VAS a Toledo
por Gabriel Luna
Toletum!, que se despega, que se levanta en alto, dijeron los romanos cuando vieron por primera vez esa colina hace veintitrés siglos. Toletum que devino en Toldoth, para los judíos, en Tolleto, para los musulmanes, se llamó finalmente Toledo para los cristianos. Y es la ciudad que hoy vemos surgir imponente, no ya en forma de colina sino como una montaña, abrazada desde su base por el río Tajo.
El lugar, habitado por la tribu ibérica de los carpetanos, fue invadido por el Imperio romano en el año 192 AC. El Imperio construyó puentes, acueductos, un circo, teatro, anfiteatro, casas, minas, herrerías, comercios, templos, foro, durante más de seis siglos, y la montaña comenzó a formarse. Los carpetanos pagaban un tributo a Roma y además trabajaban en los campos, en las construcciones y las minas, arraigando la industria del hierro, que producía armas y monedas. En el siglo IV se produjo un auge del cristianismo, la decadencia del Imperio, y la Ciudad pasó a ser una jurisdicción más episcopal que romana. En el año 418 los visigodos tomaron Toledo, la convirtieron en la capital de su reino, y construyeron iglesias sobre el circo, los teatros, el foro, los templos romanos.
Y la Ciudad fue sede de concilios, una suerte de asambleas más eclesiásticas que monárquicas. En el 713, la expansión del Imperio islámico -impulsado por la fe y recientemente creado por Mahoma en Medina- llegó a Toledo y cubrió la catedral visigoda y las iglesias con mezquitas, arcos y murallas durante cuatro siglos. La montaña de construcciones crecía, los mercados y las plazas, también el número de habitantes. A la Ciudad, compuesta de musulmanes, cristiano-visigodos y judíos, se la llamó de las Tres Culturas. Y de hecho la cultura fluyó, porque los árabes, además de filósofos, matemáticos y traductores, trajeron el propio arte de la encuadernación, el papel de China, y la influencia de la Biblioteca de Alejandría.
En 1085 los cristianos ibéricos -herederos de los visigodos- tomaron Toledo. Alfonso VI, rey de León, Galicia y Castilla, acordó con Al-Cádir, el rey de la Taifa toledana, darle el gobierno de Valencia y respetar a los musulmanes en Toledo a cambio de la entrega. Dicen que el legendario castellano Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, simuló un ataque de caballería para ocultar la entrega y salvar el honor de los musulmanes; y dicen que gobernó la Ciudad desde el Alcázar y tuvo casa cerca de la plaza Zocodover (aunque no se tiene certeza de todo esto). Pero lo absolutamente cierto, es que tanto Valencia como Toledo tuvieron gracias al aporte árabe, cristiano y judío, un crecimiento cultural y científico superlativo. Y fueron durante tres siglos el puente entre Oriente y Occidente que daría origen al Renacimiento. Los grandes libros, de contenido asombroso como “Las mil y una noche”, el “Libro de los algoritmos”, un “Tratado de ingeniería mecánica”, “Almagesto”, “La ética a Nicómaco” y “La política”,1 entre tantos otros, se editaron en castellano y latín durante los siglos XI, XII y XIII en Valencia y Toledo. Una nutrida y erudita Escuela de Traductores realizó el trabajo. Puede hallarse todavía el rastro de esta Escuela en la Plaza Santa Isabel 5, en un amplio edificio mudéjar ubicado 200 metros al sur de la catedral de Toledo.
La buena convivencia entre judíos, musulmanes y cristianos fue perdiéndose pese a los acuerdos del siglo XI. Una señal de esto ocurrió en el año 1226, cuando los cristianos decidieron coronar la montaña de Toledo, construyendo una catedral gótica (la que vemos hoy, a 200 metros de la Escuela de Traductores) precisamente sobre un baluarte musulmán, la mezquita mayor, que ya había sido construida sobre la catedral visigoda.
Toledo y el Imperio
Durante el siglo XIV se produjeron en Castilla, y también en Inglaterra y Francia, guerras sucesorias y guerras civiles ocasionadas para designar reyes o limitar el poder de los reyes. El resultado en Castilla fue que se instauró la dinastía Trastámara, y otra guerra sucesoria con intervención de los reinos de Portugal y Aragón puso en el trono a Isabel I, descendiente directa de Alfonso XI y casada con Fernando II de Aragón, también descendiente de Alfonso XI. Matrimonio conocido como los reyes católicos.
