Lombardi puede salvar a la Richmond
El Defensor Adjunto del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Gerardo Gómez Coronado, envió hoy una recomendación al Ministerio de Cultura porteño para que aplique «en lo inmediato» las Leyes 35 y 1227 «y así evitar el cierre de la confitería, tal como se hizo en el 2006 para proteger el Bar Británico y el Gato Negro».
El funcionario explicó que la Ley 35 es la que crea la Comisión de Protección y Promoción de bares notables y la 1227 establece el régimen de protección del Patrimonio Cultural de la Ciudad «en el cual está incluida la Richmond, sin necesidad de esperar que el Ejecutivo promulgue el proyecto votado la semana pasada en la Legislatura, y que declara de interés histórico el lugar».
El jueves pasado, la Legislatura porteña declaró a la confitería Richmond Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires. Y el viernes un grupo de vecinos realizó un abrazo simbólico a la confitería para reclamar por su preservación.
El lunes la confitería amaneció cerrada, con sus vidrieras blanqueadas y vaciada de su mobiliario. De modo que sus empleados se encontraron ayer con el local vacío y el faltante de sus pertenencias personales. Los trabajadores no fueron notificados del cierre del bar, y nunca se les habló de indemnización alguna.
Hoy, los 12 trabajadores de la confitería Richmond tomaron pacíficamente el establecimiento para reclamar el mantenimiento de su fuente de trabajo.
Entiendo que estando el Defensor adjunto Gómez Coronado, dudo mucho que la solución de la Richmond, sea posible. Lo digo desde la experiencia que tuve con el citado, ut supra, por la expropiación de la casa de mi Sr. Abuelo Don Juan de Dios Filiberto. Gómez Coronado, había mencionado en el diario Página 12, que se estaba ocupando del asunto, sin embargo y en mi presencia el defensor demostró su total ignorancia con respecto a la expropiación enmarcada por la Ley 2310/07.- Pobre Patrimonio Cultural y pobres empleados si la ayuda proviene de las iniciativas de Gómez Coronado y el Ministro de Cultura de la CABA. Les sugiero un buen abogado.-
Muy atentamente.-
Carlos A. Olivera Filiberto