2da. Marcha Educativa contra el Veto de Milei
La segunda Marcha Educativa Federal promete ser un testimonio vivo del compromiso indomable de la comunidad educativa argentina con su futuro y el de las generaciones venideras.
Este miércoles 2 de octubre, docentes, no docentes y estudiantes de diversas universidades argentinas se manifestarán masivamente frente al Congreso Nacional. Esta segunda marcha educativa surge en respuesta al veto anunciado por el gobierno de Milei a la Ley de Financiamiento Universitario, una medida que ha desencadenado una profunda preocupación y protesta dentro de la comunidad educativa.
Bajo el lema «¡No al veto!», esta segunda Marcha Federal Universitaria surge como respuesta a la situación crítica que enfrenta la educación en general y en particular las Universidades Nacionales, como consecuencia de los severos ajustes impuestos por la Ministra Petovello. Recortes que han dejado a la estructura universitaria al borde del colapso, con más del 80 % del personal docente y administrativo viviendo bajo la línea de pobreza.
Los testimonios
Ileana Celotto, secretaria general de la AGD-UBA, denunció enérgicamente las políticas gubernamentales que, «declaran la guerra a la Universidad pública». Desde el incremento desmedido de la inflación, los salarios docentes han perdido más del 55% de su poder adquisitivo desde diciembre, situando el salario básico en niveles insostenibles frente al aumento constante de los costos de vida. Esta situación no solo afecta a los docentes, sino que también se refleja en la renuncia de un preocupante 10% de los profesores en la Facultad de Veterinaria y en un éxodo generalizado en todas las facultades.
Tatiana Fernández Martí, consejera directiva por la Facultad de Filosofía y Letras UBA, alertó sobre los planes de Milei de provincializar la dependencia de las universidades, un primer paso hacia la privatización que amenaza con excluir a la mayoría de los trabajadores y estudiantes, muchos de los cuales son los primeros de sus familias en acceder a la educación universitaria. Este movimiento no solo pone en riesgo el acceso igualitario a la educación superior, sino que también agrava las condiciones de estudio y trabajo frente a un entorno económico cada vez más hostil.
Marcelo Bornand, Delegado General de la Comisión Interna Apuba No-Docentes de la Facultad de Ciencias Sociales, ha destacado la insuficiencia de los fondos asignados para el funcionamiento de las facultades, a pesar de una victoria parcial obtenida en la marcha anterior. Los salarios congelados y las condiciones laborales precarias han dejado a muchos trabajadores cobrando por debajo de la línea de pobreza, incapaces de mantener las instalaciones en condiciones adecuadas para el aprendizaje y la investigación.
La movilización tiene como objetivo, también, subrayar que la educación pública, gratuita y de calidad es un derecho universal esencial para la construcción de una sociedad más equitativa. En este sentido, la segunda Marcha Educativa Federal es un punto de inflexión crucial para la comunidad educativa argentina.
Si el veto a la Ley de Financiamiento Universitario se confirma el 3 de octubre, se discutirán medidas más radicales como la toma de facultades en asambleas estudiantiles, como ya está ocurriendo en la Facultad de Filosofía y Letras. Los desafíos son enormes, pero la determinación de proteger la educación pública hasta las últimas consecuencias es aún mayor.
En resumen, la lucha por la educación pública en Argentina ha llegado a un punto crítico. Con voces unidas y acciones decididas, docentes, no docentes y estudiantes están preparados para enfrentar los desafíos impuestos por el veto gubernamental. Más allá de las diferencias políticas, esta marcha representa un esfuerzo conjunto para preservar un derecho fundamental: el acceso a una educación de calidad para todos. La pregunta que queda en el aire es si las autoridades escucharán y actuarán en consecuencia, o si la educación pública continuará siendo sacrificada en el altar de intereses económicos a corto plazo.