La Gran Marcha
«Disculpe el señor si le interrumpo, pero en el recibidor hay un par de pobres que preguntan insistentemente por usted. No piden limosnas, no… Ni venden alfombras de lana, tampoco elefantes de ébano. Son pobres que no tienen nada de nada. No entendí muy bien, sin nada que vender o nada que perder, pero por lo que parece tiene usted alguna cosa que les pertenece.¿Quiere que les diga que el señor salió…? ¿Que vuelvan mañana, en horas de visita…? ¿O mejor les digo como el señor dice: «Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da, no se quita…»?
por Mariane Pécora
La canción de Serrat es una postal de la Marcha Federal que confluyó en Plaza de Mayo este viernes. La diferencia es que el “señor” no estaba en casa. Estaba en China, pidiendo a Xi jinping que no sólo compre porotos de soja, sino productos industrializados como aceite o acero. El pedido por el acero viene de las presiones de Paolo Roca, presidente de Techint. El del aceite de la franja aceitera de Córdoba y Santa Fe. Lo cierto es que China está avocada a un fuerte proceso de industrialización interna y cada vez compra menos productos manufacturados. Como contrapartida, el país oriental inunda el mercado argentino de productos elaborados que, por su bajo costo, diezman las economías regionales. Paradójicamente, el padre de Mauricio Macri, Franco, es quien hace y deshace en materia importación de productos de China y está considerado en ese país por arriba de su hijo, el presidente. Este último detalle, hace que la súplica de Macri, Mauricio, a Xi jinping suene absurda.
Mientras tanto, en Buenos Aires, millares de personas aguardan la llegada de cinco columnas provenientes del interior del país que, desde el miércoles, se movilizan en el marco de la Marcha Federal «contra el tarifazo, los despidos y el ajuste”.
El epicentro de la protesta -convocada por las dos CTA, movimientos sociales, organismos de derechos humanos, pymes y cooperativas de trabajo- fue el Centro porteño. Desde temprano, comenzaron a arribar manifestantes del área metropolitana y las columnas llegadas desde Jujuy, Corrientes, Mendoza, Esquel y Rawson, hasta copar prácticamente la avenida 9 de Julio.
En tanto, militantes del Frente de Organizaciones en Lucha mantuvieron, desde anoche, cortados los cinco puentes de acceso a la zona porteña de Puerto Madero, situados en Córdoba, Perón, Belgrano, Estados Unidos y Brasil. Y, obviamente, las inmediaciones de la Plaza de Mayo se encontraban valladas por la policía y con el tránsito interrumpido.
Hace tiempo que la economía de nuestro país viene diezmando. Hace nueve meses está en caída libre. Hubo medidas que contribuyeron: la devaluación, la inflación, el desempleo y hasta la intentona del tarifazo. La respuesta a estas medidas de ajuste se corporizo esta tarde en la Marcha Federal que desbordó la Plaza de Mayo.
Como una marea humana las columnas ingresaron a Capital Federal desde distintos puntos cardinales y confluyeron en un escenario que reunió a diversos referentes gremiales y sociales, como el secretario general de Camioneros, Pablo Moyano, y la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Cartolotto. El titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, cerró el acto con una frase contundente que marcó el espíritu de la movilización contra el Gobierno: “Hoy empezó la cuenta regresiva para realizar el paro nacional para decir hasta acá llegó el ajuste”, anticipó que todas las centrales obreras van a movilizarse el día que se debata, en audiencia pública, las tarifas del gas y remató: “Vamos a dar batalla para que no haya ni un despido más”.
En la misma sintonía, Pablo Micheli, titular de la CTA Autónoma aseguró que «más temprano que tarde va a haber un paro nacional», y remarcó que «o cambia la política económica o va a haber lucha con paro y movilizaciones en todo el país».
Asimismo, el gremialista hizo referencia a declaraciones del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, que señaló hoy que la marcha tenía «tintes políticas e ideológicas», y destacó: «Sí, señor Ministro, los trabajadores tenemos ideología, no somos un recurso humano como usted cree, no queremos ajuste, nuestra ideología es la lucha».
En declaraciones a la prensa previas al acto, Pablo Moyano (CGT) aseveró que “se va a consensuar un paro general” y pronosticó que hacia fin de año «se van a ir acrecentando las protestas callejeras».
Junto a la protesta por el aumento de tarifas de los servicios públicos y los despidos, la situación judicial de la líder de la organización Tupac Amaru, Milagro Sala, fue un punto recurrente en los discursos de los oradores y varios dirigentes se colgaron carteles con la foto de la diputada del Parlasur en reclamo de su “inmediata liberación”.
La finalización de la Marcha Federal en Plaza de Mayo, coincidió con un paro nacional de la mayoría de los sindicatos de los trabajadores de la educación.