¿Casualidad o Causalidad?
Asamblea Parque Lezama
Vecinos y vecinas, moradores y habitantes de San Telmo y de toda la Comuna 1.
En nuestros barrios se están dando reiterados ataques a espacios culturales, educativos y organizaciones sociales. En este artículo, les proponemos desentrañar una serie de hechos vandálicos que sucedieron en el barrio de San Telmo, donde, no queda duda, el objetivo es diezmar la participación. Y, por cierto, no fueron noticia en los medios nacionales ni en televisión.
Todos los ataques tienen la misma particularidad: se cometen en espacios donde los vecinos se organizan, brindan contención y cumplen un trabajo social en el barrio. Y, casualmente, estos espacios están en conflicto permanente con el avance de los negocios inmobiliarios que atraviesa a los barrios del Sur. Para la especulación inmobiliaria, todo espacio es mercancía y si no tiene un rédito monetario está desaprovechado. Ejemplo de esto es la batalla latente que libran el Isauro Arancibia y el ex Club Atlético, por la construcción del Metrobús sobre Paseo Colón.
El trabajo barrial carece de un interés personal o de lucro. Apuesta a que entre todos construyamos una sociedad más justa y equitativa. Al analizar la falta de políticas, tomamos conciencia de que el Estado no sólo es incapaz de atender las necesidades básicas de un barrio. Se desentiende de cualquier atentado y/o ataque a los espacios que cumplen la función de contención que él no brinda. Por eso decimos que San Telmo es una zona liberada. Porque lo que no se hace, también es una decisión.
No estamos pidiendo una zona militarizada en San Telmo. No creemos que la solución sea llenar de policías el barrio. Sabemos que no funciona. El ex Padelai tiene una custodia de aproximadamente 10 policías por turno, y en sus alrededores se cometen hechos delictivos constantemente.
Tampoco pretendemos que, con la excusa de seguridad, instalen cámaras apuntando a la puerta de los locales de organizaciones sociales. Eso no es seguridad, es espionaje. Hace un par de semanas, colocaron una cámara en las narices del local de Asambleas del Pueblo en calle México. Esta acción fue tan repudiada que tuvieron que retirarla.
Sabemos que estos hechos tienen algo similar que los atraviesa: son ataques a espacios donde la gente se organiza, donde se piensa en el otro. Algo que le cuesta mucho entender al Gobierno de la Ciudad. Y es a las autoridades del Gobierno porteño junto al Ministerio de Justicia -a cargo de las comisarias 14, 16 y 22-, a quienes hacemos responsables de que estos predios se hayan convertido en zonas liberadas.
Los vecinos y vecinas vamos a seguir difundiendo, proponiendo y organizándonos. Vamos a seguir defendiendo nuestro derecho a vivir en el barrio. Vamos a seguir eligiendo San Telmo como nuestro lugar. Y vamos a rechazar cualquier proyecto de especulación inmobiliaria que quiera implementar el Gobierno a costa de la recualificación o gentrificación.
Cronología de los ataques
El jueves 21 de julio, fue saqueada la Juegoteca de San Telmo, que funciona en el Polideportivo Martina Céspedes de calle Bolívar 1280. Allí, además de romper puertas y mobiliario, destrozaron material que utilizan los chicos y chicas que concurren al lugar. El Polideportivo Martina Céspedes es un espacio de deportes y juegos, reconocido por ley, al que asisten unos 2000 niños y niñas de distintas instituciones educativas del barrio de San Telmo. No hay objetos de valor, ni dinero.
Este hecho es el corolario de una serie de ataques que vienen sufriendo diferentes espacios del barrio que se organizan para dar contención social y hacer frente a la desidia y falta de políticas del Gobierno porteño y, también, de las autoridades de la Comuna 1.
El 23 de marzo, fue violentada la sede de la Asamblea Popular Plaza Dorrego de avenida San Juan esquina Piedras. Se llevaron los elementos de cocina que se utilizaban en la Olla Comunitaria de cada domingo, donde asisten más de 150 personas con necesidad de alimentarse.
El 20 de mayo el Club Deportivo Giuffra, de calle Perú 1243, sufrió el primer asalto. El segundo fue hace unos días, el 6 de agosto. Este lugar se utiliza para guardar camisetas, banderas y lo necesario para realizar las actividades futbolísticas con los pibes del barrio. Estos elementos, tan difíciles de conseguir, fueron sustraídos. También hubo destrozos de mobiliario.
En la misma cuadra se encuentra el Centro Cultural Martín Fierro (Perú 1200). Un espacio de recreación para adultos mayores y jubilados del barrio. El 6 de Julio fue víctima de un asalto vandálico. Rompieron muebles y sustrajeron materiales.
El 13 de Julio fueron violentados dos predios. Ambos ubicados sobre calle Cochabamba. Uno frente al otro. Primero le tocó al espacio de la memoria del Ex CCDTyE Atlético. Dos personas rompieron vidrios para intentar entrar a la oficina, al notar que había una reunión, huyeron.
Al Centro Educativo Isauro Arancibia, de Paseo Colón esquina Cochabamba, entraron por una puerta trasera. Luego de perpetrar varios destrozos, se llevaron microondas, hornos industriales, comida, ropa y pañales de la guardería. También defecaron en las aulas. El Isauro Arancibia cumple rol fundamental en nuestro barrio: trabaja con chicos y chicas en situación de calle, expuestos a un alto grado de vulnerabilidad social. En la escuela se les enseña un oficio y se llevan a cabo varios emprendimientos. La panadería es uno de ellos, quedó trunca luego del robo. La escuela cuenta con seguridad las 24hs. sobre Paseo Colón. Lo curioso es que ésta nunca se percató de lo que estaba sucediendo dentro del establecimiento.