El Estado más ausente del siglo
«El drama no es el día más frío del año, sino el Estado más ausente del siglo»
Daniel Badenes Schaposnik
por Mariane Pécora
La muerte de Sergio Zacariaz, en la madrugada del 1º de julio, le estalló en la cara al Gobierno porteño. Desnudó la indiferencia estatal. Zacariaz murió de frió en la calle, a escasas cuadras de la Casa Rosada, en plena City porteña, a quinientos metros de Puerto Madero, en el corazón de la metrópolis más rica del país. Sergio Zacariaz tenía 52 años, era una de las 7251 personas que viven en situación de calle en una ciudad que tiene el 20% de su parque habitacional ocioso, es decir, 285.000 viviendas vacías.[1]
Sergio Zacariaz seguramente jamás imaginó protagonizar revuelo alguno. Según relatan quienes lo conocieron era un hombre callado y amable. Resignado al dolor que implica vivir en el desamparo, sufrir la indiferencia estatal, ser invisible a los ojos de la gente. Su muerte sin embargo, abrió un estadio de fútbol, puso en alerta a la población, reconstruyó lazos solidarios y activó nuevos mecanismos de ninguneo y ocultamiento de parte del poder estatal.
En dos años las personas en situación de calle efectiva en la Ciudad se incrementaron en un 61%. Estos datos se desprenden del informe preliminar de los resultados del Segundo Censo de Personas en Situación de Calle presentado el viernes 5 de julio en el auditorio de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE Capital). Este segundo relevamiento fue realizado por un conjunto de organizaciones sociales durante los días 24, 26, 27 y 28 de abril de este año.
Según Pablo Vitale, miembro de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia, estos primeros resultados dejan en evidencia que la situación es más dramática que lo imaginado. Mientras que en 2017 había 4494 personas viviendo en situación de calle efectiva, en 2019 se contabilizaron 7251, un 61% más de personas viviendo al desamparo del Estado.
El psicólogo social Horacio Ávila, fundador de Proyecto 7, organización que integrada por personas en situación de calle, valoró el proceso colectivo que unió a las distintos actores sociales en la realización de este Segundo Censo Popular y reveló la crudeza de los números. “En la Ciudad de Buenos Aires hay 5412 personas en situación de calle efectiva, es decir a la intemperie, de las cuales 871 son niñas, niños y adolescentes, es decir un 16% de esta población. Según lo establecido en la Ley 3706, también se enmarcan en esta condición, 691 personas que viven en paradores y 1340 que pernoctan en establecimientos del Gobierno de la Ciudad”.[2]
Durante la conferencia de prensa, Ávila certificó que el Gobierno porteño intervino durante los días que se realizó el censo sacando a la gente de la calle. “Son medidas paliativas que se aplican para ocultar a la gente, no para solucionar el problema de fondo. Lo mismo hicieron ahora, a raíz de la noticia de la muerte de Sergio Zacariaz, pusieron a toda la tropa del programa Buenos Aires Presente a ofrecer hoteles o algún beneficio provisorio”.
Cifras del desamparo
“La población en situación de calle se caracteriza por ser fluctuante y oculta. No permanece en un lugar geográfico concreto. Se oculta para evitar ser estigmatizada o sufrir situaciones de violencia. Estas características, hacen que sea de difícil acceso”, explica Jorgelina Di Iorio, psicóloga, docente universitaria, investigadora del CONICET y miembro de la asamblea Plaza Dorrego.
La introducción de Di Iorio da marco a la metodología implementada en este relevamiento. Participaron como censistas integrantes de organizaciones sociales, de instituciones públicas e incluso personas en situación de calle, que fueron previamente capacitados.
Se censó en los 48 barrios de la Ciudad de Buenos Aires, organizados en 5 zonas, cada una de ellas con una persona responsable a cargo de la coordinación. Cada barrio fue dividido en cuadrículas o conjuntos de cuadras que durante los días que duró el censo fueron recorridas por un mismo grupo de censistas. Además, cada barrio tuvo como responsable a una organización con trabajo en ese territorio. La carga de datos y el procesamiento de los mismos fue realizada por los equipos técnicos del Ministerio Público de la Defensa porteño y por la Presidencia de la Auditoría General de la Ciudad.
“La magnitud de la crisis atraviesa a sectores que antes no se veían afectados”, sentencia la presidenta de la Auditoria General de la Ciudad, Cecilia Segura. Los datos que añade estremecen:
– 40 mujeres embarazadas viven en situación de calle. Efectivamente, a la vista del partido gobernante, férreo defensor del derecho a las dos vidas, estas mujeres y sus hijos son seres irrelevantes. Aviso: las condiciones indignas de vida suelen provocar abortos.
– 1188 personas afirman haber tenidos problemas de salud en los últimos dos años.
– 532 son personas con alguna discapacidad.
– 1577 personas sufrieron algún hecho de violencia en los últimos años.
