¡Será Ley!
Entre risas y lágrimas una multitud de mujeres con pañuelos verdes -la marea verde- festejó esta mañana frente al Congreso Nacional la media sanción del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo por la Cámara de Diputados y Diputadas. La maratónica sesión que fue acompañada por una vigilia en la que miles de mujeres de todas la edades siguieron paso a paso el debate legislativo del proyecto de ley que prevé el derecho a interrumpir el embarazo hasta la semana 14 de gestación.
En la madrugada, y al son de «aborto legal en el hospital» las presentes, en su mayoría jóvenes y adolescentes, blandieron sus pañuelos verdes para festejar mientras se abrazaron emocionadas bajo un cielo que anunciaba lluvia y dio respiro luego del calor agobiante del día anterior: Tras 20 horas de debate, la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo obtuvo la media sanción de la cámara baja con 131 votos a favor, 117 en contra y 6 abstenciones.
El proyecto aprobado y enviado por el Poder Ejecutivo, reconoce además la objeción de conciencia de los profesionales que no quieran realizar esta práctica médica y establece que si una institución privada tiene todos objetores de conciencia debe derivar al paciente a otra sanatorio u hospital.
«Siento una gran alegría, volvimos a ser cientos de mujeres en las calles esperando este momento y esperando que sea ley», dijo Victoria Freire, de la organización Mala Junta, cuando comenzaba a retirarse de las inmediaciones del Congreso con un barbijo verde y su rostro visiblemente impactado por el sol en el día de ayer.
Yanina Palacio, que siguió el debate desde la 1 de la mañana frente a las pantallas, dijo estar «muy feliz» por el resultado de la votación y señaló que ahora aguarda el tratamiento en el Senado «con gran felicidad y expectativa».
Antonela y Daniela, tomadas de la mano y con pañuelos verdes en el cuello manifestaron que la jornada fue «super emocionante y movilizante» mientras se desconcentraban rápidamente para ir a descansar luego de permanecer frente al Congreso desde la medianoche.
Para Victoria Can, de 26 años, que también estuvo presente en las jornadas del 2018, la aprobación del proyecto de ley «se vivió como una fiesta» y significó «una unión entre las mujeres y ese sentimiento compartido fue un abrazo colectivo. Ahora nadie decide por nosotras».
En tanto, Luna Asís, del Partido Obrero, consideró que «las mujeres estamos haciendo historia, todo se gana en las calles, escuché a algunos diputados decir cosas horrorosas, biologicistas, pero gracias a la presión logramos que haya media sanción».
Junto a la joven, su compañera de militancia Cande Benjamín, de cabello corto y oscuro y anteojos, dijo sentir una gran «emoción» y evaluó que «si bien estamos en plena pandemia, con una crisis económica donde este gobierno no se destacó por prestar auxilio a las mujeres golpeadas y a los travestis en situación de desempleo, esta media sanción es algo para celebrar».
«Vamos a tener que seguir luchando para proteger a las mujeres y a las diversidades sexuales y de género, ya que nuestro sistema de salud no respeta las identidades en relación al aborto», alertó y anticipó que continuarán «luchando contra la objeción de conciencia y las concesiones al clero».
Sobre el asfalto de la avenida Callao, unas pintadas arengaban como parte de la lucha feminista las consignas «Se va a caer» y «Ni una menos», mientras una rayuela hecha con pintura se iniciaba con «Aborto legal» y se desgajaba en rectángulos con los reclamos y conquistas: «Cupo laboral trans, Identidad de género, Matrimonio igualitario, Vida libre de violencias, Salud sexual, ESI, Divorcio y Voto femenino».
Cuando las primeras gotas comenzaron a caer desde un cielo cubierto y plomizo, algunas mujeres de pañuelos verdes ocuparon los bares cercanos al Congreso Nacional, para disfrutar un desayuno luego de la extensa jornada que las mantuvo de pie en la calle frente a las pantallas.
En inmediaciones del Palacio Legislativo, personal del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires limpiaba ya a media mañana con mangueras las avenidas Rivadavia y Callao.
Allí, sobre las paredes del antiguo bar El Molino un joven pegaba carteles con la leyenda «Aborto legal es justicia social», del movimiento Mujeres Evita, que contrastaba con otro en celeste y blanco que decía: «Toda vida vale», con el rostro del ex dictador Jorge Rafael Videla en un círculo, guiñando un ojo, y un Falcon verde con una bandera que pregonaba «Sí a la vida».