Déficit habitacional y especulación inmobiliaria
Se desarrolló hoy la segunda jornada de la Audiencia Pública en Legislatura porteña discutir sobre la viabilidad del proyecto inmobiliario suscripto entre el titular del Ejecutivo, Horacio Rodríguez Larreta y el Grupo IRSA para desarrollar un proyecto inmobiliario de lujo, con torres de hasta 45 pisos en la ex Ciudad Deportiva de La Boca. En el transcurso de la misma vecinos, académicos y militantes políticos afirmaron se trata de una iniciativa «privatista y excluyente», ya que favorece la especulación inmobiliaria y agrava el déficit habitacional en la ciudad de Buenos Aires.
Gabriel Solano, candidato a legislador porteño el por el Frente de Izquierda, rechazó enfáticamente la propuesta y argumentó que los edificios que planea construir la firma Inversiones y Representaciones S.A. (IRSA) tendrán una «cotización desmedida del metro cuadrado y claramente no serán una posibilidad de vivienda para quienes no la tienen».
Mencionó, también, que en el nuevo barrio, que se planea erigir junto a Puerto Madero, se replicará la misma lógica que en éste: «estará semivacío y servirá como reserva de valor para grupos inmobiliarios, sectores de la renta agraria que valorizan sus ingresos comprando propiedades o, incluso, para blanquear dinero sucio que puede provenir del narcotráfico».
La nueva urbanización ocupará un terreno de 71 hectáreas a orillas del Río de la Plata, lindero con la Reserva Ecológica Costanera Sur y lindero a Puerto Madero, urbanización que surgió en la década de 1990 donde hoy el metro cuadrado cuesta 5.700 dólares.
«Mientras en la Ciudad crecen los precios de las propiedades y hay cada vez más inquilinos, algunas personas se van de la ciudad y otras viven en villas miseria», concluyó el candidato.
Según varios relevamientos, en la capital argentina, el 40% de la población es inquilina, unas 300.000 personas viven en villas y asentamientos y al menos otras 7.000 están en situación de calle.
Otra de las oradoras fue Guadalupe Granero, quien se presentó como urbanista investigadora de la Universidad de Buenos Aires y vecina de Saavedra, y definió el proyecto de IRSA como parte de un «modelo privatista y excluyente» de ciudad.
En su intervención, Granero argumentó que «el precio de la vivienda está determinado por el precio del suelo, ya que el costo de construir no es significativo en este sentido», y agregó que «al construir viviendas de lujo que en su mayor parte quedarán ociosas, se eleva artificialmente el precio del suelo, lo que impacta en toda la ciudad, no solo en la zona puntual donde se construye».
Por último, la investigadora aseguró que el incremento en la valorización del suelo «no solo impacta en el precio de la vivienda, sino en los precios en general».
El barrio que IRSA planea construir en la ex Ciudad Deportiva incluye edificios de hasta 45 pisos, pero necesita que la Legislatura porteña modifique la normativa urbanística actual de ese terreno, habilitado solo para «equipamiento deportivo».
El cambio de esa norma urbanística ingresó a la Legislatura como un proyecto de ley autoría del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Como contraprestación, la empresa se comprometió a ceder 48 de sus 71 hectáreas para espacio de acceso público y encargarse del mantenimiento por 10 años. Además, haría un aporte monetario al «fondo de desarrollo urbano sostenible» de la Ciudad.
Yair Cybel, otro de los oradores de la jornada, afirmó que «la ganadora de este negocio claramente no es la Ciudad de Buenos Aires, sino la empresa IRSA, propietaria de los shopping Abasto, Dot, Alto Palermo y Tortuguitas, cuyo dueño, Eduardo Elsztain, es también dueño de, por ejemplo, el Banco Hipotecario».
«Estamos enajenando tierras públicas al mejor postor, a una empresa que es un monopolio de construcción y uno de los máximos desarrolladores inmobiliarios en Argentina».
La historia del predio es particular, ya que perteneció al Estado nacional hasta que, en 1964, por un ley del Congreso, fue cedido Boca Juniors a condición de que fuera destinado a actividades deportivas y no fuera vendido a privados.
Sin embargo, 30 años después y tras haber abandonado el proyecto de una «Ciudad Deportiva» con estadio incluido, el club de fútbol vendió el terreno a la firma Santa María del Plata, que luego, a su vez, lo vendió a IRSA.
Cybel también se refirió a situación habitacional: «Tenemos una ciudad donde el 12% de la población vive en situación de hacinamiento, pero claramente esta no es una de las prioridades para el Gobierno de la Ciudad, porque estamos pensando en gente que tiene yate para que pueda usufructuar un barrio náutico».
Promocionado con el nombre de «Costa Urbana», el nuevo barrio de IRSA tendrá edificios de hasta 45 pisos con una vista privilegiada hacia el Rio de la Plata, y podrían amarrarse allí embarcaciones.
Otra oradora fue María Luisa Sulle, quien pidió a los legisladores de la Ciudad «frenar la especulación inmobiliaria», «trabajar en una ley que regule los alquileres y políticas de vivienda, no en negocios privados»
Con 2.593 inscriptos, la audiencia pública por «Costa Urbana» se extenderá hasta el 8 de noviembre próximo, y tendrá mañana su tercera jornada, que comenzará al mediodía.
Foto/Fuente: Télam