
¡Basta de Reprimir!
La lucha por la libertad de expresión y los derechos de los jubiladxs
Bajo la consigna ¡Basta de reprimir!», el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) junto a la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA), la CORREPI y las organizaciones de jubilados, realizaron este martes una conferencia de prensa donde expusieron la crítica situación que viven tanto jubilados como trabajadores de prensa.
En el transcurso de la misma, expusieron sobre las preocupaciones compartidas entre las distintas organizaciones presentes. Como la constante represión a jubilados que protestan cada miércoles por salarios dignos y el sistemático ataque a la prensa que cubre estas manifestaciones, tras la implementación del protocolo antipiquetes de la ministra Bullrich.
Si bien desde el mes de diciembre de 2023 las denuncias por el protocolo antipiquetes han llegado a los organismos internacionales, ante la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la violencia represiva no ha cesado. Pese a que, tras las represiones del 31 de enero y el 1 de febrero de 2024, el sindicato elevó un pedido formal de medidas cautelares en favor de los trabajadores de la comunicación y defensores de los derechos humanos. En este contexto, el incumplimiento de los estándares de libertad de expresión es un tema recurrente que ha logrado captar la atención internacional, así como la preocupación de profesionales y académicos comprometidos con la verdad y los derechos humanos.
Durante la conferencia de prensa, Agustín Lecchi, secretario general de SiPreBA, expresó: “No solo estamos hablando de represión hacia los jubilados, sino también de ataques sistemáticos a los trabajadores de prensa que se encuentran en la primera línea informativa de cada protesta”. Esas palabras se articulan en el contexto de una lucha mucho más amplia que no abarca únicamente el derecho a la información, sino también el derecho a la protesta pacífica y la libertad de expresión.
Las fuerzas de seguridad, bajo el amparo de un protocolo que muchos consideran violatorio de derechos humanos, actúan impunemente en cada manifestación, lo que refuerza la idea de un estado de excepción que atenta contra la democracia. La represión no se limita solo al plano físico, sino que se expresa a través del vaciamiento de medios públicos y la criminalización del periodismo. En este contexto, se observa clara la intención del Estado de controlar el relato, silenciando así a quienes critican y cuestionan las decisiones gubernamentales. Como señalaban los participantes de la conferencia, “sin prensa libre no hay democracia”.
La conferencia fue también una invitación abierta a la comunidad política, organizaciones sociales, académicos y, sobre todo, a la ciudadanía en general, para que se sumen a esta cruzada en defensa de jubilaciones dignas y del ejercicio de un periodismo plural sin represiones ni censuras. Emocionado, uno de los jubilados presentes recordó con nostalgia sus años de trabajo: “No solo luchamos por nosotros, sino por futuras generaciones que merecen vivir en un país donde se respete su voz y sus derechos”.
El llamado a la solidaridad se extiende hacia la sociedad en su conjunto, ya que la lucha por la dignidad de los jubilados y la libertad de prensa es un eje central para construir una democracia verdadera. Las organizaciones presentes reafirmaron el compromiso de seguir denunciando y resistiendo, enfatizando que ningún ataque a la libertad de expresión será tolerado.