Trava King Kong
por Miranda Carrete
La explanada de la Biblioteca Nacional recibe a Chica King Kong, una lectura performática del libro de Virginie Despentes «Teoría King Kong», protagonizada por Susy Shock bajo la dirección de Barby Guaman. Ambas estallan la voz de la autora, atraviesan el texto, invocan a las travas, aparecen sus voces, sus cuerpos, sus deseos, sus sueños, sus luchas.
En Teoría King Kong, Despentes propone cuestionar, desarmar y confrontar las principales estructuras que sostienen al patriarcado, lo hace en primera persona, habla desde su experiencia y le habla a muchas otras con las que se siente representada: «escribo desde la fealdad, y para las feas, las viejas, las camioneras, las frígidas, las mal folladas, las infollables, todas las excluidas del gran mercado de la buena chica, pero también para los hombres que no tienen ganas de proteger, para los que querrían hacerlo pero no saben cómo, los que no son ambiciosos ni competitivos, ni la tienen grande. Porque el ideal de la mujer blanca, seductora, que nos ponen delante de los ojos es posible incluso que no exista», dice. Sin embargo, en su texto elude referirse a las travestis. Algo que nota Barby Guaman, cuando leyó por primera vez a Virginie: «Habíamos sido invisibilizadas una vez más. No estábamos en ese texto»
En Chica King Kong, la voz de Susy introduce la lectura del manifiesto, de Despentes, desde una óptica transfeminista. Ella aparece sentada en un sillón, el público sólo puede ver su perfil, tiene una copa llena en la mano que bambolea mientras enuncia las palabras de Despentes y nos invita a escuchar. A su lado se puede ver un living con muchas sillas, mesas, botellas, copas y algunos sofás acomodados de forma deliberada. La escena se completa con el sonido del viento y una fuerza vital de las palabras que se van pronunciando, que significan y dialogan al mismo tiempo con Susy y con todas las que ella representa, a quiénes va enumerando a medida que avanza la lectura de la Chica King Kong hecha metáfora. De fondo se sintoniza, cada tanto, una radio que propone un anclaje actual y una denuncia que va más allá de la voz de la autora. Según la directora los momentos de radio son la frutilla del postre, eso que descalabra lo binario.
Barby Guaman, que dirige Chica King Kong, se presenta a sí misma como india y sudaca; “mis actores me dicen la maestra”, cuenta desde Tucumán.
¿Cuándo fue la primera vez que te acercaste al texto?
En 2008 leí partes del libro. Entonces el alcance de este tipo de literatura no era de público acceso. Sólo lo leían quienes podían comprarlo. Encontré algunas notas en internet que hacían referencia al tema cuando apareció, a fines de 2006. En ese momento montaba Imperfectas, una suerte de metáfora fabulosa de mujeres que, junto a una trava, contaban sus realidades en primera persona. La obra comenzaba en la calle y seguía dentro de las casas de nuestros vecinos, de esta manera las bailarinas y actrices dramatizaban una historia verdadera, que a su vez estaba atravesada por la danza y el teatro. Una mirada muy trava, que, quizá por ser de pueblo, no tuvo tanta difusión como Teoría King Kong, o tal vez porque la directora y dramaturga era una trava.
Hoy el texto de Virginie llegó de nuevo a vos: ¿Cómo fue ese reencuentro?
Llega a mis manos gracias a Susy. Me manda un WhatsApp, con la propuesta. La primera sensación que tuve fue que eso que leía ahora ya no pasa o por lo menos se está intentando cambiar. La segunda sensación fue mucho más fuerte, porque soy trava, leía y leía y no estábamos incluidas en el texto.
En el escenario, la actriz va y viene entre la voz de Despentes, y la misma Susy Shock que se hace presente desde el inicio, su gracia, su poesía y su musicalidad entregada a las escenas que componen la performance. Un relato que se va transformando en una proclama política, que, gracias al humor de Susy, logra risas en el público en reiteradas oportunidades.
“Hay mucho de Susy en Chica King Kong. La presencia actoral arrima un montón de otras posibilidades para no ser solamente un hecho catártico personal, sino un hecho colectivo; una puede significarse también en la experiencia colectiva. Eso es lo maravilloso de la actriz”, resume la protagonista.
