Morir por falta de vacunas
Una médica del Hospital Fernández y el jefe de Cirugía plástica del Hospital de Quemados fallecieron en los últimos cinco días por coronavirus en la Ciudad de Buenos Aires, En tanto que el jefe de Endocrinología del Hospital Ricardo Gutiérrez se encuentra recién ingresado en la Unidad de Terapia Intensiva, también por coronavirus.
La radiografía de los trabajadores y las trabajadores de la Salud en el distrito porteño registra al día de hoy un total de 234.506 contagios y 6.866 fallecidos desde la llegada de la pandemia.
María Rosa Fullone, tenía 56 años, era madre de tres hijos y era especialista en Dermatología. Se desempeñaba como médica generalista del Servicio de Emergencias del Hospital Fernández, si bien esta profesional había entrado en la tanda de vacunación por trabajar en la primera línea de atención, desde el Gobierno porteño aseguran que «no quiso vacunarse» y que el 19 de febrero contrajo coronavirus. Esta semana, tras una insuficiencia respiratoria, ingresó a Terapia Intensiva, pero luego de una hemorragia cerebral, falleció.
El médico Carlos Sereday, tenía 65 años y era jefe de cirugía plástica del Hospital de Quemados, con más de 30 años de trayectoria, este especialista en cirugía reparadora de quemados y miembro titular de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica (Sacper), falleció el sábado pasado por coronavirus.
En tanto que el médico Ignacio Bergadá, jefe de Endocrinología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, ingresó esta semana a Terapia Intensiva por coronavirus ya que no había sido vacunado.
Desde el Ministerio de Salud de la Ciudad aseguran que un 30% del personal de Salud pública, privado e independientes, no ha sido vacunado. Desde ATE, denuncian que «el 50 por ciento» de los trabajadores y las trabajadoras esenciales de los hospitales porteños no ha sido vacunado.
«Queremos denunciar que el 50 por ciento de los trabajadores esenciales de los hospitales del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no están inmunizados, no están vacunados», señaló Héctor Ortiz, trabajador en el hospital Carlos Durán e integrante de la Agrupación Germán Abdala en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
El vocero de los trabajadores -técnicos, enfermeros, radiólogos y terapistas- en los nosocomios porteños denunció: «Los trabajadores estamos desesperados por conseguir las vacunas; mientras el Gobierno vacuna en (el estadio) River a personal de instituciones privadas de la salud, nosotros esperamos que nos vacunen para poder trabajar sin tener que morir».
«La única manera que tenemos de frenar la pandemia, de frenar el contagio y la muerte es la vacunación», expresó Ortiz y se quejó al entender que el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, «sigue improvisando como hace siempre, en particular en relación a los servicios de salud de los porteños, quién junto a su ministro Fernán Quirós ni siquiera tienen la dignidad de dialogar con los trabajadores de la salud, que estamos en la primera línea de fuego frente a la pandemia».