«El beso de Judas»
Marcelo Valko
La noche del domingo electoral donde todo el país estaba pendiente de los guarismos, sucedieron muchas cosas. Se trataba de un resultado trascendente en un escenario muy complicado para el futuro de una democracia que cumple 40 años. Nervios, abrazos de unos y desazón y lágrimas de otros. Cuando Bullrich la candidata del establishment sale a reconocer su derrota, aunque sin felicitar al triunfador como es de estilo, en el estrado poblado por los abatidos popes de su coalición de derecha, vaya como ejemplo el rostro de Vidal al que le quedaba muy poco de “Heidi” se tomaron infinidad de fotografías que circularon en medios y redes. Sin embargo, un muy virtuoso fotógrafo, de quien desconozco su nombre, tomó esta imagen increíble que nos retrotrae varios siglos atrás.
Veamos con atención. A comienzos de 1600 Michelangelo da Caravaggio considerado por los críticos como el iniciador de la pintura moderna realiza “La captura de Cristo” llamada popularmente “el beso de Judas”. La pintura como sucede en ocasiones se extravió durante varios siglos pasando de mano en mano en la vorágine de los coleccionistas de arte a través del tiempo hasta que fue descubierta no hace tanto en el comedor de un monasterio Jesuita de Dublín en Irlanda. Más allá de la excelente creación de Caravaggio no deja de llamar la atención la extraña similitud con lo ocurrido en la noche del domingo con nuevos personajes que vuelven a representar la misma obra, la misma tragedia que unos y otros que nuestro eximio fotógrafo como un Caravaggio del siglo XXI advierte y captura en el preciso instante donde unos y otros parecen condenados a representar, en este caso por Macri como un nuevo Judas y una nueva traición en el laberinto de la historia como señala, no Valko, sino buena parte de la coalición derechista de Cambiemos. Es lento, pero viene…