Diversidad, producción y cultura
por Maia Kiszkiewicz
La cultura comunica, transmite y visibiliza diversas prácticas construidas. Explicita, tanto en lo que muestra como en los modos en los que se organiza la producción, formas de relación entre seres situados. Siempre hay mensajes. En el caso de la música, pueden ser sonidos y letras, pero también decisiones políticas como generar o ser parte de sellos discográficos que buscan libertades para la expresión y apuestan visibilizar voces que resultan excluidas de discográficas comerciales porque tienen su interés en la calidad más que en el mercado. Silvia Gers y Milagros Majó son ejemplo, con sus discos lanzados recientemente, de que es posible trabajar dando prioridad a la transmisión de sentidos.
Renaciendo es el nombre del nuevo disco de la cantautora, multi instrumentista, guitarrista y productora Silvia Gers. El material, del cual habían salido adelantos durante el 2020, es un conjunto de ritmos y temáticas, introspección y vida social, presente y deseo a futuro. “Las canciones ´Todo lo que sé´ y ´Blues del adiós´ son muy personales. La primera tiene que ver con un momento de amor pleno, cuando sentís que otra persona te va a acompañar y querés compartir la vida. Y la segunda es la despedida a un ser que amamos y parte de la tierra, se muere”, dice Silvia Gers, en comunicación con Periódico VAS, y agrega que el disco se completa con composiciones que reflejan su mirada del mundo.
Las letras de esta artista varían porque el universo que la inspira es diverso y ella permanece permeable. “El año pasado vi un video de la Fundación Debra y, gracias a eso, me enteré de la existencia de la epidermólisis bullosa. Me impactó ver a los niños que corren con un cuidado enorme, que no pueden recibir abrazos porque un simple roce les provoca ampollas. En los casos más graves se les retraen los músculos y se deforman los dedos”, explica Silvia y, dando ejemplo de su prédica que define al artista como esponja de todo lo que lo rodea, el impacto quedó plasmado en ´Mariposa´. “Empecé a escribir y cuando iba por la segunda estrofa me di cuenta de que lo que estaba haciendo era para los niños que tienen piel de mariposa. Entonces focalicé mi energía en homenajear a quienes padecen esa enfermedad sin cura y tienen el coraje para asumir la vida con una sonrisa entre el sufrimiento y las curaciones que duran dos o tres horas diarias”.
Silvia cuenta con una sensibilidad que le permite percibir situaciones conflictivas y transmutar los sentimientos en canción. De esa manera, genera cultura con perspectiva social. Ella reconoce que dedicarse a lo que ama y vivir de eso es un lujo y, a la vez, que hacerlo de forma independiente resulta complicado. Le encantaría presentar el disco en un teatro, pero explica que no lo puede hacer en este momento porque, debido a que las salas se pueden ocupar al 50%, sería necesario poner las entradas a un precio muy elevado para cubrir los costos del show y lo más probable es que eso sea una pérdida. Sin embargo, está el deseo y cuando suceda será avisado en sus redes sociales(Ig: @silviagers FB: Silvia Gers).
“Las letras que hago tienen que ver con el estar inmersa en este mundo rígido y preestablecido en el que, a veces, hay que seguir un patrón de cosas para la vida. Por ejemplo, en un momento la mujer tenía que casarse, tener hijos y ser ama de casa. Y en la música, en el arte, está quien dice que podés amar lo cultural, pero tenés que vivir de otra cosa. Hay que terminar con eso. Para poder vivir haciendo lo que amás se necesita una sociedad que lo valore y tenga ganas de disfrutarlo”, dice Silvia y no solo se anima a seguir haciendo música, sino también a sostener un sello propio, Wipala Discos, por el cual lanzó Renaciendo.
“Wipala Discos nació como un movimiento social y estudiantil en el IUNA, ahora UNA (Universidad Nacional de las Artes), cuando yo hacía la carrera de Culturas Tradicionales. Ahí me involucré con los pueblos originarios. Su cultura, alimentación, sanación. Organizaba charlas. Por ejemplo, vino alguien coya para hablar de leyes, de como los protegían y desprotegían desde el Estado. También un representante mapuche que habló de música y literatura. Cuando terminé la carrera, esa agrupación dejó de existir y decidí usar el nombre para lanzarme con un sello independiente abierto a cualquier artista que quiera sumarse”.
