Libertades y derechos selectivos en la Ciudad
por Proyectar Ciudad
No todxs los vecinxs son iguales
El récord de nuevos casos de COVID-19 y una curva que no deja de crecer potencian las alertas sobre la disponibilidad de camas. Si algo está claro es que la pandemia vino a reforzar el valor de la salud, en especial la pública. La coordinación del Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta con el Gobernador Axel Kicillof es tan inevitable como obligatoria, pues la región metropolitana está integrada. Ahora bien, ¿es lo mismo el enfoque de uno y otro sobre el rol del Estado, la salud pública y la salud privada?
El mandatario porteño progresivamente empieza a diferenciarse de la Nación y la Provincia, apostando a la responsabilidad individual, la buena voluntad del sistema privado y la filosofía de las libertades. No es casual, el jefe político de Juntos por el Cambio, Mauricio Macri, se fue a Francia y todo indica que Rodríguez Larreta quiere ampliar su influencia en la conducción del principal espacio opositor de la Argentina.
El sábado 1 de agosto hubo una fuerte represión contra familiares de Santiago Maldonado y organizaciones de derechos humanos que se movilizaron en Buenos Aires. El rol de la Policía de la Ciudad, que responde política e ideológicamente al Ejecutivo porteño, no siguió las mismas órdenes que cumple cuando los manifestantes se expresan en contra de la cuarentena y las políticas del gobierno nacional.
En una Legislatura que intenta anular a la oposición, seguir promoviendo superpoderes y teniendo en manos oficialistas todos los organismos de control, el Jefe de Gabinete Felipe Miguel brindó su informe de gestión sin respuesta a la mayoría de las preguntas de la oposición. Quizás desde el Ejecutivo se han olvidado que el Poder Legislativo es representativo de la ciudadanía y está compuesto por distintas fuerzas políticas, pero como hemos venido observando, no todos los ciudadanos y ciudadanas tienen los mismos derechos.
La ocupación de camas y el rol del sistema público de salud
En el último anuncio del Presidente Alberto Fernández junto a Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof, se informó que en las clínicas privadas de la Ciudad -donde ocupación de camas es cercana al 75%- se atienden también pacientes bonaerenses, del mismo modo hay un 15% de afiliados porteños a PAMI que deben internarse en la Provincia, porque en la Ciudad no hay disponibilidad.
El dato aportado por el gobernador bonaerense, fortalece la idea de que el AMBA es una sola región sanitaria, hecho que se evidenció a lo largo de la pandemia y obligó a los gobiernos de la Ciudad y la Provincia a trabajar conjuntamente, pese a pertenecer a distintos espacios políticos.
Estas cifras también ratifican los datos señalados por el titular de Swiss Medical, Claudio Belocopitt, quien advirtió que en el sector privado la ocupación de camas de terapia intensiva supera el 75% y en camas comunes el 90%, con riesgo a saturarse el sistema en caso de no fortalecer las medidas públicas.
Sin dudas el Covid-19 vino a fortalecer el sistema sanitario y el derecho a la salud, pero sucede que en la Ciudad hay un corrimiento por parte del Estado, dejando en manos de la responsabilidad individual y del sector privado -entre obras sociales y prepagas- la disponibilidad de sus 612 camas de terapia intensiva.
Respecto al sistema público, según datos oficiales, el aumento de camas de terapia intensiva a lo largo de la cuarentena en la Provincia de Buenos Aires aumentó de 883 a 1969, mientras que en el distrito porteño pasó de 115 a 300.
El escenario genera alarma si se considera que el objetivo político de Horacio Rodríguez Larreta es desandar la cuarentena y seguir el camino que le indican las encuestas. Lejos de aquellas primeras semanas de confinamiento, la Ciudad pareciera apuntar a reactivarse muy a pesar de los nuevos casos que se confirman y los riesgos ciertos de saturación del servicio de salud.
El valor del sistema público en el AMBA se refleja también en la mortalidad, mientras en la Provincia la tasa de mortalidad por Covid-19 es del 1,6%, en la Ciudad es del 2,1%, con un pronóstico desalentador frente al valor de la libertad por encima de la salud que está sembrando el oficialismo porteño.
