La VII cumbre de la CELAC ¿Un llamado a la unidad regional?
La VII Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños realizada en Buenos Aires estuvo marcada por la preocupación por el futuro del Mercosur, la crisis en Perú, la reincorporación de Brasil y la ausencia del presidente de Venezuela. El pintoresco estado Caribeño de San Vicente y Granadinas, miembro del Commonwealth of Nations, obtuvo la presidencia pro tempore.
por Melina Schweizer
El encuentro de mandatarios y mandatarias Latinoamericanos y Caribeños se realizó el 24 de enero, en el exclusivo hotel Sheraton de la Ciudad de Buenos Aires y bajo la presidencia pro-témpore de Alberto Fernández. Asistieron representantes de los 33 países, entre ellos, Luis Ignacio Lula Da Silva, el mandatario de Cuba, Miguel Díaz-Canel, su homólogo colombiano, Gustavo Petro, el jefe de Estado de Chile, Gabriel Boric, de Ecuador, Guillermo Lasso y de Bolivia, Luis Arce; como así también delegados de Estados Unidos y China.
La CELAC fue creada en el 2010, y se define como «un mecanismo intergubernamental de diálogo y concertación política». Su membresía incluye a los 33 países de América Latina y el Caribe, y «constituye la voz central de la región en temas de consenso», señaló el Ministro de Relaciones Exteriores de la Nación, Santiago Cafiero, durante la apertura del evento.
“Somos sólo pueblo, unidos somos un universo de oportunidades”, fue el slogan del video institucional que dio inicio a la cumbre del CELAC. En el mismo se hace referencia a la necesidad de avanzar en el proceso gradual de integración de la región y lograr un equilibrio entre la unidad y la diversidad política, económica, social y cultural de los más de 600 millones de habitantes de América Latina y el Caribe.
Promover el diálogo entre los países que la integran en temas como desarrollo social, educación, desarme nuclear, agricultura, cultura, finanzas, energía y medioambiente es el propósito de la CELAC.
Fortalecimiento de la democracia
En el discurso de apertura, el presidente argentino Alberto Fernández celebró el regreso de Lula da Silva y criticó los bloqueos económicos a Cuba y Venezuela. Apeló, también, por el fortalecimiento del diálogo intrarregional con vistas a confrontar el «riesgo por el cual transita el sistema democrático». Nada dijo, sin embargo, de la trágica situación que atraviesa Perú, tras la destitución del presidente Pedro Castillo, electo democráticamente en 2021 y destituido en una estocada parlamentaria.
«Creemos en la democracia, y la democracia está en riesgo. Hemos visto cómo los sectores de ultraderecha se han puesto en pie y la están amenazando, poniendo en riesgo la institucionalidad de nuestros pueblos. No lo debemos permitir», dijo Fernández, quien obviando nuevamente referirse al pueblo peruano, puso como ejemplo el último golpe institucional en Bolivia, la invasión de simpatizantes bolsonaristas al Planalto de Brasil y el intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
“El mundo ha tenido cambios después de la pandemia, la globalización no funciona tan bien como antes. Se vieron las carencias del sistema económico y sus injusticias. Tenemos todas las posibilidades de unirnos y crecer, tenemos que crecer en nuestro diálogo», afirmó en otra instancia de su discurso Fernández, quien, en referencia su mandato como presidente pro-tempore de la CELAC se atrevió a decir: «Cuando asumí la presidencia de la CELAC, busqué incorporar las necesidades del Caribe, que son muchas y distintas a las de América Latina. Ellos, más allá de la deuda y endeudamiento existen como en América Latina, tienen un problema adicional que es el cambio climático, lo hice en todos los foros en los que estuve, en el G20, en Francia, en el G7». Tras lo cual propuso la implementación de un Fondo de Emergencia para estos países, muchos de los cuales integran, también, el Commonwealth.
Al momento de referirse a los problemas que atormentan la región, puso bajo el lente a los bloqueos económicos que persisten en Cuba y Venezuela: «Estos son un método de sanción muy severos para los pueblos. Cuba padece bloqueos desde hace más de seis décadas, Venezuela padece otro tanto. Tenemos que trabajar para garantizar y fortalecer la institucionalidad en la región. Obviando, por completo, pronunciarse en relación a la crisis que tiene sumergida a Haití en un caos desolador que dificulta el ejercicio de los derechos humanos básicos, pero al parecer los países insulares que componen el bloque no tienen el mismo peso que los países continentales. Y sin hacer una sola mención a la conmocionada situación Perú, que ya suma 60 muertos por la represión estatal desatada en diciembre pasado.
