La trampa electoral
por Movimiento Comunero
El 4 de Marzo de este año, ante la evidente imposibilidad de implementar la boleta electrónica, se presentó un proyecto para eliminarla. En ese proyecto, sin que existiera ningún motivo, se modificaba un artículo electoral básico de la ley de Comunas. Se hizo sin que la opinión pública se entere, subrepticiamente, aprovechando el impacto mediático de la anulación del voto electrónico, para enmascarar la modificación. Solo los legisladores Bodart, Ramal, Bergel y Vera denunciaron esta maniobra.
El artículo 20 de la Ley Orgánica de Comunas Nº 1777 establecía que las elecciones comunales debían hacerse en boletas separadas, cuando coincidieran con la celebración de otras elecciones. Esta norma respondía a la necesidad de que la población identificara con toda claridad que estaba votando a los gobernantes de una institución nueva y autónoma del Gobierno de la Ciudad: las Comunas. Con la modificación que se hizo de la ley el vecino NO sabe que está votando un gobierno barrial diferente del gobierno central. Al incorporar los candidatos a comuneros en una lista sábana encabezada por los candidatos a Jefes de Gobierno, lograron, una vez más, que la elección comunal quede encubierta y desfigurada por la elección mayor.
Y decimos una vez más, porque antes de la primera elección de Juntistas Comunales o comuneros, los legisladores, en una muestra de notable hipocresía, también modificaron el párrafo indicado, diciendo que sería «por única vez».
Durante los cuatro años de la primera gestión comunal se produjeron varios hechos sintomáticos muy significativos como:
No se le transfirieron a las Comunas ni funciones ni recursos.
No se permitió que las Juntas Comunales funcionaran con autonomía del gobierno central.
No se les otorgó a los Consejos Consultivos Comunales el papel que le asigna la ley: Organismos Públicos de Participación Popular, encargados de elaborar participativamente el presupuesto y plan de acción comunal.
No se realizó difusión sobre la función real de las comunas, tampoco se llevó a cabo una campaña publicitaria para informar pública y profusamente la existencia y el significado del poder comunal.
Entonces, cabe preguntarse: ¿qué tienen las Comunas para generar semejante resistencia?
La respuesta es relativamente simple: las Comunas son un poder local democrático que posibilita a los vecinos participar de las decisiones sobre lo que quiere que se haga o deje de hacerse en sus barrios. Puede asimismo ejercer el control sobre esas acciones y sobre el manejo de los fondos públicos por parte de los gobernantes.
Si las Comunas estuvieran funcionando como debieran, vos podrías proponer formas de mejorar el espacio público y su higiene y seguridad, podrías plantear maneras de mantener mejor el arbolado, las veredas y calles, podrías controlar que los edificios y habilitaciones comerciales cumplan con las normas vigentes, podrías exigir mejoras en la educación y la salud, podrías saber cuánto y en qué se gasta el dinero público, etc.
Pero para que las Comunas se desarrollen, es necesario elegir Juntistas Comunales o comuneros que estén dispuestos a facilitar la participación vecinal en las decisiones y a gobernar junto con los vecinos para que estos sean protagonistas del cambio cultural que implican las COMUNAS.
Por eso, en estas elecciones el Movimiento Comunero te propone que NO VOTES pensando solo en el Jefe de Gobierno o en los Legisladores. Que tu elección de la Junta Comunal (tercera categoría de la boleta) NO sea arrastrada por las dos anteriores.
Con tu voto liberado de la lista sábana, podrás llevar al gobierno comunal a alguien comprometido con una democracia real, participativa y de cercanía, que trabaje para y con los vecinos.