A 50 años del CORDOBAZO
El encuentro ocurre en La Academia, un bar notable porteño en Callao 368, a media cuadra de Callao y Corrientes. El bar es enorme y casi centenario, el único abierto las 24 horas que queda en el Centro. Preguntamos por Washington Rivière y nos señalan al fondo. En el fondo hay otro salón, mesas de ping pong, y al final una pared celeste. Preguntamos. En la pared hay una puerta cerrada, también celeste, casi disimulada. Abrimos y encontramos otro salón, más grande que el anterior, alto, despojado, con algunas mesas de pool, de billar, de café. Y hay en el centro, contra la pared lateral derecha, un mural de tela iluminado. Frente al cuadro, a pocos metros, desde una mesa doble de café, el autor del mural, Washington Rivière, y su compañera Carmen Diez nos saludan e invitan a acompañarlos.
No podemos dejar de mirar el mural. Tiene cuatro o cinco metros de largo, colores vivos, rojos, blancos, celestes y ocres, oleo. Hay una multitud empoderada en revuelta, personas y personajes simbólicos entre fuegos, palos y barricadas. Obreros junto a estudiantes, la Nación embanderada como la Libertad guiando al pueblo -que alude al famoso oleo de Delacroix-, y en el centro Agustín Tosco, Atilio López, Elpidio Torres, los brazos extendidos, festejando o señalando un destino. Es el Cordobazo.
El hecho ocurrió en el Centro de Córdoba capital, en la zona llamada Cinco Esquinas, concretamente, en la Plaza Vélez Sarsfield -frente a donde hoy está el Patio Olmos-. Ocurrió el 29 de mayo de 1969, se cumplen hoy cincuenta años. Entonces hubo una rebelión popular protagonizada por obreros y estudiantes contra la Dictadura del general Onganía, impuesta por Estados Unidos en el marco de la Guerra Fría. La Dictadura, disfrazada de nacionalista, disolvió los partidos políticos y avanzó, represión mediante, sobre derechos sindicales y estudiantiles, y sobre la sociedad toda, según los intereses políticos y económicos de Estados Unidos.
La marcha obrera-estudiantil se inicia a las 11 horas del jueves 29 de mayo de 1969, tras un paro decretado por 37 horas. Avanza, desde el sur, por la avenida Vélez Sarsfield, una columna de obreros metal-mecánicos de SMATA con Elpidio Torres a la cabeza. Avanzan los estudiantes, desde el noroeste por la diagonal Hipólito Yrigoyen, viniendo del barrio Alberdi. Avanza desde el norte, de avenida Colón y General Paz, la columna de Luz y Fuerza, liderada por Agustín Tosco. Y hay enfrentamientos entre la policía y los obreros de SMATA, enfrentamientos entre los estudiantes y la policía en el barrio Alberdi, enfrentamientos de la policía con el sindicato de Luz y Fuerza en la esquina de avenida General Paz y La Rioja. Y ocurre una batalla en la Plaza Vélez Sarsfield, que es el punto de encuentro de las columnas, donde muere el sindicalista de SMATA Máximo Mena en el boulevard San Juan, por un disparo de la policía montada.
A partir de esta muerte crece más la indignación. Se suman manifestantes, superan los 50.000 y la policía es desalojada de la ciudad de Córdoba. Llega entonces el ejército y recupera la posición después de 3 días, 4 muertos (incluido un turista, confundido por un francotirador), más de 300 detenidos, y 104 juicios sumarios. Pero continuarán las rebeliones en otras ciudades del país siguiendo este ejemplo y el dictador Onganía será reemplazado en junio de 1970, dando lugar a una salida democrática que se concretará en 1973.
Los colores del mural son vivos, plenos de luz, casi sin sombras. La batalla de Vélez Sarsfield sucedió a las 12.30 horas. Tomamos café, pensamos la historia.
Washington Riviére, de nombre anglo sajón y apellido francés, nació en 1933 en un pequeño pueblo de la provincia de La Pampa llamado Anguil. Su padre era maestro rural, el primer contacto con la representación fueron las tizas y el pizarrón. Terminó el primario y secundario en la ciudad de Córdoba, asistió a cursos de estética en la universidad. Y a partir de los años 60 comienza su actividad artística profesional, envía obras a los salones oficiales, hace exposiciones individuales. En 1966 obtiene el primer premio en el Concurso Nacional de Retratos, organizado en la provincia de La Rioja. Y en septiembre de 1969, pocos meses después del Cordobazo, viaja a Europa para encontrar y participar de la libertad del arte contemporáneo, vive cuatro años en París, unos meses en Roma, e instala su taller en Düsseldorf, Alemania, durante más de veinte años, y produce obras abstractas y conceptuales. Interviene en decenas de exposiciones en galerías y museos. Y vuelve a Argentina, a Córdoba y a Buenos Aires, donde vive desde hace cuatro años, vuelca su conocimiento y extensa experiencia en talleres, y produce obras tan conmovedoras como la que tenemos enfrente, en este salón enorme de La Academia.1
-¿A dónde va este mural? -pregunta Periódico VAS.
-Al Museo de la CGT de Córdoba -responde Washington Riviére.
-¿Y dónde queda ese Museo? -quiere saber P. VAS.
-Sobre la avenida Vélez Sarsfield a dos cuadras del Patio Olmos.
Precisamente donde ocurrió el Cordobazo hace 50 años.
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1.Periódico VAS reconoce y agradece al bar La Academia, en particular a los señores Eduardo González y Fernando Capón, encargado y gerente, respectivamente, por facilitar a Washington Riviére el lugar para hacer “El Cordobazo”, para hacer su taller de pintura, y por facilitar esta nota. Muchas gracias.