La “Identidad milonguera” de Ariel Prat
María Nieves, Milena Plebs, Geraldín Rojas, Miguel Ángel Zotto, Teté Rusconi y Dany García integran el elenco danzante tributado en “Identidad milonguera”, un disco que para Ariel Prat, responsable de las músicas y la voz, “implica la emoción de encontrarme con una parte de mi vida”.
Prat, un artista que como compositor y cantante está ligado a la murga y a la cultura popular desde hace más de tres décadas, encarna naturalmente un universo que le es absolutamente propio.
“Me pasa mucho que estoy muy contento porque no estoy haciendo un laboratorio sino plasmando la sangre, la vitalidad, la materia prima de lo que he venido haciendo todos estos años”, afirma el griot –como le gusta que denominen su andar en la música-.
Ese término, que en África Occidental remite a narradores de historias que refieren a la tradición oral por medio de la música y el canto, aplica cabalmente a la relación del músico con el tango y su territorio danzante de la milonga.
“En mi familia las mujeres con los hombres se conocieron bailando, pero además mi padrino bailaba con la orquesta de su amigo (Juan) D’Arienzo (conocido como ‘el rey del compás’) y cuando le pedí que me enseñe me mandó a comprarle un Gancia”, evoca entre risas.
Pese a ese primer desengaño de infancia, el mundo expresivo de Prat, afirmado en la murga y expandido también al rock, se enlazó naturalmente con el tango y su danza porque, afirma, “la milonga tiene mucho que ver con la murga; es el eslabón perdido entre el compadrito y el negro”.
En el mismo sentido, el autor de una decena de álbumes que exploraron esas geografías y lo pusieron en contacto con colegas como los de la banda Bersuit Vergarabat, León Gieco y Flavio Cianciarullo, entre más, cita a otro compañero de ruta como Juan Carlos Cáceres (fallecido hace siete años) y suscribe su sentencia: “la murga es la catarsis del tango”.
Con esa fresca impronta barrial que conoce el pulso y el idioma del tango aunque no lo haya ejercido en exclusiva, Prat se calzó el micrófono para entonar los textos del poeta y compositor de cuño folclórico Adolfo Marino “Bebe” Ponti sobre arreglos y dirección del pianista Pablo Valle.
“Identidad murguera” reúne seis homenajes: “Romance de María Nieves”, “A Miguel Zotto”, “Vals de Teté” (para Teté Rusconi), “Milonga de Geraldín” (para Geraldín Rojas), “Milena luz de seda” (para Milena Plebs) y “Milonga del Flaco Dany” (para Dany García).
La placa producida por “Bebe” Ponti y Silvina Damiani, convoca, además, a Andrés Santarsiero (contrabajo), Oscar Ismael Yemha (bandoneón), César Rago (violín) y Gerardo Solnie (percusión) y sumó al bandoneonista Leo Gasso en la “Milonga del Flaco Dany”.
“El Flaco Danny (quien murió en diciembre de 2019 a sus 83 años) estrenó su milonga bailándola en el Marabú y después la llevó a las calles de Bruselas y estaba orgulloso y feliz. Él también era murguero y teníamos una onda de barrio y de afinidades”, apunta Prat sobre uno de los homenajeados en el álbum.
En el repaso de las personas honradas en “Identidad milonguera”, el creador de “Al olor del hogar”, “La vida por los colores”, “Al final del carnaval” y “Viene alumbrando la esquina”, por citar solamente algunas, subraya: “María Nieves, que prácticamente no sale de su casa, quiso grabar el clip y tanto Milena como Geraldín están muy emocionadas. Del único que no sabemos nada, es de Zotto”.
¿Cómo llegó “Bebe” Ponti a vos para hacer este proyecto?
Yo estaba viviendo en España, hace como 13 o 14 años y no sabía que el “Bebe” estaba experimentando ser milonguero, haciendo desde Quimilí el camino que Manzi trazó viniendo desde Añatuya. Él compone con Peteco, con Los Nocheros, con tanta gente y en esto recurrió a mí porque vio algo que ni yo sabía tan cabalmente que tenía.
Sin embargo, hay una respiración muy familiar…
Totalmente. Uno intenta encontrarse y transmitir una verdad que es muy propia como asumir que nuestras milongas son milongas-candombe con una base negra de acá, pigmentos impregnados de los toques de la murga nuestra. Por eso me nubla cuando me dicen “el rioplatense” porque yo soy de este lado, para mí los carnavales son los de Buenos Aires y no los de Montevideo.
¿Ese recorrido tuyo se puede apreciar en «Corazón y Memoria. Ariel Prat», el libro de Pablo Vázquez que se lanzará en la Feria del Libro?
Claro que sí. Es una especie de homenaje a mis 30 años de discos que tuve que leerlo bajo protesta para apuntalar el laburo increíble de Pablo rastreando y pidiendo datos y opiniones. Es algo que me alegra y me emociona y que voy a estar acompañando el jueves 12 de mayo a las 18 en el stand de Editorial Sur.
¿Y después te vas de nuevo a Europa?
Es parte de mi trabajo habitual reencontrarme con un público que espera estas cosas que propongo, que es algo que me alimenta y me da ilusión. Y también llegar a lugares donde no me conocen y armo un relato y es donde más identificado me siento con ese griot.