¡Arderá la Memoria! en el exCCDTyE Virrey Cevallos

por Cristina Peña

Este sábado 25 de enero, la comunidad exCCDTyE Virrey Cevallos llevará adelante una jornada de defensa de los Espacios de Memoria y las políticas públicas de Memoria, Verdad y Justicia. El motivo de este encuentro no es únicamente para honrar el legado de quienes han luchado por estas causas, sino también para exigir la reincorporación inmediata de todos las y los trabajadores despedidos de la Secretaría de Derechos Humanos (DDHH). Quienes no sólo tienen un rol meramente administrativo, sino que son custodios de la historia, facilitadores de la verdad y defensores de la justicia social. Su despido, además de afectar sus vidas a nivel laboral,también desmantela una estructura esencial para el mantenimiento de nuestras políticas de Memoria.

La Secretaría de DDHH debiera funcionar como un faro de esperanza y defensa de los derechos fundamentales en nuestro país. Sin embargo, en la actualidad esto no es así. La reciente decisión del Gobierno nacional de despedir a sus trabajadores ha generado una alarma significativa en la sociedad, vecinos y vecinas, gremios, estudiantes y organismos defensores de derechos humanos. No se trata de una acción de carácter meramente administrativo, sino de un ataque dirigido a los pilares de la memoria histórica y a los espacios activos que permiten reflexionar y aprender de nuestro pasado. La vacuidad en estas instituciones es un paso hacia el olvido, porque, como se ha denunciado: «Vaciar es cerrar». ¡Sin trabajadores, no hay Memoria!

La convocatoria del 25 de enero se realiza en defensa de los espacios de memoria y, también, como una celebración a la resistencia y la unión del pueblo. Sus organizadores han programado un evento de actividades que buscan fomentar una atmósfera de camaradería, reflexión y resistencia. Desde música en vivo hasta teatro callejero y espacios de serigrafía, se crearán momentos propicios para el diálogo y la concientización.

La música en vivo estará a cargo de bandas locales y artistas para narrar los hechos relevantes de nuestra historia. Como se sabe, la música es un vehículo potente de resistencia y un espejo de las luchas sociales. Otra de las representaciones artísticas que estará presente es el teatro callejero; esta expresión en el espacio público tiene la capacidad de tocar la fibra sensible de la comunidad, al relatar a través del arte la historia de aquellos que cayeron en la lucha por la justicia, reviviendo testimonios que, aunque trágicos, son parte esencial de nuestra identidad. También se dispondrá de un equipo de estampado serigráfico para que las y los asistentes expresen sus propias consignas y demandas. Y se dispondrá de un espacio para infancias, dado que es fundamental involucrar a las nuevas generaciones en la lucha por los derechos humanos. Allí se brindarán actividades lúdicas y educativas que fomenten el pensamiento crítico y la importancia de la memoria histórica desde una edad temprana.

La memoria colectiva es el tejido que une a una sociedad. Sin ella, corremos el riesgo de perder nuestra identidad y, lo más crítico, de permitir que se repitan los errores del pasado. Las políticas de Memoria, Verdad y Justicia no son únicamente un legado del pasado, sino un compromiso con el futuro. Defender estos espacios es garantizar que las voces de las víctimas sean escuchadas y que la injusticia no se vuelva a normalizar.

La memoria histórica sobre las violaciones a los derechos humanos es un compromiso ético, como también una herramienta para luchar contra la desigualdad y la injusticia en todas sus formas. Cada historia cuenta, cada voz importa y cada lucha es parte de un mosaico más grande que, como sociedad, necesitamos preservar.

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