Parque Chacabuco: la privatización del espacio público
por Cristina Sottile
La definición del espacio público no es una sola, ya que el tratamiento que se le da al mismo, y sus potencialidades según las distintas gestiones lo convierten en terreno de disputa, y también en objeto de disputa en lo relativo a su uso, cuidado, finalidad, mantenimiento, e implementación de medidas de seguridad.
El espacio público está cruzado de múltiples significados no explícitos: estas construcciones en el plano de lo simbólico tienen tanto peso en la concepción del espacio público como aquellas escritas en papeles. Y ambas son ideológicas: responden a un ideal de sociedad, de vida, de utilización de recursos, y hasta a un modelo de paisaje urbano, que es el paisaje en que se vive.
La cuestión del paisaje urbano, es necesario decirlo, no solamente tiene un sentido estético, sino que el paisaje es determinante de las tramas y lazos sociales que se construirán en este escenario: un barrio de casas bajas o edificios pequeños, con calles que impidan el tránsito rápido, y con comercios minoristas en el entramado, favorece la formación y refuerzo de redes sociales, ya que facilita el encuentro y el conocimiento; sucede lo contrario en los barrios donde predominan las torres.
Los parques y plazas, en particular, además de tener un rol ecológico indispensable para la vida, son nodos particulares en los que las personas se encuentran en momentos destinados para el descanso: son lugares de juego, en algunos casos el único contacto con la Naturaleza, espacios de expresión artística y todo aquello que podemos imaginar relacionado a un espacio verde. Son sitios que se transitan, se cruzan, lugares en los que se llevan adelante asambleas de vecinos y que son elegidos en épocas electorales para contar las propuestas de los candidatos.
Todo esto lo sabemos y lo vivimos, pero también hay un aspecto de los espacios públicos en general, y de los espacios verdes en particular, que tiene que ver con una mirada proveniente de los regímenes dictatoriales y neoliberales. De esta asociación ideológica nefasta, heredamos, en el primer caso, la visión del espacio público como lugar a controlar: las plazas secas (el modelo Cacciattore, de cemento) responden a esta concepción, ya que se pueden detectar allí las reales o imaginarias actitudes peligrosas.
Del neoliberalismo, que abraza con entusiasmo esta mirada y estética dictatoriales, heredamos además la vocación de negociar con cuanto bien público caiga en sus manos. Tenemos presente y no debemos olvidar el sangriento desguace del Estado de los ’90, que empobreció al país (excepto a unos pocos). Y este mismo limitado criterio, que pregona que todo debe tener una utilidad económica, es el que determina ciertas políticas municipales en la CABA.
Los espacios verdes están relacionados con nuestra calidad de vida, pero desde la mirada mercantilista vinculada al empresariado de la construcción son vistos como terreno desperdiciado. Terreno muy caro desperdiciado en árboles, pasto, y para colmo todo gratuito.
Obvian la cuestión de que todo esto en realidad pertenece a todos los que en la CABA pagamos impuestos, aun los que no viven pero transitan por ella, y por supuesto obvian el derecho a la recreación, la cultura, la calidad de vida y el ambiente sano.
A la manera de Roca, que avanzó sobre un “desierto” que no era tal, para apropiarse y obtener utilidades económicas para sí, sus amigos y socios políticos, se avanza desde el Estado municipal sobre los espacios verdes de la CABA, para detrimento estético de los mismos y para menoscabo de la calidad de vida de los porteños.
Se avanza sobre parques diseñados por Thays, destruyendo el diseño, talando árboles sin piedad, retirando estatuas que no vuelven a aparecer (el verbo no es casual), y dan cuenta de esto las rejas de Parque Centenario, los ginkgos de Parque Rivadavia asesinados, y los titanes del monumento a la bandera de Plaza Colombia, obra del maestro Vergottini.
Caso Parque Chacabuco
Y ahora, veamos en particular el Parque Chacabuco. Este parque, en su versión original con su bellísima glorieta de rosas, fue destruido por la gestión Cacciattore y la inserción brutal de la autopista. La destrucción continúa. En Diciembre de 2010, se tuvo en la Comuna 7 la primera noticia de la avanzada “cementadora”. En un mes donde el Parque se necesita, aparecieron vallados y máquinas destrozando árboles y cercando los espacios de recreación. Una interpretación es que en los países del Primer Mundo las obras se hacen en verano, pero esto sucede en lugares donde el invierno cubre todo de nieve. La otra interpretación, la local, es que en ese mes es más difícil articular acciones de oposición debido al período de vacaciones, la feria judicial, y el calor, que no es poco decir.
