Día de la Mujer Indígena
El 5 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Mujer Indígena, conmemoración que tiene como objetivo reconocer a todas las mujeres de los distintos pueblos indígenas y visibilizar sus gestas heroicas.
Dispuesta en 1983, durante el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América reunido en la ciudad de Tiahuanaco, Bolivia, esta fecha se estableció en memoria de la histórica lucha de Bartolina Sisa, mujer del pueblo quechua asesinada durante la rebelión anticolonial de Túpac Katari en el Alto Perú
En 1780, Bartolina Sisa encabezó la rebelión del Alto Perú junto a su compañero Tupac Katari, paralela a la de Tupac Amaru, líder de la primera gran revolución social de América Latina contra el poder colonial. Como jefa de batallones indígenas, organizó grupos de guerrilleros y mujeres colaboradoras en la resistencia contra los españoles en los diferentes pueblos del Alto Perú.
El 5 de septiembre de 1782 fue brutalmente asesinada por los españoles en la ciudad boliviana de La Paz. Bartolina Sisa, al igual que Micaela Bastidas compañera de Tupac Amaru, simboliza la rebelión más radical de las mujeres contra el colono español.
Históricamente las mujeres indígenas han legado un testimonio de lucha por la identidad, contra el racismo, la preservación de sus lenguas ancestrales, de sus territorios y por poner fin a las prácticas patriarcales y el abandono estatal.
En los últimos años, mujeres indígenas de orígenes diversos han asumido roles políticos y sociales y se han visibilizado hacia dentro del movimiento indígena y hacia el resto de la sociedad en argentina y en el mundo entero.
Referentes comunitarias, líderes, guías espirituales, educadoras interculturales, activistas y militantes han comenzado a levantar sus voces: “aquí estamos”, “éstas somos”, “así vivimos y luchamos”. Denuncian los atropellos y hostigamientos que sufren sus comunidades, sean éstas rurales o urbanas.
La lucha por la igualdad de derechos de las mujeres originarias no termina. Son depositarias para transmitir la conservación de su cultura, sus lenguas y sus tradiciones. La lucha de las mujeres indígenas es diferente a la del movimiento de mujeres. Es una lucha en la que hombres y mujeres indígenas demandan ser reconocidos como pueblos y como sujetos colectivos de derecho.
En nuestro país la población indígena, principalmente las mujeres, están siendo constantemente a estigmatizadas y hasta criminalizadas por personeros del poder económico y político. En la provincia de Jujuy, el Gobernador Gerardo Morales -que hace 2986 días que mantiene detenida a la dirigente indígena Milagros Salas-, impulsó una reforma constitucional que atenta contra los derechos ancestrales de los pueblos originarios. Sancionada con la complicidad del partido peronista, intenta imponerla mediante la represión de la protesta social, detenciones y apremios ilegales.
Hace más de un mes arribó a estas tierras de la Capital Federal el Tercer Malón de la Paz, permanece y persiste precariamente instalado en Plaza Lavalle, compuesto por una gran mayoría de mujeres indígenas, aguarda una respuesta certera del poder estatal, del poder judicial, del poder legislativo. La nueva estrategia de estos tres poderes para denostar a poblaciones y mujeres originaras parece ser la tibieza o algo peor: la indiferencia.