con la moral alta en la pelea por mejorar nuestras condiciones».
Hoy, hubo una charla sobre «Criminalización de la protesta», a cargo de María del Carmen Verdú, titular de la Correpi, y luego actuaron los Jamaicaderos y La Resaca Boheme.
Mañana jueves, a las 19, se realizará un debate sobre arquitectura y urbanización, con especialistas bajo el título «Cuál Urbanización».
El viernes, a las 14, habrá una radio abierta; a las 18 una charla a cargo del diputado Pablo Ferreyra, sobre Acceso a la Justicia y Violencia Constitucional y a las 20 actuará el grupo «Karavana» y «Los tambores no callan».
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Notas relacionadas:
Los acompaño con el alma y y el corazon ·YO APOYO LA CARPA VILLERA.
Y a mi amiga y maestra mis felicitaciones SEÑORA PAULA RESELLS