Silvia describe a Wipala como un espacio para todos y todas donde la inclusión es lo principal y en el que todo el mundo tiene lugar para expresarse en todos los géneros musicales. “Las bandas que quieran sacar su material tienen que hacerlo siendo auténticos. No tiene sentido cambiar para vender. Ese es el concepto en Wipala. En mi carrera me choqué con gente que me dijo que lo que hacía era muy lindo pero que, como mezclo tantos géneros, tendría que definir qué quiero hacer. Pero yo no podía cambiar, soy todo eso. Y, por suerte, ahora hay generaciones que no se comen ninguna, no les importa la opinión de un CEO o de una empresa que puede que sepan mucho de lo comercial, pero no tienen ni idea de lo artístico”, determina Silvia.
En el mismo sentido, desde el sello discográfico Outra trabajan por visibilizar la música hecha por mujeres. “Siempre es difícil. Ahora ayuda que haya una Ley de cupo. Pero si mirás los escenarios siempre hay más masculino que femenino. Es complicado conseguir espacios y conexiones cuando querés ser fiel a lo que estás haciendo”, dice, en comunicación con Periódico Vas, Milagros Majó, parte de Outra, artista visual y música.
Milagros lanzó, en mayo, Füryü, un disco para el cual toma de la cultura japonesa el concepto de que el espíritu debe fluir en la naturaleza como lo hace el viento. Desde ahí, valiéndose de lo poético y sonoro del lenguaje acompañado por instrumentos electrónicos y ritmos apacibles, invita a pensar en una vida en la que el ser humano conviva con lo natural del mundo. “En las letras siempre está presente el viento. Además, cuando canto la voz es un poco el viento que pasa por diferentes estadíos. Fuerte, susurros, coros”, cuenta Milagros.
Este material sonoro se complementa con imágenes de la artista Mumu Ko. “Tenía fotos de una amiga japonesa que estaba trabajando visualmente el mismo concepto que yo con la música y me pareció interesante esa unión de distintas artes para interpretar un mismo concepto”, explica Milagros y agrega que lo poético de las canciones se potenció durante la cuarentena. “La idea de frasear fue de Diego Lescano, que es mi pareja y productor del disco. Al vivir juntos en la pandemia trabajamos mucho la letra y cómo interpretarla. Hubo tiempo de probar”. Al igual que Renaciendo, Füryü espera su presentación, aún sin fecha resuelta. Cuando haya novedades, también serán informadas por las redes sociales (Ig: @Milagrosmajo_). Mientras, el material se puede escuchar en Spotify, YouTube y Bandcamp.
Este disco es parte y ejemplo del trabajo que realizan desde Outra, espacio que surgió como un conjunto de mujeres cantautoras que, en busca de posibilidades, gestaron un grupo llamado Solistas no tan solas. Eran chicas de diferentes provincias que armaron una red potenciadora de trabajo. Con el tiempo, ese proyecto se convirtió en un sello discográfico colectivo y horizontal. “Somos todas mujeres cantautoras y la idea es ayudarnos. Nos dividimos tareas según nuestras facilidades y tiempos. El año pasado fue difícil, pero decidimos seguir haciendo y aprovechamos Instagram para hacer charlas con gente de prensa, mánagers, cantantes. La idea era compartir información invitando a hablar a personas que están metidas en el tema y abrir una puerta para quienes tengan preguntas, generar apoyo colectivo”, cuenta Milagros.
“Si estás sola todo es más difícil. Juntas, cuando no hay pandemia, generamos fechas, trabajamos en comunidad, nos aliamos con personas en otras provincias y países”, explica Milagros en referencia a la necesidad de expansión para hacer visible los proyectos sin sponsors. En ese sentido, Silvia agrega: “Si fuera por elegir lo que va a vender, tendría que dedicarme a otra cosa. Debería ser comerciante. Pero soy artista y estoy convencida de que cuando hay un buen trabajo, tiene que tener un lugar. Sino nos quedamos siempre consumiendo lo mismo”.
En definitiva, la cultura está en todos lados. El arte es diverso porque las formas de habitar el mundo lo son y, sin embargo, muchas veces, a fuerza de publicidad, lo que se vuelve masivo es uniforme, estereotipado. Pero no se puede confundir: en el arte hay lugar para lo heterogéneo. El que restringe es el mercado. En ese punto se vuelve relevante el trabajo independiente. Para demostrar que la gama de producciones es enorme y, a la vez, para generar posibilidades que alienten a quienes quieran formarse y producir.
Hermosa nota. Sigo a Silvia Gers desde hace mucho, leo y escucho muchas entrevistas y notas; y a veces se torna repetitivo algunos conceptos, para quienes la conocemos. Muy buen retrato y muy bien armado su perfil. Fiel a lo que es ella. Felicitaciones.