Gráfica Suárez: historia de una empresa recuperada
por Rafael Gómez
A mediados de mayo de 2012 estalló el conflicto. Siete obreros -cinco hombres y dos mujeres- cambiaron la cerradura de la fábrica y tomaron el lugar. Así, mediante este trámite aparentemente sencillo, cambiaron sus vidas para siempre. ¿Qué hicieron? Dejaron al patrón afuera. Cambiaron las férreas y traumáticas relaciones de producción capitalistas, consideradas inalterables. ¿Qué prodigio sucedió en la modesta fábrica Suárez para que se lograra un cambio tan enorme?
La gráfica Suárez Hermanos fue fundada por una familia española hace 75 años en el barrio de Liniers. Creció y funcionó bien hasta la tercera generación de dueños, luego hubo cierta decadencia, distintos criterios, otras ambiciones, y distintas características de gestión que perjudicaron a la empresa. Sucedió entonces la clásica lucha de clases e intereses enfrentados. Los dueños iban por el vaciamiento, el cierre y la venta del inmueble, para salvar el capital; los obreros iban por la recuperación de la empresa para salvar la fuente de trabajo. En mayo de 2012, la situación era la siguiente: había la mitad de los sueldos en negro, falta de aportes jubilatorios, retrasos en los pagos de haberes, deudas de vacaciones, deudas con proveedores, reducción de horas de trabajo, y parte del inmueble -el depósito- ya había sido vendido. Todo se estaba cayendo para los obreros de Suárez, y era inminente la venta de las máquinas, cuando decidieron cambiar la cerradura y permanecer en la fábrica haciendo guardias de 24 hrs.
Suárez Hermanos se transformó después en Trabajadores Suárez, una fábrica sin patrón, una empresa recuperada del abismo y gestionada por sus propios trabajadores. ¿Pero cómo fue la transición? Aquellos obreros que resistieron en la fábrica hicieron una cooperativa de trabajo para seguir produciendo. Apostaron a la calidad. Iniciaron un expediente legal contra los dueños, reclamando deudas y obligaciones. ¿Eso fue todo? ¿Así se explica la transformación? ¿Hubiera sido concebible hace veinte años? No.
La explicación aparece el miércoles 21 de mayo de 2014, al mediodía, cuando la cooperativa Trabajadores Suárez festeja su segundo aniversario. Llueve a cántaros cuando el Periódico VAS llega a la gráfica de la calle Acassuso 6937, barrio de Liniers. Desde el Centro son 18 kilómetros, calles en reparación, 50 minutos de viaje. Sin embargo, a pesar de la lluvia, del día hábil y las distancias, han llegado treinta personas. Reciben los siete obreros fundadores, quienes hicieron la resistencia y formaron la cooperativa: Juana Ajalla, Alberto Enna, Gabriel Enna, Alejandro Rodríguez, Francisco Godoy, Rubén Debenet y Norma Tita Burgos. Hay una mesa alargada, tendida en la entrada del taller, con gaseosas, sándwiches y empanadas, como en un cumpleaños familiar. Clima cordial. Se hace silencio, y el presidente de la cooperativa Francisco Godoy explica elípticamente la transformación. No es una explicación formal. Godoy agradece a los presentes: a la militancia que puso el hombro; a la cooperativa Consol; a la Red Gráfica, una cooperativa de imprentas; a los abogados que militaron el trámite legal; al contador; al programador; al banco Credicoop, que les abrió una cuenta; a dos empleadas de Desarrollo Social; al Ministerio de Trabajo; al sindicato; y a los nuevos clientes que, sin conocer a los trabajadores de Suárez, apostaron por el emprendimiento autogestivo. En estos dos años, la cooperativa Suárez creció: de siete a nueve miembros, y da trabajo a tres personas más. Aplausos y brindis.
Conclusión. El asombroso cambio de las relaciones de producción capitalistas en la modesta fábrica Suárez fue sostenido también por los invitados. Pero no sólo eso, sino que las organizaciones y entornos de los presentes (las cooperativas, las escuelas y universidades, los sindicatos, las estructuras jurídicas y ejecutivas del Estado) fueron modelados durante más de un siglo por intensas luchas sociales, sufrimientos, teorías, huelgas, panfletos, crisis financieras, libros, revoluciones y guerras. Todo esto generó una cultura de la autogestión y de empresas recuperadas. Tal vez una forma para llegar a una sociedad más justa, alegre y solidaria, que crezca desde el pie o desde una sencilla fiesta de cumpleaños.
ejemplo de vida en la lucha contra el neoliberalismo capitalista
No se olviden que nosotros luchamos por ustedes y a la par. Que también fuimos estafados por terceros. Qué raro esto…es todo política lo que se habla mientras sufría el duelo de mi papa, y el duelo porque era un laburante como ustedes ,vivíamos en calle de tierra y no lo veía en toda la semana..excepto los domingos. No creí que iba a ver esto. Me da mucha pena cuando siempre mi viejo se portó bien hasta iba a la cancha con ustedes. Se y le doy valor a las cosas como usds numero 1121720201. Myriam Rosana Suarez
Gracias por contestar..podríamos mi hermano y yo haber cerrado le irnos,muchos lo hicieron, Soy la 3 generación de Rafael y mi viejo del mismo nombre, o sea, mi papa, me enseño la humildad y también luchamos para que se queden ustedes. Hasta puse plata mía para pagarles meses. Tengo los recibos aún. Nunca luche por sacar algún provecho material
Estoy muy orgullosa de los valores que me dejo mi viejo. Y mi vieja cobra la pensión mínima y su jubilación igual. LOS HIJOS DE Rafael Suarez nunca nos llevamos NADA. ES FEO QUE DIGAN POR INTETESE ECONOMICOS, CUANDO SABEN BIEN QUE EL UNICO INTERES FUE NO CERRARLA POR USYEFES A QUIEN CONOZCO DE CHIQUITA Y SIEMPRE CREI QUE ETAN BUENAS PERSONAS Y SE merecían SEGUIR EN HONOR A MI VIEJO . Y PIR QUE CREI EN USTEDES
NADA FUE FACIL PARA MI. Y MI VIEJA DISCAPACITADA. QUIERO QUE LO ACLAREN . MYRIAM ROSANA SUAREZ. Y GRACIAS
Me pueden decir que conflictos tuvieron cuando se recupero la empresa (ayuda es para un trabajo de la escuela)