En 2011 se presentó el primer recurso de amparo, y el juez Gallardo ordenó detener las obras. Ya era tarde para la mayor parte de la arboleda involucrada, de todos modos.
En 2013, el Parque vuelve a ser intervenido para su “adecuación” (cuando en la Comuna consta que es perfectamente adecuado para sus usos históricos), y en contra de las declaratorias del Consejo Consultivo se abren dos entradas para vehículos, medida que aumenta la inseguridad del lugar por a la circulación de motos.
Ahora en 2014, la novedad anunciada por Larreta, jefe de gabinete del Gobierno porteño, como si fuera algo bueno y debiéramos alegrarnos, es el intento de ubicar un bar dentro del Parque. A los argumentos esgrimidos por la negativa, responde que “se va a hacer porque es Ley”. Cabe acotar que la Ley enuncia cuales son las condiciones del parque en que se podría instalar un comercio de esta índole, pero no obliga a su instalación.
Apelando a la democracia participativa vigente en la CABA, hay al respecto una declaratoria del Consejo Consultivo en el que este organismo se expide en plenario negándose terminantemente a la instalación de un bar. Por tres motivos: 1) Se relevaron en los alrededores del Parque más de 30 establecimientos, que se verían perjudicados por una competencia desleal que se instala en un terreno público y en un local construido con el dinero de nuestros impuestos: tres millones de pesos. 2) Debajo de la autopista existe un bar concesionado que funciona muy mal: que adecúen ese. 3) No se quieren más recortes en los espacios verdes del Parque, se apela al derecho de medio ambiente sano.
Como broche de oro, o avanzada del bar, en los últimos meses vimos instalar en la hermosa entrada del Parque -avenida Asamblea esquina Emilio Mitre- un cubo amarillo que dice ser estación saludable: un baño químico, como si se pusiera el baño en la puerta de casa. Esto es ofensivo, atenta contra el pudor de quien necesite usarlo, y es la destrucción del paisaje del barrio de manera discrecional, antidemocrática y por supuesto autoritaria. El baño bien podría haber sido colocado bajo la autopista, o en la entrada de la Metropolitana, o en el hall del subte E, o en el espacio que la Comuna tiene sobre Emilio Mitre.
Para mayor burla se instala, en un barrio donde la basura no se recoge, o se recoge mal, donde los contenedores son pocos y están en malas condiciones, un “punto verde”, que no es otra cosa que una oficina de recolección de basura atendida por unos chicos con camiseta amarilla. Ellos adjudican la responsabilidad de la mala recolección a la empresa: ¡pero a la empresa recolectora la controla el Estado!
En manos de los vecinos
Los vecinos han hecho informes y presentaron soluciones alternativas, pero no fueron tomadas en cuenta. Ahora esperan que este mes el señor Peña exponga su informe y determinaciones. Este señor es el presidente de la Junta Comunal, pero da la impresión -por sus respuestas a las preguntas formuladas- de que no está en el tema o lo desconoce.
Conclusión. Los vecinos siguen organizados y vigilantes, porque no quieren más “intervenciones” ni “adecuaciones” en el Parque Chacabuco que respondan a intereses económicos privados y vayan en perjuicio del barrio, de la economía local y de la calidad de vida de la gente.
Fotos: Revista Underground
Podes participar por Faceboock en: Red Interparques
No a los bares en los parques
QUISIERA QUE ME INFORMEN DONDE Y CUANDO SE REÚNEN PARA EVITAR LOS CAMBIOS EN PARQUE CHACABUCO. PERTENEZCO A ÉSTE BARRIO Y NO QUIERO MODIFICACIONES.
MUCHAS GRACIAS
IGUAL QUE BATRIZ ME GUSTARIA SABER CUANDO SE REUNEN.
POR FAVOR PASENME EL DATO
Quisiera saber que es lo que se empezó a hacer hoy, 21 de junio de 2017, en el parque chacabuco. Hay una zona cercada. Gracias