Cecilia Segura sostiene que el aumento de las personas en situación de calle es proporcional al crecimiento de la indigencia. “En la Ciudad de Buenos Aires hay 200.000 indigentes, un flagelo que podríamos solucionar destinando tan solo el 2% del presupuesto porteño a combatirlo. El dinero está, lo que se necesita es la voluntad política”.
Para Diego Morales, integrante del Centro de Estudios Legales y Sociales, este informe es una foto de la exclusión, no solamente en la Ciudad de Buenos Aires, también en el resto del país. “Esta es una muestra que la exclusión social no es la consecuencia de decisiones personales: está relacionada a la falta de trabajo, la falta de vivienda, la falta de oportunidades. Es la consecuencia de la aplicación de políticas económicas que no dan respuestas a las familias. Es el Estado el que excluye y es hora que nos preguntemos entre todos qué tipo de Ciudad queremos, porque acá se requieren soluciones estructurales, no paliativas”.
– El el 80% de las personas en situación de calle son hombres, el 19% mujeres y el 1% trans o travestis.
– El 73% de las personas encuestadas cuenta con estudios primarios completos, el 14% completó sus estudios secundarios y el 4,4% tiene estudios universitarios.
– El 52% de las personas encuestadas afirma que es la primera vez que se encuentra en situación de calle, de éstas, el 56% siempre vivió en la Ciudad de Buenos Aires.
– El 42% de las personas afirma que la principal causa que motivó la situación de calle fue la perdida del trabajo, la expulsión su vivienda por no poder sostenerla o la separación de su pareja.
– El 77% de estas personas no tienen acceso al subsidio habitacional por diversas razones, entre ellas, falta de documentación.
“Las personas en situación de calle o en riesgo de estarlo no son una prioridad para el Gobierno de la Ciudad, afirma Horacio Corti, representante del Ministerio Público de la Defensa. El funcionario denunció que se trata de un problema estructural y no existen políticas publicas en materia de solución habitacional para personas en situación de calle. “La poca que hay, como el Programa de Atención para Familias en Situación de Calle, no les asegura el acceso a la vivienda”, añadió.
Los montos de estos subsidios oscilan entre los 4000 y 4800 pesos mensuales, en tanto que los requisitos para acceder los mismos, resultan grotescos, sino crueles.[3]
Todo número es político
La muerte de Sergio Zacariaz le estalló en la cara y el Gobierno porteño tiró una cifra, contabilizó 1146 personas en situación de calle en la Ciudad. Según declaraciones del vice jefe de Gobierno, Diego Santilli, el Programa Buenos Aires Presente, que durante las 24 horas del día se encarga de brindar atención social inmediata a las personas en situación de calle, cuenta con una planta de personal de 754 personas. Si alguna de estas dos cifras fuera real, el problema habitacional sería una entelequia.
Respecto a la divergencia de las cifras que maneja el Gobierno porteño y los resultados preliminares del Censo Popular de Personas en Situación de Calle, Horacio Ávila, sentencia: “Todo numero es político. Si tenés plazas de sobra para acoger a las personas en situación de calle, ¿cómo se explica que se haya llenado el estadio de River y el Monteagudo esté colmado?”.
“La metodología que se implementa para realizar este conteo también es política”, apunta Jorgelina Di Iorio, “El Gobierno de la Ciudad hace un conteo en las llamadas zonas críticas, pero no analiza las características particulares que tenemos en cuenta en el censo: se trata una población fluctuante y oculta, lo que significa que para realizar un conteo serio tenés que ‘barrer’ la Ciudad”
Horacio Corti, sostiene que el Gobierno porteño miente cuando dice que hay tan sólo 1146 personas en situación de calle en la Ciudad. No se trata de contar, sino de saber qué les pasa a esas personas. Si una persona pernocta en un parador del Gobierno de la Ciudad, es porque está en situación de calle”.
El martes 9 de julio a partir de las 12 horas un conjunto de organizaciones sociales que bregan por una solución política al problema habitacional en la Ciudad, instalarán una inmensa carpa alrededor del Obelisco porteño.
Resistiendo celebraremos un nuevo aniversario de la Independencia.
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[1] Argentina. «La desigualdad mata»: Así es dormir en la calle durante la noche más fría de Buenos Aires
[2] La Ley 3706 de Protección y garantía integral de los derechos de las personas en situación de calle y/o en riesgo de estarlo, fue sancionada en diciembre de 2010, luego del conflicto del Parque Indoamericano, cuando quedó al desnudo el déficit habitacional que padece gran parte de la población de la Ciudad. A los fines de la esta normativa se consideran personas en situación de calle a los hombres o mujeres adultos/as o grupo familiar, sin distinción de género u origen que habiten en la calle o espacios públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en forma transitoria o permanente y/o que utilicen o no la red de alojamiento nocturno.
[3] Decreto 690/06
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