«Ahora las víctimas tienen voz»
Isabel Yaconis, integrante de la Asociación Madres del Dolor y mamá de Lucila, asesinada en 2003 en un intento de violación, destacó el «valor y significado» de la multitudinaria movilización realizada ayer bajo la consigna «#Ni una menos» y dijo que «ahora las víctimas tienen voz y pueden denunciar los casos».
«En el 2003 no se hablaba de violaciones, de violencia de género. Ahora las victimas de violación tienen voz, no como antes que se decía: ‘por algo habrá sido'», dijo Yaconis.
El 21 de abril de 2003, la joven Lucila Yaconis, de 17 años, fue atacada por un hombre que intentó violarla en el barrio porteño de Núñez cuando volvía del colegio, y como la chica resistió la violación, el atacante la mató tapándole la boca y la nariz, según relata la causa.
Isabel señaló que cuando estuvo en la primera audiencia del juicio por el asesinato de Angeles Rawson, comprobó «con dolor» que las dos muertes se habían producido por asfixia por sofocación y que ambas jóvenes «murieron defendiendo su integridad sexual».
«En el 2003, a partir de una muestra de semen que se encontró en el uniforme de Lucila, se elaboró un ADN y pensé que se iba a cotejar con las muestras del agresor, pero en aquel entonces me encontré con un paredón terrible que nunca nos dejó avanzar», afirmó.
«Hoy la mujer tiene voz en los campos laborales, en el Congreso y creo que toda la propuesta de ayer está muy bien dada», acotó.
Isabel habló además de llevar adelante los términos de la ley aprobada en 2012 que agravó la pena de homicidio de una mujer o persona trans cuando esté motivado por su condición de género.
La pena indicada en la norma es la perpetua, mayor que la condena por homicidio, fijada entre 8 y 25 años, pero mantiene el mismo criterio que en los casos en que el homicidio tiene el agravante de tratarse del cónyuge.
Ni una María Soledad más
Ada de Morales, madre de la joven estudiante María Soledad Morales asesinada el 8 de setiembre de 1990 en Catamarca, participó en la movilización contra la violencia de género y femicidios, y dijo que le recordó «cuando hace 25 años marchamos con amigos de Sole y la comunidad».
«He acompañado a todas las mujeres de Catamarca, del país y del mundo, quienes reclaman justicia», manifestó.
«Todo esto me trajo el recuerdo cuando hace 25 años marchamos junto a compañeros, amigos de Sole, y la comunidad», recalcó y diferenció que «este nuevo movimiento no tiene nada que ver con política, sino con la justicia».
«No quiero que la triste historia que me tocó vivir a mi, mi familia, amigos y compañeros de Sole, se repita de nuevo», señaló en referencia al crimen por que fueron condenados Guillermo Luque y Luis Tula y exhibió la connivencia entre el sector político y policial de la provincia.
«Los acompaño en todo el dolor, y como familia uno queda mal para toda la vida pero a pesar de estar mal de salud yo quería estar presente», indicó Ada Morales.
La mujer pidió que «se siga luchando todos los días contra la violencia, y que se haga justicia por todos los casos que aún no fueron esclarecidos».
Una sociedad que vibra
La presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (Feim), Mabel Bianco, consideró que la movilización #NiUnaMenos “demostró que la familia y la sociedad argentina vibran con este problema”.
“Lo de ayer fue muy emocionante. En varios momentos se me cayeron algunas lágrimas porque no pensé que iba a pasar algo tan importante”, manifestó sobre las 200 mil personas que se concentraron frente al Congreso Nacional y en 80 localidades.
“Se demostró cómo la familia y la sociedad argentina vibran con este problema, ya no pueden decir que somos las locas de siempre”, añadió.
La activista ssotuvo a que la lucha contra los femicidios y la violencia de género “ya no es la misma” tras la movilización e instó “a a pensar cómo seguir adelante para que no se nos caigan los brazos”.
“No podemos perder ni un minuto más y espero que se empiece a trabajar en el registro de femicidios y los protocolos, las guías y procedimientos sobre las denuncias o cómo actuar con una mujer que llega a un hospital con un traumatismo dudoso”, comentó.
“Se necesita un modelo de atención para que las mujeres y las familias no queden desprotegidas”, indicó.
Cifras que estremecen
Más de 61 mil casos de violencia de género y 1.700 abusos sexuales fueron denunciados en los primeros cuatro meses de este año en la provincia de Buenos Aires, señlarono desde la Dirección General de Coordinación de Políticas de Género dependiente del Ministerio de Seguridad.
Según las cifras del área, de la que dependen las 100 comisarías de la Mujer y la Familia, entre el 1 de enero y el 30 de abril de 2015 se registraron un total de 61.322 denuncias de violencia familiar y 1.724 de abusos sexuales.
En lo que respecta a las víctimas, 47.139 de ellas fueron mujeres, 2.189 menores de edad; y 15.442 hombres, 1.138 menores.
Además, un total de 10.475 casos finalizaron con lesionados y 9.198 sólo llegaron a amenazas, precisó un informe del Ministerio de Seguridad provincial.
Con respecto al tipo de denuncias, 33.979 fueron por agresiones verbales, psicológicas o emocionales; 12.261 por violencia física; 4.549 por violencia económica o patrimonial; 650 por abusos sexuales y el resto por otras cuestiones.
Del total de denunciados 19.431 son ex cónyuges o ex concubinos; 14.550 son esposos o parejas convivientes; 4.461 novios o parejas no convivientes; 3.596 ex novios; 2.804 novios; 2.328 hermanos; 1.647 padres; 1.423 madres y 4.312 demás parientes, entre otros.
La información oficial destacó que durante la gestión del ministro Alejandro Granados se abrieron 35 nuevas comisarías de la Mujer y la Familia, y está planificado llegar a completar 135 en todos los municipios a fin de año con al menos.
Estas comisarías constituyen un espacio institucional de orientación, atención, contención y asesoramiento para las víctimas de violencia de género y grupos vulnerables abiertas las 24 horas.
Para ello cuentan con personal policial especializado y con equipos interdisciplinarios integrados por psicólogos, asistentes sociales y abogados.
Fuente/fotos: Télam