Colonias porteñas: multiplicación de contagios y falta de control
por Luciana Rosende
Padres y trabajadores de colonias y escuelas de verano porteñas denunciaron la multiplicación de contagios de Covid-19 y la falta de acciones preventivas y de pautas claras sobre cómo proceder ante diagnósticos positivos por parte de las autoridades de la Ciudad, lo que -dijeron- llevó en varios casos a que las familias optaran por dejar de enviar a sus hijos a esos centros de esparcimiento, en los cuales están inscriptos unos 52.000 chicos, una de las franjas etarias más rezagadas en materia de vacunación contra ese virus.
«Me encontré con un desastre. Cero organización. El primer día no había orden en la puerta. Creí que iban a seguir con el protocolo de las escuelas, pero no. Era como si la pandemia no existiera. Un abarrotamiento de gente, todos apretados. Entre que la gente no se cuida y la escuela no ponía límites, fue un caos», describió Georgina Martorelli sobre el inicio de la cursada de verano en la Escuela 12 «Provincia del Chaco», en Flores, donde inscribió a sus nenes de 5 y 7 años. Cuatro días después del arranque, decidió no volver a mandarlos.
«El jueves ya había en primaria tres grupos aislados y en inicial, dos. Entre esos, el de mi hijo. A partir de ese jueves decidí no mandarlos más. Porque encima para volver a reincorporarlos, tengan o no síntomas, tenían que volver con PCR. Igual se los hice, porque están los dos con mocos. Pero la doctora nos dice ‘si mañana vuelven porque dio negativo y el jueves vuelven a cerrar el grupo, tienen que hacer PCR de nuevo’. No van a estar sufriendo, decidí no mandarlos más», lamentó la mujer.
Las Escuelas de Verano, dependientes del Ministerio de Educación porteño, ofrecen «juegos y actividades pedagógicas como talleres de lectura, en distintas escuelas y predios de la Ciudad». Las Colonias de Verano, por su parte, dependen de la Subsecretaría de Deportes, funcionan en polideportivos porteños y este año reabrieron con esquema de jornadas completas, aunque con menos profesores. En las primeras fueron inscriptos más de 32.000 chicos y en las segundas, más de 20.000.
Desde la cartera educativa porteña confirmaron a Télam que «contagios está habiendo muchos, tanto de docentes como de niños», con un «promedio de ocho burbujas aisladas por sede». En la colonia de Parque Chacabuco, por caso, llegó a haber 14 burbujas aisladas al final de la primera semana. En la de plaza Martín Fierro, diez.
El concepto de burbujas, en este caso, refiere a grupos de hasta 50 chicos, con un docente y un auxiliar, aunque la información oficial indicaba que serían grupos de no más de 40. «De entrada ya habíamos dicho de trabajar en burbujas, como el año pasado. Pero no. Ellos querían la grupalidad. Ahora se están dando cuenta que se están contagiando todos y dicen ‘bueno, burbujas’. Aislás a positivos y contactos estrechos, compañeros y docentes. Y en un principio también a hermanos. Ahora no. Solo contacto estrecho. Y si pasa fuera de la colonia, no aislamos nada. Solo el positivo», relata un coordinador de Escuelas de Verano que prefiere no dar su nombre.
«Es terrible. Vuelvo todos los días llorando. Nos tienen hasta las 23 pendientes del teléfono. Nos cambian el protocolo de un momento a otro», relató. Y detalló: «De los 190 que tengo inscriptos, ayer me vinieron 40 chicos. Por los aislamientos y porque los papás están con miedo. Renunciaron un montón de docentes y coordinadores. Estamos desbordados».
«Cuando anoté a mis dos niñes en la colonia de Agronomía (Polideportivo Costa Rica, en Constituyentes y Chorroarín) había 100 casos en la Ciudad. Este fin de semana (NdR: por el del 8 y 9 de enero) hubo 17.000 el sábado. Antes de comenzar, como los casos ya se habían disparado, mandé mail consultándoles si iban a cambiar algo. Me contestaron que no», aseguró Celeste, mamá de una nena de 10 años y otra de cinco.
Y añadió: «No controlan que les niñes usen barbijo; veo muchas fotos de los profes sin barbijo. No explican el protocolo en la colonia, dan por entendido que todos lo sabemos, y es un grave error».
