Las Galerías Güemes y Cortázar
Cristina Peña
Se encuentra calle Florida, a metros de calle Luis Saenz Peña (más conocida como diagonal norte). El edificio se debe a un encargo que los salteños David Ovejero y Víctor y Emilio San Miguel, le hicieron al arquitecto Francisco Gianotti. Cuando se terminó de construir, en 1915, se conviertó en el edificio más alto de la ciudad.
Durante mucho tiempo fue el orgullo de Buenos Aires. Su arquitecto, que había estudiado en Turín y llegado a la Argentina en 1909, tomo como modelo a las galerías Vittorio Emmanuele, de Milán. Gianotti fue también quien diseñó el café El Molino y el Banco di Napoli (Maipú y Diagonal Norte).
En esta galería se concentraron las actividades comerciales y financieras de la Buenos Aires de entonces. Pero también fue un espacio de recreación, ya que en uno de sus subsuelos se construyó un teatro, que generalmente estuvo destinado al género picaresco. La doble altura de la galería y las dos grandes cúpulas de claraboya, situadas entre los cuerpos del edificio, crean un ambiente sugestivo y de gran interés espacial.
Las Galerías Guemes pasaron a la historia gracias a Julio Cortázar, que las eligió como escenario de «El Otro Cielo», relato con el que cierra su obra «Todos los fuegos el fuego». El protagonista de ese cuento da una particular versión de la galería, «hacia el año veintiocho, el Pasaje Guemes era la caverna del tesoro en que deliciosamente se mezclaban la entrevisión del pecado y las pastillas de menta, donde se voceaban las ediciones vespertinas con crímenes a toda página y ardían las luces de la sala del subsuelo donde pasaban inalcanzables películas realistas.»