Cuando los trabajadores son dueños de sus medios y de sus palabras
El 1992, las Naciones Unidas fijaron al primer sábado de julio como el Día Internacional de Cooperativas con el objetivo de visibilizar la existencia e importancia de esta forma de organización empresarial basada en la equidad e inclusión. Universo donde la industria gráfica editorial está ganando espacio.
Autodeterminación de contenidos, gestión colectiva y distribución equitativa del ingreso son las bases de los medios gráficos cooperativos, un formato que -por motivos ideológicos o impulsado por la necesidad- es elegido cada vez más por trabajadores, quienes celebrarán hoy el Día Internacional de Cooperativas.
Del amplio abanico de medios gráficos gestionados por cooperativas, que van desde los que tienen 40 años a los que llevan pocos meses en la calle, el diario El Independiente de La Rioja es el más antiguo. Nacido en 1959 como un emprendimiento privado para dar respuesta a la falta de periódicos de la región, hacia 1971 los propios dueños impulsaron la creación de una cooperativa.
«Dentro de ese grupo se encontraba Alipio Tito Paoletti, un joven periodista que había entablado una amistad con el obispo Angelelli, quien desde su llegada a La Rioja había dado un fuerte impulso al movimiento cooperativista», relata Julio Anselmo Delgado, presidente de la cooperativa que produce el diario.
«El diario tuvo desde entonces una impronta social muy fuerte y cuando se produjo el golpe de 1976, los militares lo intervinieron produciendo un vaciamiento, tanto de los contenidos como de los recursos», señala.
Hacia 1982 los militares se retiraron del periódico y comenzó un proceso de reconstrucción del medio. «Muchos compañeros estuvieron detenidos, otros se habían exiliado o simplemente se habían ido del diario por temor -recuerda Delgado- de a poco se retomaron las temáticas sociales, y comenzó una recuperación económica y de la dinámica cooperativa hacia adentro de la organización».
Hoy la cooperativa tiene 113 asociados y cubre todo el proceso que va desde la producción del diario, la impresión y hasta la distribución. Con una tirada diaria de casi once mil ejemplares, El Independiente lidera el mercado de periódicos de la provincia.
«La diferencia con otros medios es que las decisiones aquí son colectivas. La línea editorial la fija un consejo de administración que es elegido por los asociados. Las temáticas continúa teniendo una impronta social y tratamos de mantener una distancia con los gobiernos, sean del signo que sean», describe Delgado. que además, es presidente de la Federación Asociativa de Diarios y Comunicadores Cooperativos de la República Argentina (Fadiccra) organización que nuclea a medios cooperativos de todo el país, entre ellos a cuatro diarios nacionales que funcionan bajo este formato: La Posta del Noroeste, de la localidad bonaerense de Lincoln; Comercio y Justicia de la capital cordobesa; El Diario del Centro del País, de la localidad cordobesa de Villa María, y el Diario de la Región, de Chaco.
Existen además redes como la Red Colmena o la Red Gráfica, que son específicamente de medios cooperativos que también incluyen radios o formatos digitales, además de publicaciones gráficas que salen de manera semanal, mensual o bimestral.
Dentro de estas publicaciones semanales se encuentra la Cooperativa Tiempo Argentino, conformada hace apenas cuatro meses por los trabajadores del diario cuyos dueños -Matías Garfunkel y Sergio Szpolski- habían vaciado y «vendido» a un empresario que al poco tiempo desistió de la compra.
«En diciembre del año pasado no recibimos el salario ni el aguinaldo. Comenzó un proceso de organización y lucha de los trabajadores, hicimos diversas actividades para juntar fondos, hasta que el 24 de marzo nos propusimos autogestionar la salida del diario impreso», recuerda Javier Borelli, periodista y presidente de la cooperativa.
La iniciativa fue un éxito: en menos de 6 horas se vendieron más de 35.000 ejemplares. «Nos dimos cuenta de que había una demanda, que podíamos volver a trabajar de periodistas y que la autogestión era el mecanismo que queríamos adoptar», detalla y agrega que «el 24 de abril salió la primera edición bajo este formato. Desde entonces llevamos diez números y las ventas se sostienen. Hoy apuntamos a que la gente no lo compre porque es de una cooperativa, sino porque es un buen diario, y lo estamos logrando».
El diario se imprime en una imprenta recuperada y, aunque se distribuye por los mecanismos oficiales, le dejan al canillita el 40 por ciento de la venta, reclamo histórico del sector.
«En relación al salario/retiro, lo que hacemos es ver cuánto ingreso, cubrir los gastos y fijar con lo que queda un precio de hora. Cada persona retira en base a las horas que trabajó, independientemente de la tarea», detalla.
Como la mayoría de las recuperadas, uno de los problemas que enfrentan los trabajadores/miembros de esta cooperativa es asumir su nuevo rol de «dueños» de su propia fuente laboral: «aprender a ser cooperativistas no es fácil, asimilar que el trabajo que yo no hago va a repercutir en el compañero, y en mi propio salario es una tarea cotidiana», sostiene Borelli.
En Argentina, según el último censo realizado por el INAES en 2014 existen 30.938 cooperativas vigentes.
«Las cooperativas cumplen un rol central en la economía porque son una forma de organización del trabajo diferente. En todo contexto, pero sobre todo en épocas de crisis, la autogestión permite la generación directa de trabajo e incluso para garantizar servicios, como sucede en muchos lugares con la luz, el gas o el agua», concluye Delgado.