Susy cuenta que la propuesta del Cervantes fue que cada actriz elija a su directora; “el primer puntapié fue elegir a Barby Guamán, es decir, no solo una directora con mucho recorrido, mucha experiencia sino a una directora travesti a la que no tengo que explicarle que soy una actriz travesti, que miro desde ese lado y que pienso de ese lado”.
Susy, además de actriz es música y poeta, tiene muchos escenarios recorridos y asegura que esa conjunción fue fundamental para que sus cuerpos pusieran territorio en ese texto, “un territorio travesti, un territorio sudaca, un territorio colonizado, pobre y a la vez brillante.
¿Cómo fue el proceso de creación?, pregunto a Barby
Luego de extensas charlas con Susy fuimos entendiendo que eso que sucedía ahí podría suceder en un gran sueño donde nosotras éramos el eje fundamental de la ruptura del género. Muchas veces pensé en broma: YO SOY UNA TRAVESTI LA EVOLUCIÓN MISMA DE LA RAZA HUMANA (ríe), así fue como eso que deseaba en broma fue haciendo que entendiera que nuestro cuerpo es político, que esto que la gente piensa que es un tránsito hacia…lo piensan como un estadio. No estoy transformándome en nada, no soy parecida a nada, no me quiero parecer, soy ésta, no la otra ni como quieren o como les parece. Habrá habido en la historia escuelitas de cómo ser hombre o cómo mujer, pero escuela trava no hubo nunca.
¿Qué destacas del texto y la puesta en escena?
En general hay cosas que no les digo a mis artistas en la puesta. Deseo profundamente que vayan indagando el ¿por qué? o el ¿para qué? Que se apropien de eso y que puedan entender lo que les sucede en el cuerpo, en la palabra, en el alma. La puesta es esplendorosa. Todas las áreas trabajaron para que éste, que en principio era mi sueño, deje de serlo para convertirse en un sueño colectivo de les técnicxs de sonido, de luces, vestuaristas, escenografxs, diseñadorxs, maquilladorxs, y sus ayudantxs.
El texto lo fuimos amando a medida que pasó el tiempo, no fue amor a primera vista. Susy como actriz es brillante; su estampa, su voz, su cadencia hacen que no dejes de prestarle atención, le puse una cuota extra en el vestuario y en las luces. Susy no sólo tiene luz, ella es un fuego encendido. La idas y vueltas con el texto, salir de su área de confort, transformarse en alguien más, en alguien como cualquiera de nosotras. De a poco fue tomando forma.
¿Por qué es necesario escuchar a la Chica King Kong?
Meditar en el antes, durante y después da cuenta de que podemos evolucionar, escuchar entender la pluralidad. Quizás muches hablan de que estamos rompiendo paradigmas. Pero, te pongo un ejemplo simple que parte de un cuestionamiento: Ser la primera trava que dirige en un teatro nacional, de un evento que aparece como histórico, ¿se contará en los libros de historia?, ¿por qué lo harían? Si esto quiebra algún paradigma no es más que poner en evidencia las pocas oportunidades que tuvimos para llegar a estar socialmente insertadas socialmente, con oportunidades genuinas, como las de cualquier persona. Pertenecemos a las minorías y esa minorías también nos discriminaron, nos cerraron puertas. Respeto mucho el texto, me parece emocionante haber tenido la oportunidad de darle una vuelta de rosca. El próximo objetivo sería que nos dejen de ver como unas pobres travas y vean lo potentes que somos y lo profesionales que podemos llegar a ser.
Mi anhelo personal es que me inviten a seguir dirigiendo en otros lugares. Instalamos el cupo laboral travesti/trans en el Cervantes y espero que puedan considerar abrir esta posibilidad para otras compañeras. Que se contrate a una travesti/trans-fémina y se la capacite dentro del trabajo, ése es el verdadero cupo travesti/trans, (aclaro esto porque somos las que estuvimos de putas en la calle sin otra salida ni oportunidad)
Al terminar la función los aplausos abrazan a Susy, una ovación llega hasta Av. Libertador. Cuando consigue decir unas palabras agradece especialmente al equipo que estuvo durante todo el proceso e invita al escenario a todxs lxs que participaron detrás de escena; “el Teatro Nacional Cervantes es nuestro Teatro, creo que no sería el mismo si no hubiese tanta gente que lo cuida con tanto amor diariamente”, cierra orgullosa.