Hasta el cierre de esta nota, desde el Ministerio de Educación no brindaron información sobre nuevas medidas protocolares ni sobre cantidad de contagios o aislamientos. Desde la Subsecretaría de Deportes señalaron que se estaban analizando las nuevas disposiciones a nivel nacional en cuanto a días de aislamiento, y admitieron que la mayor parte de las quejas de las familias tienen que ver con falta de pautas claras en ese sentido.
«La reunión previa fue una cosa, y lo que nos dijeron el primer día fue otra», contrastó Anabella González, mamá de un nene de nueve años que tras la primera semana en la colonia Martín Fierro, en San Cristóbal, quedó aislado por contraer coronavirus.
«Los metieron el primer día a la pileta sin revisión médica. Nos habían dicho que la iban a hacer y los primeros tres días iban a estar sin pileta. Pregunté cuál había sido el criterio y no me supieron responder», señaló, y remarcó que para inscribirse «hacen firmar un certificado de apto físico a los padres, no a un médico».
El sábado por la noche, luego de la primera semana, Anabella recibió el llamado de la profesora de su nene. Le avisó que el jueves había dado positivo. «Pregunté por qué llamaba ella, me dice ‘yo presenté síntomas y me hacen llamar a mí. A cada familia’. Le pregunto cuándo supo el resultado y me dice que fue el jueves por la tarde. El viernes ella no fue, pero los chicos sí. Hace dos años que estamos con esto. Ya se sabe que enseguida hay que aislar al grupo», se quejó la mujer, quien tras el contagio de su hijo comenzó con síntomas.
«Este lunes, en el grupo de mis hijos, a algunos padres los llamaron para avisarles que a partir del martes se aislaba la burbuja porque una de las profes dio positivo. A mí no me avisaron nada, me enteré por otra mamá», contó Inés, madre de dos nenes que van a la colonia del Parque Manuel Belgrano (ex KDT).
Las confirmaciones de casos positivos en algunos casos son avisadas a las familias directamente por las y los docentes, o por las personas que coordinan cada colonia, o vía correos electrónicos que no siempre llegan. En la página de Facebook de la Subsecretaría de Deportes proliferan las consultas de familiares sobre resultados de hisopados en sus grupos.
El primer día de Escuela de Verano de su hijo de siete años, Silvia Bogao pasó varias veces por la Escuela 9 del Distrito Escolar 3, en Moreno y Rincón, para ver cómo iba todo. En cada ocasión lo vio al rayo del sol, con una temperatura de 35°. El segundo día a ese grupo le tocó ir al predio con piletas del Parque de la Ciudad.
«El miércoles dijimos ‘no vas a ir’, porque había una suba de casos terrible y había venido todo rojo el día anterior. El viernes empezó con fiebre», relató. El sábado confirmó que tenía coronavirus. El domingo, ella, su marido y su suegra comenzaron con síntomas. Del grupo de 40 nenes y nenas al que asistía su hijo, dijo conocer una decena de familias que optaron por dejar de mandarlos. Ella tomó la misma decisión.
«En casi todas las escuelas hay alrededor de un 50% de aislamiento», estimó una coordinadora que eligió mantener su identidad en reserva, para evitar represalias que se traduzcan en cese de contratos.
«En el grupo donde me dio positivo, primero aviso a los contactos estrechos. Uno es el profe de pileta, porque ellos van sin barbijo. La gente de pileta me dijo que el profe de pileta no se aísla nunca. Entonces, ¿de qué hablamos? Ese profe después tiene otros grupos», alertó.
En una escuela de zona sur, la cantidad de contagios llevó a colocar carteles en la puerta para anunciar a las familias qué grupos debían aislarse. Tal como se hacía en la etapa más álgida de la segunda ola y en pleno debate sobre los alcances de la presencialidad escolar. «Nos mandaron a arrancar los carteles porque no querían que los viera cualquiera», dijo un docente. Y agregó: «Nos hisoparon el año pasado antes de empezar. Esta vez, no. Los turnos están colapsados. O tenés que estar cuatro o cinco horas esperando. ¿Cuándo vamos a ir si estamos trabajando? Me pude haber contagiado en las fiestas y arrancamos sin testearnos. ¿Cómo no va a haber contagios?»
Todo esto, mientras la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) advierte que los casos de Covid-19 en menores de 16 años treparon 20 veces en las últimas dos semanas, y cuatro de cada diez niños y niñas que se testea da positivo.