En las afueras del lujoso hotel Sheraton de Retiro, mediados por un férreo cordón policial, integrantes de la comunidad peruana en argentina, con el apoyo de la izquierda y demás organizaciones del campo popular clamaban por el cese de la represión en Perú. Exigiendo la convocatoria a una Asamblea constituyente, digna y soberana que represente a las organizaciones obreras y campesinas.
El retorno de Brasil entre aplausos y abrazos.
El retorno de Brasil al foro regional fue uno de los hechos políticos más trascendentes, haciendo que el presidente de Brasil Ignacio Lula da Silva, fuera la figura estrella de la cumbre. En el 2020 durante la presidencia de Jair Bolsonaro, Brasil decidió no pertenecer a la CELAC al considerar que «no venía teniendo resultados en la defensa de la democracia en la región, al contrario, daba su escenario para regímenes no democráticos como Venezuela, Cuba y Nicaragua».
La reincorporación de Brasil a la CELAC es “un paso fundamental para restaurar nuestras relaciones diplomáticas y permitir la plena inserción en la comunidad internacional”, anunció el Ministerio de Relaciones Exteriores Brasileño, Mauro Vieira.
El presidente Lula da Silva, aprovechó la cumbre para pedir por la integración regional, “Brasil está de vuelta en la región y listo para trabajar lado a lado con todos ustedes, con un sentido muy fuerte de solidaridad y proximidad”, declaró el mandatario brasileño en su discurso en la Celac. “Brasil vuelve a mirar su futuro con la certeza de que estaremos asociados a nuestros vecinos bilateralmente, en el Mercosur, la Unasur y la Celac”, agregó.
En su esperado discurso Lula da Silva destacó el valor de la integración de la región para un «orden mundial pacífico» y la construcción de una «multipolaridad», también hizo referencia a la seguridad alimentaria, a la seguridad social, a la inclusión, a la creación de un plan regional de producción de medicamentos, a la transformación energética y a un tratado de cooperación y recuperación de la selva amazónica.
Un día antes de celebrarse la cumbre, Brasil y Argentina anunciaron una ambiciosa agenda de integración financiera, energética y tecnológica que marca un cambio en las relaciones diplomáticas de estos dos países, que se vieron relegadas durante el gobierno del ex-presidente Brasileño Jair Bolsonaro. Uno de los temas que trataron los mandatarios antes de la cumbre fue la creación de una moneda común, de nombre sugerido ‘Sur’. “Pretendemos superar las barreras a nuestros intercambios, simplificar y modernizar las reglas e incentivar el uso de monedas locales” destacaron Da Silva y Fernández en una declaración conjunta.
Por otro lado, el presidente de Bolivia Luis Alberto Arce Catacora, dijo que se alegraba del regreso de Brasil porque de esa manera la familia está completa, además de valorar la CELAC como medio para relacionarse entre los Estados Latinoamericanos y del Caribe, teniendo en cuenta los recursos naturales que posee esta región como por ejemplo el litio, también Bolivia plantea sumarse a otro foro como el BRICS para fortalecer la economía de la región.
Las negociaciones de Uruguay con China producen tensión en el Mercosur
A modo Salieri de Bolsonaro, el presidente de Uruguay, Lacalle Pou declaró estar dispuesto a promover un acuerdo de libre comercio entre China y su país, haciendo caso omiso a los tratados firmados entre los integrantes del Mercosur que comprometen a negociar en forma conjunta a Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay con países extra bloque. Esta decisión unilateral es un obstáculo para la integración que promueven Lula y Fernández.
Lacalle Pou sostiene que la negociación bilateral con China no está reñida con su pertenencia a Mercosur y, que una vez que alcance un acuerdo, ofrecerá a los demás integrantes del bloque sumarse a éste. “Si es con el Mercosur mejor, a nadie escapa la fuerza que puede tener”, señaló. Sin embargo, más tarde, en rueda de prensa, el mandatario uruguayo calificó al “Mercosur como una región muy proteccionista”. Y, haciendo una crítica velada a las políticas de sus países vecinos Argentina y Brasil, expresó “Uruguay está abierto al mundo”. Tras lo cual instó a los gobernantes a diseñar proyectos de integración que dejen de lado las ideologías porque, de no ser así, serán “de corta vida”, sentenció.