No todos los ciudadanos todas las ciudadanas gozan de los mismos derechos
Venimos advirtiendo sobre los negocios y prioridades que envuelven el Estado policial que quiere el oficialismo porteño, en un contexto donde la Ciudad más rica del país destina sus recursos a una política represiva, comprando cartuchos de balas, gas lacrimógeno para reprimir, combustible para Aviación Policial o accesorios para la Policía de la Ciudad.
Este sábado hubo una fuerte represión en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, las víctimas fueron los familiares de Santiago Maldonado y los organismos que recordaban el aniversario de su muerte y reclamaban la aparición de Facundo Astudillo Castro.
Inmediatamente saltaron alertas y cuestionamientos, denunciando que hubo diversas marchas anticuarentena en las que hasta se agredió a periodistas sin que apareciera la policía de la Ciudad. Incluso la ex Presidenta y actual vicepresidenta de la Nación advirtió que para el Gobierno porteño no todos los ciudadanos y ciudadanas son iguales.
De hecho, este concepto fue confirmado por el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, quien justificó la represión asegurando que la policía actuó porque fue “mayor el nivel de violencia” que en la marcha anticuarentena. Casi como una teoría de los dos demonios actualizada.
Por tal motivo, el titular de la Secretaría de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, realizó un pedido de informe dirigido a Santilli, en referencia a la intervención policial en actividades públicas durante el periodo de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, advirtiendo sobre la notoria diferencia entre dicha represión y el permiso pasivo otorgado para otras manifestaciones.
Una Legislatura avasallada en función del Ejecutivo
El oficialismo pareciera no entender que la Legislatura está compuesta por distintas fuerzas políticas que representan el voto popular de los vecinos y vecinas de la Ciudad. Sucedió con la ley de emergencia que brinda superpoderes, con el Plan Urbano Ambiental y ahora volvió a repetirse con la constitución de la Comisión Especial de Fiscalización y Seguimiento de la Emergencia Sanitaria que, pese a haber sido propuesta por el Frente de Todos, será presidida por Juntos por el Cambio.
A la vez, el Jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, brindó su informe periódico ante el poder legislativo y las legisladoras y legisladores de la oposición denunciaron que no respondió muchas de las preguntas que fueron elevadas con anterioridad a su presentación.
Leandro Santoro cuestionó el espionaje ilegal, la desaparición del policía Arshak, la represión de este sábado y la compra con sobreprecios de barbijos vencidos. En tanto Lucía Cámpora, se refirió a la problemática de las personas sin techo, mientras hay apenas 1904 personas alojadas en los paradores, el número total de personas en situación de calle es 7253. La legisladora preguntó: ¿Qué pasa con el resto? ¿Qué políticas impulsa el gobierno del distrito más rico para sus ciudadanas y ciudadanos más vulnerables?
Por el contrario, fiel a la política de negocios y “modernización”, sin contemplar las vulnerabilidades existentes, Felipe Miguel anunció que desde el 28 de agosto será obligatorio el uso del Telepase, con la excusa de “evitar los contagios”. Aunque aseguró que la adhesión al sistema será gratuita, la propia inscripción obliga a la vinculación de una tarjeta de crédito o al pago con Mercado Pago, PagoMisCuentas, Rapipago o Pago Fácil. En tanto, se desconoce cómo se van a garantizar las fuentes de trabajo.
¿Cuáles son las prioridades del Estado porteño?
Ciudadanos y ciudadanas con distintos derechos, un sistema sanitario librado a las responsabilidades individuales, una Legislatura cada vez más avasallada donde la oposición no sólo es ignorada, sino que también es desplazada de los organismos de control.
Abundan los ejemplos para confirmar que la forma de construcción política de Juntos por el Cambio está fundada no sólo en los negocios, sino también en la desatención de quienes peor la están pasando. Con mentiras, manipulaciones, precarización laboral y festivales privados con recursos públicos trazan el camino para que Horacio Rodríguez Larreta empiece a caminar hacia su meta final, repitiendo los pasos de su antecesor Mauricio Macri.