El abrazo eterno
Documental
Gloria y Eduardo
El abrazo eterno
por Gabriel Luna
El estreno fue en el Marabú (donde tenía que ser), en uno de los boliches más tangueros, milongueros y notables de Buenos Aires. Maipú 365, CABA. Allí fueron Gloria y Eduardo, una pareja legendaria de tango, una de las más reconocidas en el mundo. Pero la pista del Marabú, bailada muchas veces por Gloria y Eduardo, esta vez, se llenó de sillas, se convirtió en platea. Hubo en el público músicos, bailarines, milongueros, invitados especiales, nostálgicos, cineastas, tangueros, poetas y periodistas.
Y se proyectó el documental. Que empieza hace más de setenta años, allá en Pompeya, cuando nace Gloria Barraud en su propia casa -como se usaba antes-. Festejan los vecinos, hay brindis en el comedor. Y sucede entonces que un pibe, amigo de la casa -que venía de jugar al fútbol en la calle-, sostiene a Gloria en brazos en una escena familiar. Ese pibe se llamaba Eduardo Arquimbau, tenía diez años. Trece años después bailaría con Gloria -que por entonces hacía danza española-, y volvería a abrazarla pero con una sonrisa cómplice y haciendo ochos de tango.
Gloria y Eduardo eran una maravilla en las pistas. Inician su carrera profesional en las variedades de los cines -espectáculos en vivo que solía haber antes de las películas-. Y en una de esas variedades, precisamente en la del cine Metropolitan, en la av. Corrientes 1343, CABA, los descubre Francisco Canaro y los invita a integrar su espectáculo de tango en Japón. Gloria tiene sólo quince años y viaja con su madre. A partir de entonces, la carrera de Gloria y Eduardo crecerá sin detenerse.
El documental da pruebas del paso por los distintos escenarios del mundo: del ingreso a la televisión argentina, gracias a la preparación de David Stivel; de la participación en el famoso show de Ed Sullivan en Nueva York; del trabajo con las orquestas de Troilo, Pugliese, D’Arienzo y Mores; del trabajo durante cuatro décadas en cine y televisión; de las giras europeas, y de su transformación en coreógrafos, formadores de bailarines, armadores de espectáculos. El documental muestra a Gloria y Eduardo trabajando en El exilio de Gardel, una película de Solanas. Los muestra en su casa, ya como matrimonio, en charla distendida en la terraza, donde Eduardo nos dice que criaba pájaros pero que ya no puede, y enseña las jaulas vacías, dice que el Gobierno de Larreta ha liberado halcones para exterminar palomas y éstos se han cebado con sus pájaros. Una alegoría que muestra claramente la saña del neoliberalismo y sus adictos, pensamos. Pero el documental sigue. Y Gloria y Eduardo parecen volar prodigiosamente por las pistas del mundo, van abrazados, armando figuras, deslumbrantes, llevando con el baile una vida de ensueño durante más de sesenta años.
Se encienden las luces y vuelve el Marabú. Suenan aplausos y ovaciones. Gloria y Eduardo han vuelto de las giras, la televisión, el cine y las orquestas, y están frente a nosotros agradeciendo. Pero somos nosotros quienes estamos agradecidos, y seguimos aplaudiendo, muy agradecidos por el vuelo.
Título: Gloria y Eduardo – El abrazo eterno
Producción: The Argentine Tango Society
Dirección: Daniel Tonelli – Marcelo Turrisi
Coordinadora de Producción: Silvina Damiani
País: Argentina Año: 2019
Género: documental
Duración: 35 minutos.