Conversatorio sobre Soberanía Educativa
por Cristina Peña
Este viernes, 29 de noviembre, a las 19 horas se llevará a cabo en el local de la Asamblea Popular Plaza Dorrego, ubicado en Av. San Juan 803 esquina Piedras del barrio de San Telmo, un encuentro sobre Soberanía Educativa.
Este evento, que forma parte de un ciclo de conversaciones en torno a la Soberanía, tiene como objetivo generar un espacio de reflexión y debate sobre la pérdida de la soberanía educativa en la Argentina, explorando sus causas, su origen histórico y sus implicancias en el sistema educativo actual. En particular, se analizarán las dinámicas que han influido en la subordinación de la educación a intereses ajenos a las necesidades del pueblo, así como los desafíos que enfrentan las comunidades en la búsqueda de un modelo educativo inclusivo, democrático y acorde con los principios de la educación popular.
Del encuentro participarán diversos actores de la comunidad educativa de San Telmo, incluidos docentes, estudiantes y representantes de organizaciones sociales y populares, quienes compartirán sus experiencias, perspectivas y propuestas constructivas para recuperar y fortalecer la soberanía en la educación. La propuesta no solo tiene como objetivo visibilizar la problemática educativa en nuestro país, sino también abrir un espacio para el intercambio de ideas y la construcción colectiva de soluciones que contribuyan a la transformación del sistema educativo en beneficio de toda la sociedad.
¿De qué hablamos cuando decimos soberanía educativa?
A lo largo de la historia, el sistema educativo ha sido un terreno de lucha política y cultural, donde se han jugado los destinos de las naciones. Es por ello que la soberanía educativa no trata de una simple cuestión de política educativa, sino más bien es una reflexión sobre el futuro de la sociedad y la identidad de los pueblos. En tiempos donde las estructuras neoliberales, dominadas por el capitalismo financiero, avanzan implacablemente para imponer sus lógicas de dominación global, discutir la soberanía educativa se convierte en una necesidad urgente. No se trata meramente de garantizar el acceso a la educación, sino de construir una educación que responda a las necesidades de los pueblos, que sea inclusiva, justa, solidaria y, sobre todo, emancipadora.
En las últimas décadas, el sistema educativo de muchos países, especialmente en América Latina, ha estado bajo ataque. Las políticas neoliberales impuestas desde instituciones como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) han transformado la educación en un producto más del mercado global. Desde los años 90, las reformas impulsadas por estos organismos, que promovían un modelo educativo mercantilizado, transformaron la educación en un bien de consumo sujeto a las leyes del mercado, en detrimento de los valores del acceso universal a la educación pública.
El impacto de estas políticas neoliberales fue devastador, no sólo porque debilitó el sistema educativo estatal, sino que fue desdibujando los conceptos de Patria, Nación y Soberanía. Poniéndolos en jaque frente a un orden global que concentraba poder, riqueza y conocimiento en manos de unos pocos. En el ámbito de la educación superior, por ejemplo, la Ley de Educación Superior (LES) sancionada en 1995 en Argentina fue un claro reflejo de estas políticas, alineándose con el modelo del “Estado mínimo” del Consenso de Washington. Bajo esta ley, la educación superior dejó de considerarse un derecho social para convertirse en un bien mercantil, accesible únicamente a quienes pudieran costearlo.
Sin embargo, a pesar del avance del neoliberalismo y de la globalización desigual, los conceptos de soberanía y patria no desaparecieron. Con el cambio de siglo, especialmente después de la crisis de 2001 en Argentina, surgieron gobiernos nacionales y populares que intentaron reconstruir el proyecto de nación. La educación pública volvió a ser considerada una herramienta clave para la justicia social y la igualdad, un bien público y un derecho humano irrenunciable. Este proceso de reivindicación de la educación pública fue un paso importante para la consolidación de un modelo que garantizó el acceso universal y gratuito a la educación.
Sin embargo, con el regreso al poder de las políticas neoliberales a partir de 2015 y 2023, se observa un nuevo retroceso en este proceso de construcción de soberanía educativa. La educación vuelve a ser vista como un servicio que debe adaptarse a las exigencias del mercado global, con contenidos y métodos clonados para responder a una lógica de competitividad y rentabilidad, más que a una visión integral y emancipadora.
Hoy por hoy, la soberanía educativa se encuentra entonces bajo amenaza, no sólo por las políticas internas de ajuste y privatización, sino por la creciente injerencia de organismos internacionales como la OCDE, que dictan pautas educativas basadas en los intereses de grandes corporaciones multinacionales. En este contexto, el conocimiento y los saberes propios de los pueblos, construidos a lo largo de siglos, son sistemáticamente expropiados, mientras las grandes transnacionales se enriquecen con la privatización de la educación.
Hoy más que nunca, la soberanía educativa debe ser uno de los grandes temas a abordar por las sociedades latinoamericanas. Este proyecto debe ser colectivo y plural, pensado desde las realidades y las necesidades de los pueblos, y no desde los intereses de los grandes poderes económicos. La educación debe ser un pilar de la nación, no solo como un derecho accesible para todos, sino como un instrumento de transformación social y política.