Perseguir Justicia
por Mariane Pécora
Año 1975. La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declara el 8 de marzo Día Internacional de la Mujer.
Año 1977. La ONU proclama esa fecha Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. Varios países oficializan esta conmemoración dentro de sus calendarios. Uno de ellos fue el nuestro. Mientras tanto, el gobierno de facto, instaurado a partir del Golpe de Estado cívico-militar de 1976, violaba, abusaba, torturaba y asesinaba a miles de mujeres en los centros clandestinos de detención. Mientras tanto, todos los jueves, un grupo de mujeres comenzaba a circular alrededor de la pirámide de Plaza de Mayo. Denunciaba el terrorismo de Estado. Exigía la aparición con vida de sus hijos e hijas.
Eran las Locas de Plaza de Mayo. Hace cuarenta años que marchan pidiendo verdad y justicia. Son las mujeres que gestaron esta democracia golpeada, avasallada, engañosa, putañera, pero democracia al fin.
Año 2016. Buenos Aires. Tórrido jueves de febrero. En el trayecto de Diagonal Sur hacía Piedras evoco el mito de Sísifo: rostros angustiados, llorosos, sufrientes. Personas que acaban de perder su trabajo. Edificios públicos saturados de policías. Gente evacuada del edificio de la Jefatura de Gabinete por un principio de incendio. Bomberos que no llegan. Siento que ya viví esto, que la carga del pasado se desploma sobre nosotros. Al doblar por Piedras una brisa fresca me abraza, dos cuadras más allá está la sede Madres Línea Fundadora. Ellas no viven allí, pero hay olor a comida, voces infantiles y ruidos en los pasillos. Un cobijo familiar en una zona plagada de oficinas. ¿Ellas eligieron ese edificio o el edificio las eligió a ellas?
En las paredes cuelgan las fotografías de Azucena Villaflor, Teresa Careaga y María Ponce. Madres detenidas y desaparecidas nada menos que en 1977, luego de ser “marcadas” por Astíz en la Iglesia de la Santa Cruz. En la vitrina, junto a los premios y reconocimientos, se destaca la foto Pepa Noia. Una de las catorce mujeres que el 30 de abril de 1977, recorrió la Plaza de Mayo, dando inicio a las Marchas. Pepa partió el año pasado, sin encontrar a María, su hija detenida y desaparecida en 1976.
En otra sala, una joven inglesa espera a Mirta Baravalle, está haciendo un ensayo fotográfico sobre su vida. Intercambiamos unas palabras. Se siente el ruido de una cerradura. La silueta de Mirta aparece en el vano de la puerta, delgada y blanca. Acusa 90 años y hace cuarenta que busca a su hija , secuestrada y desparecida cuando cursaba un embarazo de cinco meses. Su cuerpo se ve cansado, pero no su ánimo.
Nora Cortiñas, me avisa que demorará en llegar. Viene en tren desde Castelar, en Once toma el subte hasta Piedras y desde allí camina a la sede de madres. Hoy llegará acarreando una valija, por la noche viajará a Neuquén. Tiene 85 años. Ayer, miércoles 24 de febrero, participó en el primer Paro Nacional a este Gobierno, organizado por la Central de Trabajadores de Argentina. Marchó, con cuarenta grados de sensación térmica. Estuvo a punto de sufrir un golpe de calor. Se repuso y hoy, que es día de ronda, marchará junto a Mirta. Su hijo, Carlos Gustavo Cortiñas, está detenido-desaparecido desde 1977, todavía lo busca, como busca justicia.
Tras un cuarto de hora, la veo llegar. Es pequeña, apenas alcanza el metro treinta, pero parece gigante, desborda vitalidad. Está apurada, desparrama su bolso en un sillón, saluda con entusiasmo, pide que le guarden la valija, habla de ir a retirar plata al cajero de la vuelta: “apenas me quedan 1000 pesos”, dice. Luego se sienta frente de mí, me mira fijo, le pregunto sobre el significado de estos cuarenta años de lucha, de marchas, de resistencias.
El crimen de crímenes
“La consigna en este cuarenta aniversario del golpe de Estado cívico-militar-religioso será No olvidar. No olvidar que la represión estuvo dirigida a toda la sociedad, militante o no militante”, enfatiza y agrega: “La desaparición forzada de personas es el crimen de crímenes. Al ser privada de todos sus derechos, la persona pasa de ser o no ser”. Con voz firme y los ojos humedecidos, continúa: “Por eso es fundamental que se abran los archivos, tenemos derecho a saber que ocurrió con nuestros hijos, tenemos que permitirle a los jóvenes encontrar su verdadera identidad”.
