«La deuda es con nosotras y nosotres»
«La deuda es con nosotras y nosotres», bajo esa consigna mujeres y disidencias poblaron nuevamente las calles de todo el país, tras dos años de pandemia. En esta oportunidad, la convocatoria, fue motivo de disputas. El inminente pacto con el FMI, organismo que más genuinamente representa al patriarcado, en tanto configura una herramienta de dominación de nuestras vidas y corporalidades, no estuvo ausente en las asambleas de mujeres y disidencias. Sabemos que la feminización de la pobreza será la principal consecuencia del ajuste económico.
«Esta es una plaza con dos actos: uno que defendió al gobierno y otro que vino a denunciar el pacto con el Fondo», afirmó la dirigente del izquierda Vanina Biasi, quien graficó: «en este momento en Argentina hay 5 millones de indigentes, y 3 millones son mujeres. Porque la política capitalista impacta particularmente sobre las mujeres. Esto es un caldo de cultivo para exacerbar aun más las violencias que se desatan sobre nosotras. el trabajo precario es más violencia no solo en el campo laboral, sino en toda la vulnerabilidad que viven las mujeres».
En otra orbita, al momento que millones de mujeres tomaban las calles de todo el país, el presidente Alberto Fernández, escoltado por Victoria Donda, Marita Perceval, la escritora mexicana Beatriz Gutiérrez Müller y el intelectual Álvaro García Lineras, celebraba el Día de la Mujer Trabajadora en la localidad de José C. Paz, gobernada por Mario Ishii, quien aprovechó este evento para enviar un mensaje a les legisladores reunidos en el Congreso: «a esos compañeros que hoy tienen la responsabilidad de ocupar una banca nacional en representación de nosotros, porque cuando se hizo la lista estaban escondidos 30 días antes, no los encontramos, se pusieron en la lista, ahora que voten lo que necesita el Poder Ejecutivo Nacional, que no traicionen al pueblo», (nótese el uso del masculino en toda la alocución).
Es así como el inminente pacto con FMI logró lo que hasta hace dos años parecía imposible: partir en dos el acto del 8M. Mientras que en la plaza del Congreso se congregaron las organizaciones afines al Gobierno nacional, bajo la consigna: «Que la deuda la paguen los ricos y los que la fugaron». En el escenario montado sobre avenida Callao las organizaciones nucleadas en la Asamblea independiente de mujeres y disidencias decían: No al Pacto con el FMI.
El manifiesto contra el FMI
«Este 8 de Marzo las mujeres, lesbianas, bisexuales, trans, travestis, no binaries, trabajadoras y trabajadores, piqueteras y piqueteres, estudiantes, profesionales, migrantes, amas de casa nos volvemos a movilizar. Nuestras luchas trascienden las fronteras y somos parte activa de las rebeliones populares de nuestro continente y de todo el mundo, contra el ajuste de los gobiernos y el Fondo Monetario Internacional.
«Levantamos nuestra voz para decir: No al pacto del gobierno y la oposición patronal con el FMI. Denunciamos la estafa del Gobierno nacional, que a costa de más hambre y entrega paga la deuda externa que contrajo Macri. Las estafas no se pagan. Y denuncia la complicidad del oficialismo, la oposición y las burocracias sindicales con el FMI, convocando a la ciudadanía a movilizarse el jueves 10 de marzo, fecha que prevista en el Congreso para dar tratamiento al pacto con el FMI.
«Luchamos contra el nuevo pacto colonial que somete a nuestro país al monitoreo directo del Fondo. Saqueando los bienes naturales, rebajando los presupuestos públicos, las ayudas sociales, los salarios estatales y trayendo más ajuste, tarifazos, una nueva reforma jubilatoria y mayor precarización laboral», sentencia el escrito, donde se señala que mujeres y disidencias «atraviesan la pandemia con una salud pública vaciada, menos derechos laborales y planes sociales de miseria, ahora congelados por orden del FMI».
Las mujeres somos el 70% de las 5 millones de personas indigentes, sin ninguna ‘política con perspectiva de género’ como las que pregona este Gobierno nacional. Su Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades es puro verso», señala el informe, en tanto que puntualiza: «Nuestra agenda no es ni será nunca la del FMI, que nuevamente nos hunde en la miseria y la violencia. Nuestra agenda es la de los reclamos históricos de las mujeres y las disidencias ¡Viva el 8M! ¡Viva la lucha de las trabajadoras de todo el mundo!»
«Estamos aquí, con el dolor y la rabia por las compañeras que nos faltan, por la violación en grupo de la que somos testigos, porque es una conmoción nacional que exige darlo vuelta todo», dice el documento, donde se denuncia, también, la continua violencia patriarcal que se ejerce sobre mujeres y disidencias; exigiendo la aparición con vida de Tehuel; la absolución de Higui; la liberación de Laura Villalba y la aparición con vida de Lichita, niña desaparecida en Paraguay junto a su prima.
También se pronuncia contra la revictimización de mujeres y disidencias. Aboga por la liberación de les activistas sociales criminalizados y/o detenidos por razones políticas. Se solidariza con la lucha de les trabajadores de la salud, con les docentes; las trabajadoras de casas particulares y fustiga la ‘precarización’ laboral.
El documento, además, condena el extractivismo y el ecocidio, apelando a la inmediata sanción de las Leyes de Humedales, de Acceso a la Tierra y de Soberanía Alimentaria. También exige la apertura de archivos de la dictadura; la separación de la Iglesia y el Estado; la aprobación de la Ley de Emergencia en Adicciones; la promulgación de la Ley de HIV Hepatitis y otras ITS.
Nuevamente, como cada año, se volvió a pedir que una ley declare la «Emergencia en violencia de género» dado el alarmante incremento de femicidios, travesticidios y crímenes de odio registrados en los últimos dos años. En este sentido, se exigió que las medidas de protección para situaciones de violencia de género lleguen a tiempo.
En tanto que apelando a la autonomía cuerpos y territorios, se reclamó la puesta en marcha de la Ley de educación sexual integral en todo el país. Y una inmediata reforma judicial feminista que «garantice el acceso al sistema de justicia para las mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans y no binaries».
La excarcelación a todas las personas privadas de su libertad por ser pobres, migrantes o por estar en situación de prostitución y/o trabajadoras sexuales, es otra otra de las demandas centrales del documento; al igual que la liberación de las personas presas por abortar o por eventos obstétricos. En este punto se menciona el caso de Miranda Ruiz, «médica presa por garantizar un aborto en Tartagal y protección para todes les profesionales que cumplen con la ley de aborto legal, seguro y gratuito en tiempo y forma».
En el orden internacional, el documento apela al derecho humano a migrar; al tiempo que se pronuncia contra las guerras imperialistas. «Nuestra lucha es antipatriarcal, anticapitalista, antiextractivista, antirracista, plurinacional, internacional e internacionalista», señala el escrito, que repudia tanto la invasión de Rusia a Ucrania como la injerencia de la OTAN y Estados Unidos en Europa del Este. «¡No a la guerra, cuyas primeras víctimas son las mujeres, las niñas y las disidencias!», puntualiza.