¿Fin del Libro de Papel? – Parte II
El negocio del libro
¿Cómo funciona el negocio del libro de papel? Sobre los libros vendidos, los autores ganan el 10% del precio de tapa (a veces, si la tirada es grande, ganan el 7%). Todo lo demás, el 90% ( o el 93% en el caso de tiradas grandes) se reparte entre las editoriales, las imprentas, las distribuidoras, y las librerías.
¿Cómo se define el precio de venta al público de un libro de papel? Las editoriales determinan el precio de venta al público multiplicando por siete el costo.
Pongamos, para entender el asunto, el caso de una modesta tirada de 2000 ejemplares. Si el costo de diagramación, diseño, papel, impresión, depósito, administración y publicidad, por unidad resulta de $ 10, la editorial decidirá vender el libro a $ 70.
¿Por qué? Hagamos el cálculo por unidad. El costo es $ 10. Las librerías y la distribución se llevan el 50 %, es decir: $ 35. El autor recibe un 10 %, es decir: $ 7. Y la editorial obtendrá el 25 %, es decir: $ 18 por cada libro vendido.
Supongamos que en el caso planteado se vendan 1500 ejemplares: la ganancia de las librerías y la distribución será: $ 52500; la ganancia de la editorial (tras absorber el costo de los libros no vendidos) será: $ 22000; y la ganancia del autor: $ 10500.
Llama la atención el reparto, ¿verdad? Hay dos puntos fundamentales pero a la vez maltratados en este esquema de producción – comercialización, son el lector y el autor. No hay muchísimos lectores en nuestro país que puedan comprarse sin privaciones libros de $ 70 (que es el precio de tapa de un libro de 400 páginas). Y tampoco le alcanzan a un autor $ 10500 para vivir en este país durante 2 años (que es el tiempo razonable y necesario para escribir 400 páginas).
La solución de las editoriales a estos problemas son dirigirse a un mercado de lectores más restringido y de alto poder adquisitivo, y trabajar con menos autores que -convertidos en personajes mediáticos- vendan mucho más que en el caso planteado. Esta restricción de lectores y autores, creada por las corporaciones editoriales para generar ganancias, ha sumido al mundo en una especie de Edad Media, donde una elite consume libros y la gran mayoría consume televisión.
Laura Molina