Deuda externa
Las secuelas del terrorismo de Estado son profundas, nos atraviesan como sociedad. Nora Cortiñas sostiene que la Dictadura, contrajo deuda externa ilegítima: “Con ese dinero se montó la estructura represiva”, dice y agrega: “Esa deuda ilegítima es la que aún estamos pagando, con el megacanje, con los fondos buitres… Si hoy estamos empobrecidos es porque se siguió pagando una deuda que nunca se debió haber reconocido como legitima. Y que ningún gobierno, salvo el de Alfonsín, se atrevió a cuestionar. Cuestionarla le costó el cargo a Bernardo Grispun, el único ministro de economía que intentó investigarla. Los que vinieron después siguieron pagando y endeudándose más para pagar. Cada dólar que se paga es un niño con hambre”.
Macri
“Si tiene fibra humana tiene que empezar a mirar con otros ojos, a escuchar con otros oídos y sobre todo a sentir un poco”, responde Nora a la hora de opinar sobre Mauricio Macri y advierte: “No tiene ninguna experiencia en materia de Derechos Humanos. Al contrario, está bastante alejado. Sería bueno que vaya conociendo nuestro largo caminar de 40 años. Es importante que tome conciencia de que debe gobernar sin venganzas y sin odios.”
Obama
Al momento de esta entrevista, el Gobierno nacional anunciaba la visita Obama nuestro país. Como una provocación, el presidente norteamericano pisaría estas tierras durante la conmemoración del 40 aniversario del Golpe de Estado de 1976. “Las Madres de Línea Fundadora repudiamos la visita de Obama a nuestro país y no participaremos de ninguna invitación que nos haga llegar”, anticipa Nora y se explaya: “Obama es el presidente de un país responsable del terrorismo de Estado. No sólo en nuestro país, en toda América Latina. No olvidemos que el ex secretario de estado norteamericano, Henry Kissinger, visitó a nuestro país en 1977 para respaldar a una Dictadura que dejó la cifra de 30.000 desaparecidos, más allá que haya un loco que quiera distorsionar los números.” Macri lo invitó a participar del acto en la ex Esma. El repudio de los organismos de Derechos Humanos y una carta escrita por el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, hicieron que Obama cambie de rumbo. El 24 de marzo visitará la ciudad de Bariloche, -pisará los cientos de pañuelos pintados en el centro cívico que homenajean a los detenidos desaparecidos durante la Dictadura cívico-militar-.
Lopérfido
En enero de este año, el actual ministro de Cultura porteño, Darío Lopérfido,[1] cuestionó la cifra de desaparecidos en nuestro país, cuando aseveró que en Argentina no hubo 30000 desaparecidos, sino que ese número se arregló en una mesa cerrada con el fin de obtener subsidios. La primera en salir al cruce de esta versión fue Nora Cortiñas: “No tiene noción de lo que es la desaparición forzada de personas. Parece que hubiera vivido en otro país y no se hubiese enterado de lo que pasó en Argentina. Demuestra su total ignorancia en lo que hace al desarrollo de los Derechos Humanos. Es una mala persona y, si tiene dignidad, tendría que renunciar, correrse de la escena de Gobierno”.
El pedido de renuncia se replicó. El 22 de febrero, artistas, trabajadores de la cultura y organismos de derechos humanos presentaron una carta al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, solicitando la renuncia de Lopérfido. Una semana tardó Larreta en decir no y disculparse en nombre de Lopérfido ¿Por qué lo protege Larreta?, muy simple, Lopérfido es hijo político de Bartolomé Luis Mitre, propietario del diario La Nación, diario que impulsó y protege al Gobierno PRO.
La Marcha
15.30. Mirta y Nora se alistan para ir a la Plaza. Salimos a la calle, el calor ha cedido un poco, una brisa fresca llega desde el río. Camino junto a ellas, sus pasos son firmes, raudos. Llevan en las manos los pañuelos con el nombre de sus hijos. Como en una ceremonia, al ingresar a la plaza los colocan en su cabeza. Caminamos hacia la pirámide. La ronda es nutrida. Marchan mujeres, niños, hombres, representantes de asambleas ambientales, de pueblos originarios, activistas, artistas, estudiantes… Las Madres fueron un semillero. Marchan, no sólo por los 30.000. Marchan por nosotros. Persiguen Justicia.
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[1] Darío Lopérfido fue secretario de Cultura y Comunicación durante la presidencia de Fernando De La Rúa, redactó el llamado a Estado de Sitio, que hizo eclosionar ese Gobierno en 2001, y en la actualidad está casado con la actriz Esmeralda Mitre, hija del propietario del diario La Nación.
Fotos: Johan Ramos