102 Años del nacimiento de Julio Cortázar
Se cumple hoy 102 años del nacimiento de Julio Cortázar, cuentista excelso que renovó el género narrativo y maravilló con la introducción de lo fantástico en la realidad cotidiana.
Julio Cortázar fue uno de los protagonistas del boom de la literatura latinoamericana. Junto a Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, Guillermo Cabrera Infante, Mario Vargas Llosa, Juan Carlos Onetti, Alejo Carpentier, Juan Rulfo y José Donoso. Sin embargo, de ese grupo de escritores eminentemente comprometidos con la realidad latinoamericana, Cortázar era uno de más alejados de la política y más apegado al puro placer de la literatura.
Había nacido un 26 de agosto de 1914, en Bruselas (Bélgica), donde su padre se desempeñaba como agregado cultural. Pocos años después, la familia Cortázar vuelve a Argentina y se instala en Banfield, donde pasa su infancia.
Cursa estudios en el Escuela Mariano Acosta y en 1937 obtiene el título de profesor normal en letras. Comienza a ganarse la vida como profesor de Instituto en Bolívar y Chivilicoy y, en 1945, lo contratan para impartir clases de literatura francesa en la Universidad de Cuyo. Su disidencia con el peronismo lo lleva a renunciar a este cargo y se traslada a Buenos Aires, donde lo nombran como gerente en la Cámara del libro y, ocasionalmente, trabaja como traductor. Según su propia crónica: «De 1946 a 1951, vida porteña, solitaria e independiente; convencido de ser un solterón irreductible, amigo de muy poca gente, melómano lector a jornada completa, enamorado del cine, burguesito ciego a todo lo que pasaba más allá de la esfera de lo estético».
En 1946, Borges, en la revista Sur, publica el primer cuento de Cortázar: La casa tomada y tres años después Los reyes, primera obra que firma con su nombre. Su primer libro de cuentos Bestiario aparece en 1951. Ese mismo año viaja a París con una beca y decide quedarse en Francia, se dedica a los más variados oficios hasta que consigue trabajo como traductor en la Unesco. Durante esta década aún publicaría dos libros de cuentos que sorprenden por la introducción de lo fantástico en la realidad cotidiana: Final de juego (1956) y Las armas secretas (1959).
Su consagración llegaría con Rayuela (1963) una obra que signó una época y a varias generaciones. Rayuela fue una verdadera revolución dentro de la novelística porque llevó hasta las últimas consecuencias la voluntad de transgredir el orden tradicional de una historia y el lenguaje para contarla.
En 1961 viaja a Cuba, donde cambia radicalmente su visión de la política y se replantea su relación con Latinoamérica y Argentina. A partir de ese momento, Julio Cortazar se compromete con todos los procesos revolucionarios latinoamericanos. En 1971 Cortázar asiste a la asunción presidencial de Salvador Allende en Chile y declara: “Comprendí que la obligación más elemental de un escritor preocupado por la causa del socialismo era la de manifestar personalmente su solidaridad con esa grande y difícil experiencia que empezaba en un país del cono sur de América Latina”.
Años más tarde, cuando las dictaduras militares cubrieron a Latinoamérica comienza a militar activamente en foros y asambleas de derechos humanos para denunciar el genocidio. En 1973 aparece la novela Libro de Manuel y destina los derechos de autor a la ayuda de los presos políticos en la Argentina. A principios de los años ’80 viaja a Nicaragua y apoya al Frente Sandinista de Liberación Nacional. Después de 10 años sin pisar la Argentina, Julio Cortázar llegó a comienzos de diciembre de 1983. Cortazar solicita un encuentro con el flamante Presidente electo, Raúl Alfonsin, que ignora su pedido. El 12 de febrero de 1984, Julio Cortázar muere en París, sus restos descansan en el cementerio de Montparnasse.