Participaciones en la conferencia de prensa
De las 33 delegaciones de Estados Latinoamericanos y Caribeños que asistieron a la VII Cumbre de la CELAC, sólo los presidente de Uruguay, Colombia, San Vicente y Granadinas ofrecieron conferencias de prensa.
La opinión del presidente Lacalle Pou sobre la adhesión de Bolivia al Mercosur, casi pasó desapercibida: el mandatario uruguayo considera que “el grupo no funciona bien”, por lo que no es necesario agrandarlo. A la re-pregunta de una periodista sobre si la posición de Uruguay era un NO a la solicitud de adhesión de Bolivia, Lacalle Pou respondió “Es un buen intérprete”, mientras que aseveró que la integración de Venezuela al Mercosur no fue “natural”.
En la conferencia de prensa, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, coincidió con su par uruguayo respecto a la necesidad de una integración regional dejando de lado las ideologías. Sin embargo, desde una visión netamente europeísta, señaló que los países de ese continente “han aprendido a construir una institucionalidad, con sus problemas, independiente de los cambios políticos”. En esa misma línea remarcó “Me parece clave que la instancia de integración sea autónoma respecto a los cambios políticos” y agregó que “haría un proceso que vincule independientemente de las visiones”, para luego concluir diciendo “Creo que a la CELAC deberíamos considerarla como el verdadero espacio de la integración latinoamericana”.
Ante la pregunta sobre la situación en Perú. el mandatario Colombiano afirmó que Pedro Castillo “Perdió sus derechos políticos y sus electores, también”. Tras lo cual, con cautelosa pedagogía esbozó “Ningún derecho político puede quitarse a ningún ciudadano, sino por sentencia de un juez penal de la Corte Interamericana. Mi pregunta es por qué un presidente está preso si no hay sentencia. Perdió sus derechos políticos y sus electores, también”. Asimismo instó a la ciudadanía peruana a utilizar las herramientas democráticas para la resolución pacífica es este conflicto, “Son ellos los que deben encontrar los caminos y construirlos por vías pacíficas, pero lo cierto es que la Convención Americana deber respetarse y no entiendo cómo puede haber un presidente preso, que perdió sus facultades, sin que haya una sentencia”.
Otro de los momentos destacados del presidente Colombiano Gustavo Petro, fue cuando fijó su posición acerca de la petición hecha por Estados Unidos a donar el arsenal armamentístico comprado a Rusia para Ucrania. “Nuestra Constitución en el terreno internacional ordena la PAZ. Así que eso quedará como chatarra en Colombia”, también resaltó que ese arsenal está sin los mantenimientos correspondientes por falta de fondos. “No estamos con ninguno, estamos con la PAZ. Por eso ningún arma nuestra se va a usar”, además destacó la posición de su país como de toda la región constituida hace años como “región de paz”.
A la pregunta de Periódico VAS sobre el lugar que ocupa la crisis en Haití en la agenda de la CELAC, el presidente Colombiano destacó en ese caso, que la deuda con Haití es también la falta de una política de drogas diferente, ya que ese país se encuentra entre los más violentos y, “sin dudas en el mapa de las rutas clandestinas” del narcotráfico. También hizo referencia a las migraciones forzadas que se están dando en el continente que además son producto de la crisis que produce la política antidrogas. Sin embargo, obvió dar su opinión sobre el muro que está erigiendo el Gobierno de la República Dominicana para «evitar» que los migrantes haitianos ingresen a ese país.
¿Qué dejó la CELAC?
Un escrito llamado “La Declaración de Buenos Aires”, que consta de 111 puntos y 28 páginas donde se destacan la recuperación económica post pandemia y la necesidad de trabajar para reducir la pobreza, además de ratificar el reclamo de la soberanía de Argentina en las Islas Malvinas.
Al cierre del encuentro nuestro país se alista para a pagar USD 1.400 millones al Fondo Monetario Internacional en concepto de intereses de la Deuda Externa macrista, antes de reiniciar la negociación técnica 2023.