En 1492 sucedieron tres acontecimientos que marcarían al mundo y particularmente a Toledo. 1) Los reyes católicos tomaron el emirato de Granada, el último estado musulmán de España. 2) Los reyes católicos ordenaron la expulsión de los judíos de Castilla. 3) Una expedición naval castellana llegó al Caribe y descubrió un Nuevo Mundo.
Dado los cambios y los éxodos, Toledo -que otrora fuera la ciudad de las Tres Culturas con su Escuela de Traductores-, perdió esa relevancia, pero volvió a destacar por la industria del hierro -de las monedas y de las armas, con ese famoso acero toledano que daba flexibilidad y liviandad a las espadas-, y por la industria de la lana y los paños, que era propia de Castilla.
En 1502 se consolidó el Imperio. La hija de los reyes católicos, Juana I de Castilla -nacida en Toledo- y su esposo Felipe de Habsburgo (un matrimonio estratégico con la Casa de Austria), tras hacer un largo viaje proselitista con numerosa corte desde Flandes, juraron solemnemente en la catedral gótica de Toledo como sucesores del reino de Castilla. También en 1502 hubo otro viaje numeroso: partieron 32 barcos desde España hacia Cuba, la más grande flota armada y colonizadora del siglo, al mando de Nicolás Ovando, financiada por mercaderes y banqueros, pero proyectada por los reyes católicos para dominar el Nuevo Mundo, desarrollar una economía básica extractiva y establecer las estructuras políticas, sociales, religiosas y administrativas necesarias.
En 1520 el Imperio español seguía creciendo. Carlos I, el hijo de Juana y Felipe, que fue educado en Flandes, y ya tiene veinte años, ha asumido como rey de Castilla y también hace un viaje proselitista (más largo que el de sus padres) para afianzar las voluntades del pueblo, los mercaderes, los banqueros y los nobles, y llega a Alemania para ser coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Por otra parte, Cortés somete a los aztecas en México, roba sus tesoros en nombre de la Corona; y Magallanes está dando la vuelta al mundo para sumar súbditos y territorio al Imperio español y traer las codiciadas especias de Indonesia. Todo parecería indicar una expansión, un fortalecimiento, un beneficio. Sin embargo surge una profunda revuelta contra el Imperio, y no desde la periferia sino desde su propio centro: precisamente desde Toledo. ¿Qué es lo que sucede?
¿Por qué ocurre la revuelta? Por opresión y pobreza. Los impuestos (que sirven para sostener al rey y al clero) son muy elevados para el campesino, el pueblo llano y el pequeño burgués. Pero además, hay un profundo conflicto de intereses entre Sevilla -el centro económico del Imperio- y Toledo -en el centro de Castilla-. La cuestión era: si impulsar la economía del Reino desde los descubrimientos, la extracción y el comercio de ultramar, o impulsarla desde la industria y el desarrollo del mercado interno. Los castellanos, que reclamaban recursos para desarrollar el comercio y la industria de la lana, se enfrentaban con la monarquía, los banqueros y los grandes mercaderes de ultramar, que financiaban expediciones como las de Ovando, Magallanes y Cortés. La nobleza estaba dividida al respecto, pero eran más los decididos a bajar los impuestos reales, defender la propia industria, y limitar el poder de un rey muy joven, que venía con sus asesores de Flandes y hablaba poco castellano.
El 8 de junio de 1520 la Junta Comunera de Toledo, donde participa María Pacheco, decide prohibir la salida de dinero del Reino (la llamada actualmente fuga de capitales) y designar a un castellano para gobernar en ausencia del rey Carlos I -que se ha ido para ser coronado emperador del Sacro Imperio-.
¡Todo un antecedente de las revoluciones modernas que ocurrirían dos siglos después!
(Continuará…)
1. De Aristóteles, Averroes, Maimónides, Ptolomeo, Ibn Arabi y Azarquiel, etc.
Muy bueno. Me gustaría recibir más información de este estilo