Los legisladores tratan de ordenar el tránsito en la Ciudad
Creen que ampliando las áreas de estacionamiento se evitarán las congestiones de vehículos. “Es cierto, pero para hacer suficientes estacionamientos y solucionar el problema habría que demoler media Ciudad”, dijo un taxista consultado por el VAS.
Los diputados porteños Pablo Failde, Gabriela Cerruti, Fernando Cantero, Sebastián Gramajo, Silvia La Ruffa, Facundo Di Filippo, Alicia Bello, Diego Kravetz, Sergio Abrevaya, Juan Olmos, Christian Asinelli, Juan Cabandié, Julián D’angelo, Aníbal Ibarra y Verónica Gómez, firmaron un proyecto de ley donde proponen: «la emergencia del sistema de estacionamiento general, hasta tanto se lleven adelante las tareas de construcción de los estacionamientos subterráneos previstos en las leyes Nº 469 y 3057 por el término de 5 años, prorrogables por otros 2 años, a pedido del Poder Ejecutivo».
«No se cumplió con la promesa de extender las redes de subterráneos, no se tomaron medidas concretas para favorecer el desarrollo del sistema de bicing ni el uso de la bicicleta como medio de locomoción –no sólo como medio de esparcimiento para los fines de semana-, Y tampoco se plantean soluciones integrales que jerarquicen el servicio público de transporte e incentiven a los usuarios de vehículos particulares a dejar sus vehículos. Fundamentalmente no se han construido las playas de estacionamiento previstas en las leyes 469 y 3057″, insisten los diputados. Y por eso proponen la declaración de emergencia del sistema de estacionamiento general, hasta tanto se construyan las playas, es decir: que haya menos restricciones para estacionar vehículos particulares en las calles de la Ciudad.
Lo que no mencionan ni quieren discutir nuestros ilustres representantes es el fondo de la cuestión, que afecta al negocio automotor y al negocio de las playas subterráneas. El fondo de la cuestión es que la venta de vehículos debe disminuir. No es conveniente, por la contaminación y pérdida de recursos no renovables, aspirar al modelo norteamericano de un auto por habitante. Nuestra Ciudad ya no puede contener la cantidad de autos actuales, habría que demoler la mitad de los edificios para aliviar la circulación, como nos dijo el taxista.